


Orizaba.- Un fuerte aplauso recibió como despedida el padre, esposo, amigo, compañero y orgulloso policía al ser sepultado la tarde de ayer en el panteón municipal Juan de la Luz Enríquez, luego de que fuera abatido por sujetos desconocidos la mañana del lunes, a tan sólo unos
metros de la puerta principal de la oficina del Director de Gobernación del Ayuntamiento de Orizaba, Juan Ramón Herebia Hernández.
Después de ser velado en una agencia funeraria de la ciudad, el cuerpo del oficial Moisés de Jesús Arroyo, de 47 años de edad, fue trasladado al patio central del Palacio municipal donde autoridades municipales le rindieron un homenaje póstumo, posteriormente fue oficiada una misa en la Iglesia del Calvario, donde el padre Helkyn Enríquez Báez brindó palabras de aliento a los afligidos deudos.
Una vez concluida la emotiva ceremonia religiosa, familiares y amigos siguieron el cortejo por avenidas principales de la ciudad hasta arribar media hora más tarde al cementerio, donde la madre, la esposa y los tres hijos del uniformado caído en cumplimiento de su deber, desconsolados se despedían de él, rogándole al Creador por su eterno descanso. La carroza, que era seguida por familiares y amigos así como un gran número de efectivos de la Policía Municipal y Tránsito del Estado, causó expectación durante su recorrido hasta la que sería la última morada del elemento muerto de dos disparos con un arma calibre 9 milímetros; algunos transeúntes sólo se dedicaron a mirar mientras que otros se persignaban y algunos más le brindaron aplausos al momento de pasar por las calles.
La muerte del policía, que se encontraba dormido al momento de los hechos, alrededor de las 6:30 horas, después del recorrido que hicie-
ran durante toda la noche, fue de manera instantánea al recibir dos impactos de bala, uno en la cabeza y otro en el corazón, a pesar de que portaba el chaleco blindado, quedando sentado en el asiento del copiloto que ocupaba.

