


De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- En medio de un contexto de creciente descontento ciudadano por la falta de productividad legislativa, el diputado Juan Tress ha lanzado una iniciativa que, más que resolver problemas estructurales, parece buscar capitalizar políticamente el esfuerzo vecinal. Bajo el nombre de “Vecinos unidos”, convoca a la ciudadanía a organizar jornadas de limpieza y mejora de espacios públicos, con la promesa de un viaje al puerto de Veracruz para los grupos que demuestren “el mayor impacto”. La propuesta, sin embargo, se levanta sobre una paradoja difícil de ignorar: mientras se pide a la comunidad que done su trabajo y sus propios recursos materiales, el funcionario evade sus propias responsabilidades.
El evento, detallado en una convocatoria que prioriza la producción de contenido para redes sociales, solicitando videos del antes, durante y después, parece diseñado más para alimentar la narrativa de un político cercano a la gente que para atacar las causas profundas del abandono de espacios públicos.
La exigencia de que los participantes tengan cuentas públicas y etiqueten al diputado sugiere una campaña de marketing disfrazada de acción social, donde el trabajo voluntario de los ciudadanos se convierte en material propagandístico gratuito. Esta estrategia de eventos ociosos y mediáticos contrasta brutalmente con la ausencia de Juan Tress en el frente legislativo, donde se supone reside su verdadera función.
La crítica se agudiza al recordar el reciente y cínico abuso perpetrado bajo su línea de transporte 8 de Marzo, que aumentó su tarifa de 10 a 12 pesos sin que exista una explicación clara o una rendición de cuentas hacia los usuarios que día a día sufren el impacto de este incremento.
Este acto, que afecta directamente la economía de las familias, permanece en la más absoluta impunidad, sin que el diputado se digne a aclarar o justificar una medida que muchos califican como arbitraria y abusiva.

