

Reconozco, sin posturas ni falsos embates, a las fuerzas armadas de México, soy orgullosamente hijo de un mando del Ejército Mexicano. No podemos soslayar ni justificar por ningún motivo los excesos en contra de los derechos humanos (pro personae), que aisladamente se cometen, las fuerzas armadas se nutren esencialmente de mujeres y hombres con vocación de servicio, como una actitud de vida, en permanente y franca colaboración hacia los demás, con acciones en auxilio de la población y el cuidado de la soberanía nacional.
La definición de disciplina, de manera esencial, es la coordinación de actitudes y aptitudes, con las cuales se instruye al hombre para desarrollar habilidades, o para seguir un determinado código de conducta u orden.
Se denomina deber a la responsabilidad de los individuos frente al cumplimiento de sus obligaciones, siempre establecidas de manera previa a contraerla, y espera del individuo una conducta o una acción que favorezca su cumplimiento, como una
obligación moral.
“El deber nos obliga a que hagamos lo correcto en el momento oportuno, a pesar de las consecuencias adversas.
“Es el precursor de la disciplina
y de la obediencia.
“El deber requiere que aceptemos la responsabilidad de nuestras acciones. El deber es una obligación que se acepta y una expresión de la voluntad del individuo.
“Se revela con el cumplimiento de todos los cometidos asignados, realizados a tiempo y al máximo de
nuestra capacidad.
“El deber también mira más allá de la satisfacción de las necesidades del individuo a fin de encontrar oportunidades para el beneficio de las comunidades a quienes pertenecemos”, extraída de las directivas morales para el Cuerpo de Cadetes del “The Georgia MilitaryCollege” de EE.UU.
Para estar en condiciones de forjar criterio y conocer el significado de tales conceptos para las mujeres y hombres de las armas, basta examinar el prefacio del “Reglamento General de Deberes Militares”, de la
literalidad siguiente.
“Se entiende por deber el conjunto de las obligaciones que a un militar impone su situación dentro del Ejército.
“La subordinación, la obediencia, el valor, la audacia, la lealtad, el desinterés, la abnegación, etcetera, son diversos aspectos bajo los cuales se presenta
de ordinario.
El cumplimiento del deber es a menudo áspero y difícil, y no pocas veces exige penosos sacrificios, pero es el único camino asequible para el militar que tiene conciencia de su dignidad y de la importancia de la misión que la patria le ha conferido.
“Cumplirlo con tibieza, por fórmula, es cosa que pugna con el verdadero espíritu de la profesión.
“El militar debe encontrar en su propio honor, el estímulo necesario para cumplirlo con exceso.
“La disciplina es la norma a que los militares deben sujetar su conducta; tiene como bases la obediencia, y un alto concepto de honor, de la justicia y de la moral, y por objeto, el fiel y exacto cumplimiento de los deberes que prescriben las Leyes y
Reglamentos Militares.
“EL SERVICIO DE LAS ARMAS EXIGE QUE EL MILITAR LLEVE EL CUMPLIMIENTO DEL DEBER HASTA EL SACRIFICIO, Y QUE ANTEPONGA AL INTERÉS PERSONAL, LA SOBERANÍA DE LA NACIÓN, LA LEALTAD A LAS INSTITUCIONES Y EL HONOR DEL EJERCITO”.
Corolario, que desde nuestro punto de vista, se hace necesario, no para justificar una actitud inaceptable por desproporciones en contra de los derechos humanos, pero si, para concebir lo que es la férrea disciplina militar.
La disposición mental y estado de adiestramiento que provocan obediencia al superior y adecuada conducta uniforme a toda circunstancia, que implica reglas que rigen la orientación de los objetivos y el comportamiento dentro y fuera de las Instituciones Castrenses; que por su formación, capacitación y adiestramiento.
No está dirigido a realizar funciones de policía, esencialmente por falta de conocimiento de la población e identificación de zonas y sectores de conflicto, en materias de seguridad pública, prevención del delito, investigación criminal, preservación de la escena del crimen y la toma de indicios, de recolección de pruebas y muchas
otras relacionadas.
Las Fuerzas Armadas, por su origen, se han orientado a tareas reactivas de apoyo a la sociedad en desastres naturales y en esencia a la conflagración contra otras potencias armadas en guerra, enfrentan a quienes más lastiman a la sociedad, incluso a sus propias familias, en esa condición, como si combatieran a otro Ejercito, pero en condiciones de desventaja al no tener claro al enemigo, el que con la sociedad se mimetiza, es por ello que las tareas que se les encomiendan actualmente, en labores de policía, muchas de las veces los civiles las podemos apreciar como excesos.
La necesidad de que la Marina Armada de México y el Ejercito Mexicano, salieran a las calles, fue un grito desesperado de la sociedad ante la criminalidad incontenible, con la complicidad, confabulación maligna y en muchos casos obligada por temor, de los cuerpos de seguridad pública penetrados en toda su estructura de mando.
Además de su ineficacia, in-eficiencia, corrupción, falta de capacitación y, carencia de armamento, produciendo la vulnerabilidad de las policías en los tres niveles de gobierno y fueros, asociado a las endebles e anquilosadas prestaciones laborales y
de seguridad social.
Sin garantía de ellos y sus familias, que ocasionan que la policía en general sea sensible y presa, ante el dominio corruptor, de la gran capacidad económica y represiva de las organizaciones criminales y de complicidad, con estructuras de poder económico y políticos, que sin ello no se entendería su descomunal
crecimiento.
Dicho sea de paso y sin mala, malicia, como refieren los jarochos, en Veracruz, el presupuesto de seguridad pública, es el más grande $$$$$$$$$$$$$$$ de su historia, ha quedado claro con la creación de fuerzas y cuerpos especiales en la seguridad, prevención e
investigación del delito.
Con la adquisición de herramientas y tecnología de punta, como el sistema de videovigilancia estatal, pomposamente presentados por declaraciones mediáticas, que en nada han repercutido en beneficios y percepción de la sociedad, la que cada día se encuentra en mayores condiciones de inseguridad, indefensión e insultada ante los despliegues de seguridad y prepotencia de los funcionarios públicos y de sus familias, los que cuentan con aparatos de protección ofensivos al común.
Regresando a lo que nos ocupa, las distinguidas y acreditadas Fuerzas Armadas, se les reconoce y agradece socialmente su vocación de servicio, deber y disciplina.
En nuestra opinión, deberían ser organismos de reacción inmediata, ante una inminente conflagración con las estructuras criminales de acuerdo a su capacidad de fuego, así como de inteligencia, para no dejarse involucrar, pues su permanencia en tareas de seguridad las expone a la contaminación en tareas que le corresponden a las policías, ante el poder de corrupción del crimen, y a los fines perversos de los grupos de poder económico y político en turno.
Incluso utilizado para atacar al adversario político, o el extremo de y ante la percepción de que su trabajo no es reconocido, hacer su propia justicia, con apreciaciones sumarias, al considerar a personas enemigas de la sociedad y de México.
Saludos…!!!
