


Agencias
Texas.- En medio de la devastación provocada por las lluvias torrenciales del pasado 4 de julio en Texas —derivadas de los remanentes del huracán Barry—, que dejaron más de 120 muertos, entre ellos 23 niñas del campamento Camp Mystic, un grupo de héroes cruzó la frontera para ayudar: los Topos de México.
El escuadrón de rescate, conocido internacionalmente por su labor en sismos e inundaciones, acudió voluntariamente a las zonas afectadas, brindando apoyo en labores de búsqueda y asistencia a damnificados. La presencia del equipo fue aplaudida tanto por ciudadanos estadounidenses como por la comunidad latina, quienes lo consideraron una auténtica “cachetada con guante blanco” ante las políticas de redadas y persecución migrante que persisten en algunos estados del país vecino.
Héctor Méndez, fundador del grupo, compartió en redes sociales videos del trabajo realizado en Texas: “Allá hay mucha gente que nos necesita… y también vamos con nuestros hermanos de origen mexicano”, escribió el rescatista, quien ha encabezado misiones en todo el mundo.
Este gesto solidario ha generado una ola de reconocimiento hacia los Topos, destacando el espíritu humanitario que trasciende fronteras, a pesar del contexto político adverso.

