


AGENCIA
Texas.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó este viernes la región de Texas afectada por devastadoras inundaciones que, hasta el momento, han dejado al menos 120 personas muertas y más de 170 desaparecidas, principalmente en el condado de Kerr y zonas cercanas a San Antonio.
Durante una mesa redonda con el gobernador de Texas, Greg Abbott, Trump expresó: “Nunca había visto algo así. He visto muchos huracanes, tornados y nunca había visto algo de ese tipo. Eso es algo terrible”.
Mientras persisten las labores de búsqueda y rescate, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) emitió una nueva alerta por el riesgo de inundaciones repentinas para este fin de semana en Texas, Nuevo México y el Medio Oeste. El organismo advirtió que la combinación de suelos saturados y más lluvias podría agravar la situación, especialmente en el centro y norte de Texas.
En Nuevo México, las autoridades confirmaron la muerte de tres personas, entre ellas dos menores de edad, tras una inundación “histórica” en el pueblo de Ruidoso ocurrida el martes pasado. El nivel del río Ruidoso se elevó a seis metros en minutos, arrastrando viviendas y dejando destrucción a su paso. Más de 60 rescates fueron realizados por equipos de emergencia.
La alcaldesa de Ruidoso, Lynn Crawford, lamentó la pérdida de vidas y expresó que la comunidad permanece unida en medio de esta nueva tragedia, recordando que en 2024 la misma zona sufrió incendios forestales que destruyeron más de mil 400 viviendas.
Los cuestionamientos sobre la eficacia de los sistemas de alerta y los recortes presupuestales en servicios meteorológicos han cobrado fuerza en medio de esta emergencia. Especialistas remarcan que las inundaciones repentinas son una de las principales causas de muerte por fenómenos meteorológicos en Estados Unidos, por lo que la preparación y respuesta rápida son clave para salvar vidas.

