De la redacción
El Buen Tono
Zapateros artesanales de Naolinco llaman a redescubrir sus barrios y defender la tradición del calzado veracruzano
Xalapa, Ver., 12 de noviembre de 2025.– “Zapatero a tus zapatos”, dice el dicho popular mexicano. Una tradición artesanal propia del pueblo de Naolinco, que busca rescatar este oficio de antaño y preservar su identidad productiva, haciendo un llamado a reactivar la economía local mediante el consumo de productos regionales.
Javier Ismael Hernández Rivera, artesano y comerciante zapatero de Naolinco, señaló en rueda de prensa que el consumo del calzado artesanal que distingue a su comunidad ha disminuido debido a la competencia desleal de productos chinos, los cuales calificó como imitaciones de baja calidad.
“Somos un barrio de artesanos, no de revendedores de mercancía china. Lo que hacemos es 100 por ciento a mano, con piel entera y materiales de alta calidad”, expresó Hernández Rivera, representante de los productores de Naolinco, donde más de 20 talleres familiares mantienen viva la tradición, transmitida por generaciones.
Durante la conferencia, los productores detallaron que fabrican botas vaqueras, botines, huaraches, cinturones y calzado exótico, con precios que van desde los 300 hasta los 5 mil pesos, dependiendo del tipo de piel utilizada, que puede ser de res, becerro o especies exóticas como lagarto, avestruz, pitón, mantarraya o cocodrilo, todas provenientes de granjas legalmente certificadas.
Los productos de Naolinco, mencionó, han alcanzado mercados internacionales con envíos a Estados Unidos, Irlanda, Australia, Nueva Zelanda y Holanda.
“La gente de otros países valora el trabajo artesanal, lo hecho a mano, porque saben que lleva tiempo y dedicación. No es un producto de fábrica, es una pieza única”, comentó Hernández.
Pese a la competencia del calzado industrial proveniente de León, Guadalajara y la Ciudad de México, los artesanos veracruzanos mantienen precios accesibles. “Un par de zapatos de fábrica puede costar 600 pesos; los nuestros valen 1,800, pero están garantizados por su durabilidad y autenticidad”, explicó el zapatero.
Con la llegada del calzado industrial a Veracruz, las ventas de la producción artesanal local se redujeron en más del 80 por ciento; sin embargo, los artesanos afirmaron estar decididos a mantener viva la herencia cultural de Naolinco.
“Somos como sastres, pero de los pies. Hacemos el calzado a la medida y buscamos que el cliente se vaya contento, sabiendo que se lleva algo único de Naolinco”, añadieron los productores.
“Naolinco no sólo es el centro; Naolinco somos todos los artesanos. Queremos que la gente nos visite, que vea cómo trabajamos y que se lleve un pedazo de nuestra historia en cada par de zapatos”, enfatizó Hernández.
Finalmente, reiteraron la invitación a los turistas para recorrer los tradicionales callejones Miguel Lerdo y Nicolás Bravo, donde además del calzado pueden encontrarse pan artesanal, pasteles típicos y cinturones cincelados a mano, símbolos de la identidad productiva del municipio.


