

Ciudad Mendoza.- En un basurero y tiradero de animales muertos y escombros se ha convertido la barranca de Maltrata que atraviesa el municipio, ante la indiferencia de las autoridades municipales de Medio Ambiente de combatir y atender este foco de contaminación que por años ha sido un riesgo para la salud de miles de habitantes de la zona.
Bolsas y costales de basura, ropa, perros y gatos muertos que el agua arrastra, es con lo que a diario tienen que lidiar los habitantes que colindan con el lugar. Los olores pestilentes a todas horas del día, es lo que más afecta a los vecinos que tienen que convivir con
la barranca.
En las calles Primero de Mayo de la colonia Nueva Lucha y 16 de Septiembre de la colonia El Águila, sólo se escucha el pasar del agua por la maleza crecida que cubre el cauce y que a su vez incrementa la proliferación de roedores e insectos a escasos metros de las viviendas que están en la orilla.
Ulises Carreón, vecino de El Águila, indicó que ante la falta de interés del Ayuntamiento de mantener limpia esa zona, cada tres meses paga 200 pesos para que corten la hierba y derramen árboles maduros que representan un riesgo para las familias.
“Muchas veces hemos pedido a las autoridades para que vengan a hacer limpieza, pero nunca se han interesado porque no les afecta. Nosotros mismos tenemos que buscar la forma de limpiar la barranca porque no se soporta el olor a drenaje que emana por los drenajes y la basura que los mismos vecinos tiran”, se quejó.
Otro colono afectado por el “foco infeccioso”, César Rivas, dijo que administraciones van y vienen y ninguna se ha ocupado de rehabilitar los sistemas de drenaje de los asentamientos irregulares para evitar el desfogue de los desechos urbanos a la barranca, que es la principal causa de contaminación al medio ambiente.
Por la falta de muros de contención que resguarden a las familias por las crecidas en la temporada de lluvias, los colonos extraen las mismas piedras que la corriente arrastra, compran bultos de cemento y por su propia cuenta construyen pequeñas bardas apenas de tres metros de altura.
En la colonia centro la situación se agrava dado que los comerciantes ante la falta de contenedores de basura, de forma libre arrojan desperdicios de frutas y verduras que días después pasan al proceso de descomposición y se suman a los olores fétidos que despide el afluente.
La directora de Ecología del Ayuntamiento, Claudia Alvarado Cortés, aunque no abundó sobre el tema, indicó que en coordinación con Limpia Pública se están organizando algunas estrategias para combatir la contaminación que afecta la barranca de Maltrata.
Yuri Aranda
El Buen Tono
