

Washington, D.C. – En un giro insólito y polémico, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que Canadá podría acceder gratuitamente al sistema de defensa antimisiles “Cúpula Dorada”, pero solo si acepta convertirse en parte del territorio estadounidense.
Durante una rueda de prensa este martes, Trump aseguró que Ottawa podría integrarse al ambicioso proyecto militar, cuyo costo se estima en 175 mil millones de dólares, sin pagar un solo centavo… a cambio de abandonar su soberanía nacional y convertirse en el estado número 51 de la Unión.
“Le dije a Canadá, que desea con todas sus fuerzas formar parte de nuestro fabuloso sistema Cúpula Dorada, que costará 61 mil millones de dólares si siguen siendo una nación separada, pero desigual. Pero no costará nada si se convierten en nuestro querido estado número 51”, escribió Trump en Truth Social.
🤝 Conversaciones de “alto nivel”, pero sin intención de anexión
El primer ministro canadiense, Mark Carney, reconoció que existen conversaciones de alto nivel entre ambos países respecto a la Cúpula Dorada, pero fue tajante al rechazar la idea de integración:
“Canadá nunca estuvo en venta”, afirmó con firmeza durante su reciente visita a la Casa Blanca.
A pesar de la negativa clara de Carney, Trump aseguró que “están considerando la oferta”, una declaración que ha provocado revuelo en círculos diplomáticos y entre los analistas internacionales.
🌐 Seguridad vs. soberanía: el dilema norteamericano
Ambos países, miembros activos de la OTAN y socios en el comando binacional NORAD, mantienen una cooperación histórica en materia de defensa. No obstante, la propuesta de anexión rompe con cualquier precedente moderno y abre un debate sobre los límites del discurso político en temas tan sensibles como la seguridad y la soberanía.
El sistema “Cúpula Dorada”, inspirado en el modelo israelí “Cúpula de Hierro”, representa una de las piezas centrales de la estrategia nacionalista de Trump de cara a las elecciones de 2024, con la promesa de blindar el territorio estadounidense contra amenazas misilísticas.
🧭 ¿Oferta real o provocación política?
Para expertos en relaciones internacionales, las declaraciones de Trump podrían ser una maniobra política con múltiples lecturas: desde una forma de presión para que Canadá contribuya económicamente al sistema, hasta un intento de distraer la atención hacia temas de seguridad nacional con tintes populistas.
La oferta gratuita, pero condicionada a la anexión, plantea interrogantes legales y éticos de gran envergadura: ¿puede un líder sugerir la integración de un país aliado como si se tratara de una transacción inmobiliaria?
Por ahora, Canadá sigue firme en su posición: interés en cooperación, sí. Renunciar a su independencia, no.
