in

Viven momentos de angustia

Superiberia

Ixtaczoquitlán.- Minutos antes de las 08:00 horas, una fuerte explosión despertó a los pobladores de la localidad de Zapoapan; la fuga en una toma clandestina, instalada en un ducto de Pemex, provocó el desastre.

Niños, jóvenes y adultos salieron de sus casas para conocer a detalle la situación; un fuerte olor a combustible provocó dolores de cabeza, mareos, náuseas y hasta vómito intenso en algunas personas.

Lo más impactante fue ver la enorme columna de humo que se erguía hasta el cielo; primero blanco y posteriormente negro; la fumarola cubrió buena parte de la localidad, en la que habitan mil 200 personas.

Poco a poco, el pánico y la zozobra se acrecentaban; en cuestión de minutos, se veía cómo transitaban de un lado a otro elementos policiacos de los tres niveles de Gobierno, así como socorristas de los Cuerpos de Auxilio: todos acudieron para atender la emergencia.

Pese a las proporciones del siniestro, no todos vivieron la misma angustia… En las inmediaciones del Centro de Salud, al que llegaban los intoxicados, niños jugaban en el parque principal, ajenos a la magnitud de lo que sucedía en su localidad.

Finalmente, la situación fue controlada minutos después del mediodía, tras lo cual todo volvió a la normalidad. No obstante, ahora está más presente el temor de que una situación de esta naturaleza vuelva a suceder. Y es que las tomas clandestinas a los ductos de Pemex son el ‘pan nuestro de cada día’.

CANAL OFICIAL

Incumplen con vendedores

Explota ducto