De la redacción
El Buen Tono
Filadelfia vivió una noche de emociones mixtas, donde los Philadelphia Eagles, a pesar de errores y fallas poco comunes, lograron imponerse 29-18 a Washington y aseguraron el título del NFC East por segundo año seguido, algo que no lograban desde 2001 a 2004.
El inicio del partido fue tortuoso: un fumble en la patada inicial, castigos y tres goles de campo fallidos pusieron a Filadelfia contra las cuerdas al descanso. Sin embargo, Jalen Hurts mantuvo la calma y, con paciencia, lideró al equipo. Completó 22 de 30 pases para 185 yardas, con 2 touchdowns y sin pérdidas de balón, conectando con DeVonta Smith y Dallas Goedert en series clave que voltearon el marcador.
El segundo tiempo mostró control total de los campeones. Saquon Barkley destacó con 132 yardas en 21 acarreos, un touchdown y una conversión de 2 puntos, sellando la victoria pese a un conato de bronca al final del juego. Por el lado de Washington, las lesiones y la falta de continuidad complicaron cualquier intento de reacción, con Marcus Mariota y Josh Johnson sin poder cambiar la historia del partido.
No fue una noche perfecta para Filadelfia: Jake Elliott falló tres intentos de gol de campo, incluyendo uno que debía repetirse, pero la resiliencia del equipo permitió asegurar el banderín divisional y mantenerse firme rumbo a la postemporada.


