


AGENCIA
Washington, D.C.- El gobierno del presidente Donald Trump reanudó oficialmente los vuelos de deportación a terceros países, con el envío de cinco inmigrantes considerados de “alto riesgo” hacia Esuatini, en el sur de África, según informó este martes el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
De acuerdo con la portavoz del DHS, Tricia McLaughlin, las cinco personas deportadas son originarias de Vietnam, Jamaica, Laos, Yemen y Cuba, y cuentan con antecedentes por delitos como asesinato, agresión y robo. La funcionaria subrayó que sus países de origen se negaron a recibirlos, por lo que fueron enviados a Esuatini bajo el esquema de deportaciones a terceros países seguros.
“El vuelo de deportación a un tercer país seguro ha aterrizado. Este vuelo transportaba a personas tan excepcionalmente peligrosas que sus países de origen se negaron a recibirlas de regreso”, escribió McLaughlin en su cuenta de X.
La reactivación de estos traslados ocurre luego de que la Corte Suprema de Estados Unidos autorizara a la administración Trump a proceder con este tipo de expulsiones. El fallo invalidó una orden previa de un juez federal que mantenía suspendida la deportación de ocho inmigrantes hacia Sudán del Sur, entre ellos dos cubanos y un mexicano, quienes ya fueron enviados la semana pasada.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha reforzado su política de deportaciones exprés como parte de su estrategia de mano dura contra la inmigración. Esta práctica incluye envíos a países que no son necesariamente el país de origen de las personas expulsadas, bajo convenios bilaterales o acuerdos especiales.
Diversas organizaciones de derechos humanos han expresado su rechazo a estas medidas, calificándolas como violaciones al debido proceso de los migrantes y a sus derechos fundamentales. Según los activistas, deportar personas a naciones donde no tienen vínculos familiares, culturales o legales puede exponerlas a situaciones de riesgo extremo.
El gobierno estadounidense no precisó cuántos vuelos adicionales están programados bajo este esquema ni los nombres de otros países que podrían recibir a personas deportadas en el futuro cercano.


