


AGENCIA
Tulum.- Lo que debía ser un viaje tranquilo se convirtió en un escándalo viral que refleja la falta de control sobre los taxistas en Tulum. Un conductor de base fue suspendido de por vida tras intentar arrebatar un pasaje a un chofer de plataforma frente a un turista estadounidense, un acto que quedó registrado en video y desató indignación nacional.
El clip muestra cómo el taxista agresor abre la puerta del vehículo y lanza amenazas, mientras el pasajero y el conductor de app mantienen la calma. La violencia exhibida no es un caso aislado: hoteleros y empresarios señalan que comportamientos de este tipo han empañado la imagen del destino y profundizan la crisis turística, que ya sufre por costos altos, infraestructura deficiente y maltrato al visitante.
Si bien el Instituto de Movilidad del Estado de Quintana Roo (IMOVEQROO) y el Sindicato de Taxistas “Lázaro Cárdenas del Río” anunciaron la suspensión definitiva del agresor, la reacción llega tarde y evidencia que el problema de violencia y acoso por parte de taxistas en Tulum no es nuevo.
Durante años, turistas y conductores de aplicaciones han denunciado agresiones, intimidación y cobros indebidos, mientras las autoridades locales han permanecido mayormente pasivas. Este episodio muestra que la sanción, aunque necesaria, no resuelve la falta de regulación y supervisión estructural que permite que comportamientos violentos se repitan con impunidad.
Tulum requiere políticas firmes que protejan a visitantes y trabajadores, controlen a los transportistas y eviten que la violencia de unos pocos siga empañando la imagen de todo un destino turístico.

