

Sandra González
El Buen Tono
Orizaba.- Tras más de dos décadas de trabajo para reintroducir al venado cola blanca en las faldas del volcán Pico de Orizaba, el esfuerzo de conservación encabezado por el empresario Edgar Chahín Trueba se enfrenta a un peligro peculiar, es decir, perros asilvestrados que vagan por las comunidades de la sierra.
Estos canes, muchos de ellos abandonados o sin control por parte de sus dueños, comenzaron a cazar fauna silvestre como conejos e incluso a los propios venados, afectando el equilibrio ecológico y poniendo en riesgo el éxito de un proyecto que, además de ambiental, tiene fines económicos para las comunidades locales.
“La idea es que este proyecto sea una fuente de ingresos para los habitantes. Si los cuidan, podrán beneficiarse con actividades como la caza controlada, que puede dejar recursos importantes”, explicó Chahín Trueba.
Explicó que gracias al monitoreo con collares, se comprobó que los ejemplares liberados lograron aclimatarse a las zonas altas de la montaña, sin descender hacia áreas de mayor riesgo, lo que representa un avance esperanzador.
Sin embargo, advirtió que todo podría derrumbarse si no se actúa pronto para controlar la presencia de estos depredadores no naturales.
Además, comentó que se llevó a cabo un primer seminario informativo con habitantes de la región para explicar los alcances del proyecto y su impacto potencial en la economía local. No obstante, el entrevistado insistió en que la clave está en la corresponsabilidad de los pobladores.
“El futuro de este proyecto está en sus manos. Si no se protege la fauna, se pierde también una oportunidad de desarrollo para muchas familias”, concluyó.
