
México, D.F.- Es una mentira que México sea la economía 15 del mundo y, al mismo tiempo, ocupe el lugar 60 en desarrollo humano, dice Patricia Olamendi, una de las aspirantes más serias a encabezar la CNDH entre 2015 y 2019.
“Si nosotros no garantizamos una Comisión de esta naturaleza que permita realmente fortalecer el Estado de Derecho, la situación en nuestro país no va a cambiar”.
Urge un cambio impostergable y de fondo en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que ahora sí la ciudadanice, sea democrática con la participación de los organismos de la sociedad civil, y recupere la confianza y credibilidad de todos, haciendo que quienes acudan a ella no sólo se les atienda en forma expedita, sino que se les dé resultados, siempre a favor de las víctimas.
Olamendi Torres, primera subsecretaria en Derechos Humanos de nuestra historia, participa en el Senado junto a 20 personas más en la recta final para llegar a ser la defensora nacional y consiga que hoy día lo más importante es que las personas que vayan a denunciar a la Comisión “sean atendidas, tengan una respuesta, si es necesario se soliciten medidas de protección”, a lo que agrega: “si es necesario busquemos efectivamente que pueda repararse de alguna manera el daño provocado, y también, que la CNDH haga uso de sus facultades de demandar penalmente la reparación cuando se requiera”.
