


Alejandro Aguilar
EL BUEN TONO
Córdoba, Ver.- Tan solo en el primer cuatrimestre se registraron más de 5 mil riesgos de trabajo que significaron cientos de incapacidades laborales. Dichas situaciones convierten a las empresas en centros de muerte en lugar de ser espacios donde la dignidad laboral no sea solo un discurso.
La muerte de un obrero en Tyasa Siderúrgica, ocurrida tras un accidente laboral, ha encendido alarmas sobre la normalización de riesgos de trabajo en la zona industrial de Veracruz Sur. Según reportes, la familia de la víctima ni siquiera fue notificada por la empresa, reflejando un patrón de opacidad que convierte a estos espacios productivos en centros de muerte evitable.
Los datos oficiales del IMSS revelan una realidad escalofriante: solo entre enero y abril de 2025, la región registró 5 mil 609 certificados por riesgos laborales, con subsidios que superan los 17 millones de pesos.
Córdoba emerge como foco crítico. El Hospital General de Zona No. 8 y las Unidades Médicas Familiares 61 y 64 acumulan cifras alarmantes: 298 casos de riesgo laboral en hombres (certificados) y 89 en mujeres, con montos de subsidio que rozan el millón de pesos.
Estos números no son fruto del azar, sino de la negligencia sistémica donde las ganancias priman sobre la vida humana. La recurrencia en plantas como Tyasa evidencia que las fallas de seguridad son estructurales, no incidentes aislados.

