


Acatlán.- La noche del pasado miércoles, un jovencito repartidor de tortillas fue agredido por policías conocidos como ‘topiles’, para después ser trasladado a la celda de la Agencia Municipal donde lo golpearon dándole de cachazos en la cabeza, causándole varias lesiones tanto en el cráneo como en el cuerpo.
Los hechos se dieron entre las 17:00 y 18:00 horas, cuando se llevaba a cabo el festejo del aniversario de la Revolución Mexicana en la comunidad de Joliet, donde se encontraba el joven Rodrigo Acosta Pascual de 19 años de edad, con domicilio en la Comunidad de Torreón, municipio de Acatlán.
El empleado repartidor de tortillas menciona que después de divertirse montando un torete en el ‘jaripeo’ y pasar un rato agradable se disponía a retirarse, caminaba con rumbo a su domicilio por los carriles, cuando de repente le dan alcance los ‘topiles’ y el comandante de nombre Pablo Corona, acompañado de aproximadamente cinco elementos, lo interceptó, lanzando amenazas.
El jovencito intentó pedir explicación sobre el motivo de la detención pero los policías quienes tenían aliento alcohólico no le expresaron ni una palabra agarrándolo a golpes, para después llevárselo a la Agencia Municipal donde lo metieron a la celda y volvieron a golpear pateándolo y dándole de cachazos hasta provocarle lesiones en cabeza y cuerpo.
Personas que se percataron de la mala acción de los seudo policías intentaron intervenir para ayudar a la víctima, pero los elementos les impidieron el paso amenazándolos con las pistolas, algunos elementos intentaron cerrar la puerta de la agencia pero el detenido gritaba que no los dejaran porque lo iban a matar.
Más tarde llegó el padre del joven preguntando el motivo de la detención, pero sin darle ninguna explicación sacaron al joven dejándolo libre de inmediato.
Posteriormente le dijo a su padre que el comandante lo había amenazado de muerte diciéndole que ha matado a personas que pesan mucho más que él, por lo que éste no le costaría, además de que tiene un yerno que se encarga de quitar de su camino a las personas que le estorban, motivo suficiente para que los familiares acudieran a interponer su denuncia correspondiente.
Acosta Pascual en compañía de sus familiares acudieron a la fiscalía de la localidad de Acatlán donde no le fue recibida la denuncia, debido a que los fiscales no se encontraban, por lo que se trasladaron a la población de Cosolapa para tratar de interponer la denuncia en esa fiscalía, pero ésta también estaba cerrada, sin saber qué hacer acudieron al antiguo Ministerio Público para que los orientaran.
El comandante de la A.E.I que en esos momentos llegó a ese sitio les indicó que personalmente los trasladaría a la fiscalía de Acatlán para que les tomaran de forma inmediata la denuncia.
Julio Valdivia
el buen tono


