Truncan delincuentes los sueños de Sergio

Nogales.- A diferencia de los cinco varones asesinados el pasado miércoles en el bar La Taberna de Orizaba relacionados con la delincuencia; el joven de 21 años, Sergio Felipe Mendoza Morgado, originario de este municipio, estudiaba en el Instituto Tecnológico de Orizaba (ITO), llevaba cuatro años como barman del centro nocturno y fue víctima del enfrentamiento entre criminales.

 

Trabajar para culminar su carrera universitaria y superarse profesionalmente para ayudar a sus dos hermanos y a sus padres, siempre fue el sueño y objetivo del estudiante que hasta en su último día de vida se desenvolvió en un ambiente sano y humilde al lado de su familia. Estar en el lugar y momento equivocado, truncó sus deseos de superación.

 

La familia que sigue de luto y siente indignación con la información que en su momento se difundió y que relacionaba a Sergio Felipe con los malhechores asesinados ese mismo día, refutó tales versiones, incluso, algunas oficiales y aseguró tener fundamento y testimonios que su familiar sólo trabajaba dignamente para ser un ingeniero industrial.

 

Indicó que incluso, a la hora de pedir el cuerpo del joven, el cual obtuvieron 18 horas después, los elementos de seguridad dando por hecho su relación con los criminales, los cuestionaron sobre los tatuajes que tenía para identificarlo, situación que de inmediato negaron, porque no tenía ninguno y tampoco perforaciones en ninguna parte del cuerpo.

 

Fue reservado de carácter

 

A decir de su hermana Rosa Isela Mendoza Morgado, Sergio Felipe que cursaba el cuarto semestre de Ingeniería Industrial en el ITO, siempre fue un joven reservado, respetuoso, honrado, responsable y luchón, desde que estudiaba la preparatoria trabajó para mantenerse sus estudios y aminorar los gastos económicos de sus padres, Dionisia Morgado y Pedro Mendoza.

 

“Las únicas actividades de mi hermano eran estudiar, trabajar cuatro días a la semana en La Taberna, en dónde sólo se ubicaba en la barra preparando las bebidas, ni siquiera tenía relación o comunicación con los clientes, también le daba mantenimiento a nuestra casa y descansaba, esa era su vida, siempre trabajador y allegado a nosotros su familia”, expresó.

 

Añadió que para sus compañeros y amigos del ITO siempre fue alguien que estaba dispuesto a ayudar aunque no tuviera mucho, era muy noble y humilde así lo describieron el día de su funeral y sepelio, quienes lo conocieron en vida.