


El BUEN Tono
Orizaba, Ver.– Vecinos de la prolongación de Norte 8, en los límites entre Orizaba, Mariano Escobedo e Ixhuatlancillo, denunciaron que desde hace más de un año enfrentan graves afectaciones por el colapso del drenaje, la falta de infraestructura vial y la ausencia de atención por parte de las autoridades de los tres ayuntamientos que tienen jurisdicción en la zona.
De acuerdo con los testimonios, las lluvias provocan que las alcantarillas colapsen y que aguas negras recorran banquetas y calles, generando un foco de infección permanente que pone en riesgo la salud de niños, adultos mayores y transeúntes. Comercios de la zona, como carnicerías, farmacias y tiendas de abarrotes, también se ven afectados por la contaminación.
Los habitantes señalaron que han ocurrido múltiples accidentes debido a la falta de mantenimiento y a la carencia de medidas de seguridad vial. Entre los casos más graves, un menor de edad sufrió fractura en la muñeca tras resbalar con las aguas residuales; además, adultos mayores han tenido caídas con lesiones importantes.
“Hemos hecho llamados a Mariano Escobedo, Ixhuatlancillo y Orizaba, pero ninguno ha querido atender la situación. Esto es un foco de infección y un peligro para todos los que vivimos aquí”, expresó Rogelio Ubaldo, vecino de la zona.
Asimismo, denunciaron que la calle principal carece de semáforo y reductores de velocidad, lo que ha ocasionado atropellamientos y pone en riesgo constante a estudiantes y trabajadores que utilizan la vialidad como única entrada y salida de la unidad habitacional.
Otro punto crítico señalado por los colonos es la falta de servicio eficiente de limpia pública, lo que agrava la acumulación de desechos en la vía y empeora las condiciones insalubres.
Los vecinos recalcaron que son alrededor de 200 a 250 familias las que habitan en la unidad afectada, sin contar el flujo de personas que transitan diariamente por la zona.
Finalmente, hicieron un llamado enérgico a las autoridades municipales de Orizaba, Mariano Escobedo e Ixhuatlancillo para que asuman su responsabilidad y coordinen acciones inmediatas: rehabilitación integral del drenaje, instalación de topes y semáforos, reforzamiento del servicio de limpia pública y atención urgente a los riesgos de salud que ya representan un problema colectivo.
“Ya no podemos seguir viviendo entre aguas negras y accidentes; no queremos esperar a que ocurra una tragedia mayor para que las autoridades reaccionen”, puntualizaron los inconformes.

