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Jalisco.- A una semana del hallazgo de un presunto campamento de adiestramiento del crimen organizado y al menos tres crematorios clandestinos en el rancho Izaguirre, municipio de Teuchitlán, la Fiscalía del Estado de Jalisco (FE) dio a conocer la lista de indicios encontrados en el lugar.
De acuerdo con la dependencia encabezada por Salvador González de los Santos, se localizaron más de 100 mochilas y centenares de prendas de vestir, mismas que fueron organizadas en un catálogo con detalles como color, marca y talla. En total, se contabilizaron 490 piezas de ropa, entre ellas pantalones, playeras y ropa interior masculina, así como 44 blusas, 12 vestidos, siete shorts, tres faldas y dos pareos femeninos.
“La publicación de estas evidencias no implica la confirmación de identidad o condición actual de posibles víctimas, sino que busca mantener una comunicación transparente con la sociedad”, precisó la Fiscalía en un comunicado.
Aunque la dependencia no ha detallado si elaborará un catálogo de calzado, imágenes difundidas por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco muestran la presencia de tenis, botas, sandalias y zapatillas en el sitio.
El reclutamiento de mujeres por el CJNG
El hallazgo en Teuchitlán reaviva la preocupación sobre el reclutamiento forzado de jóvenes por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), una práctica que no distingue género. Si bien los hombres de entre 20 y 25 años son los principales objetivos, informes recientes indican un aumento en la captación de mujeres.
De acuerdo con el informe Compañeros en el crimen: el ascenso de las mujeres en los grupos ilegales de México, publicado en 2023 por International Crisis Group, cada vez más mujeres son obligadas a integrarse a las filas del crimen organizado, reforzando su poder en todo el país.
Uno de los casos más recientes se registró en octubre de 2023 en Fresnillo, Zacatecas, donde el Ejército y la Guardia Nacional rescataron a 15 personas secuestradas por el CJNG, entre ellas una joven de 21 años que fue forzada a realizar labores de cocina y limpieza para la organización.
El hallazgo en el rancho Izaguirre y la evidencia recolectada refuerzan la alarma sobre la violencia e impunidad con la que operan estos grupos en Jalisco y otras entidades del país.
