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VOLVIERON LOS LOBOS

Superiberia

Por: Andrés Timoteo / columnista

Los ‘lobos solitarios’ del grupo terrorista Daech o Estado Islámico volvieron atacar en París. Esta vez fue en un lugar ícono, la avenida Des Champs-Élysées, la más famosa del mundo y más aún, lo hicieron en los alrededores del llamado ‘triángulo de oro’ que se forma con las calles George V y Quetin Bauchart, no lejos del mítico Arco del Trunfo y que se considera el punto de mayor plusvalía en toda la Ciudad Luz, donde se ubican los comercios más caros.

Allí, en medio de decenas de turistas –pues Des Champs-Élysées es de los lugares más visitados de París-  un hombre abrió fuego contra una furgoneta de policías, matando a uno e hiriendo a dos más. Una turista también fue lesionada antes de que los agentes abatieran al atacante. Eso sucedió anoche, aproximadamente a las 21:00 horas de Francia, y casi enseguida, el Daech se adjudicó la autoría del atentado por medio de su agencia informativa Amaq.

Y he ahí una paradoja más porque falló el multi-aplaudido “Plan Vigipirate”, la estrategia del gobierno francés para anticipar y evitar los atentados terroristas. Los policías del Vigipirate, los que deberían ofrecer seguridad, se convirtieron en el blanco del Daech sobre Des Champs-Élysées. Vaya papelón para el Gobierno del presidente galo François Hollande, quien ahora pretende sacudirse la pifia con un homenaje nacional al agente caído.

El ataque en pleno corazón parisino se da a casi un mes de que otro ‘lobo solitario’ cometiera un atentado en Londres, Reino Unido, el pasado 22 de marzo, provocando la muerte de cinco personas e hiriendo a 40 más, y a un año de los atentados en Bruselas, Bélgica, cometidos en el aeropuerto Zaventem y la estación del metro Maelbeek/Maalbeek, el 22 de marzo del 2016, y que arrojó 35 víctimas mortales y casi 400 heridos.

Peor aún, el nuevo atentado terrorista en París se produce a tres días que se realicen la primera ronda de comicios presidenciales, el domingo 23 de abril, lo que abre un compás de incertidumbre por la seguridad pública, aparejado también por el hartazgo ciudadano y el auge de la ultraderecha que ha repuntado, y cuya candidata presidencial, Marine Le Pen propone el cierre de fronteras en Francia y la expulsión de cientos, quizás miles, de migrantes provenientes de África y el Medio Oriente.

Le Pen, abanderada por el partido Front National (Frente Nacional), es una de las preferidas para pasar a la segunda ronda de votaciones prevista para el 7 de mayo por su discurso “anti-sistema” y el odio proyectado a los migrantes, sobre todo los judíos y musulmanes. En esa segunda vuelta o balotaje, sólo participarán los dos candidatos que saquen el mayor número de votos en la primera elección, y se prevé que Le Pen sea una de ellas. El otro contendiente podría ser Emmanuel Macron, exministro de Finanzas y quien se distanció del presidente Hollande para formar su propio partido, “En Marche”, (En Marcha).

Aunque es un representante de los intereses financieros  -trabajó para un banco- e impulsor de medidas neoliberales,  Macron ha acaparado simpatías también con un discurso “anti-sistema” como lo ha hecho Le Pen. Las elecciones presidenciales en Francia registran hechos inéditos pues uno de los candidatos preferidos para llegar al Eliseo –la casa presidencial- se desbarrancó por un escándalo de corrupción.

 Es François Fillon, abanderado del partido “Les Republicains” (Los Republicanos), quien fue exhibido por el periódico Le Canard Enchaîné por dar, durante décadas, empleos ficticios de la esposa e hijos, engañando al erario público y aprovechando se del tráfico de influencias en los cargos que ha ocupado, desde diputado hasta primer ministro, que fue durante el gobierno de Nicolás Sarcozy.

 Desde 1982- Penelope Fillon, la esposa, cobró salarios en la Asamblea Nacional (Cámara de Diputados) como “aviadora”, al igual que sus dos hijos, por influencias del marido. Eso en México hubiera sido cosa común y no hubiera afectado su candidatura, pero en Francia fue tal escándalo que ahora el candidato de la derecha se ubica en tercer lugar de preferencias cuando era, apenas hace tres o cuatro meses, el preferido para la segunda vuelta contra Le Pen.

 Otro asunto interesante de los comicios galos es el crecimiento espectacular de la izquierda extrema, con el partido “La France insoumise”, (Francia insumisa), Jean-Luc Mélenchon –una especie de Andrés Manuel López Obrador- quien ya se ha colocado en el cuarto lugar en las preferencias del voto, pisando el tercer lugar de Fillon y con la posibilidad de acaparar el sufragio de un 40 por ciento de los electores que se dicen indecisos.

 Mélenchon es un “pied noir” (pie negro) como se les llama a los franceses que nacieron en las antiguas colonias africadas –el nació en Marruecos- y desde hace años tiene un discurso ‘anti-sistema’. Fue candidato presidencial en el 2012 y quedó en cuarto lugar en la primera ronda con un 11 por ciento de sufragios. Ahora, Mélenchon sorprende en el escenario comicial por la estrategia innovadora de su actual campaña: la plataforma digital, es decir, el uso de las redes sociales y la tecnología.

 Ha realizado  mítines simultáneos en dos o tres lugares distintos gracias a la proyección de hologramas en tiempo real. Es decir, un haz de rayo láser reproduce su figura pronunciando el discurso en varios sitios a la vez, lo que le ahorra recursos económicos y ha resultado un éxito total. Esto es apoyado con transmisiones en vivo en Feisbuk, Youtube, Periscope e Instagram. Es el candidato con el don de la oblicuidad –la posibilidad de estar en varias partes a la vez-, dicen sus seguidores.

Lo malo es que el tiempo juega en su contra porque su escalada en la intención del voto está en curso, pero las elecciones ya son el domingo. La incertidumbre está en ver si logra convencer al 40 por ciento de los indecisos y colarse a la segunda vuelta, que sería un duelo de la derecha o la ultraderecha contra la extrema izquierda, no visto hace mucho. Así, corren inéditos en una de las democracias más antiguas del mundo, la francesa.

 

EXHIBIDO Y TRAICIONADO

“Mía es la venganza y la retribución. A su tiempo, el pie de ellos (los malvados) resbalará porque el día de la calamidad ya se acerca, ya se apresura lo que les está preparado”, dijo Dios a los redactores del Deuteronomio o Segunda Ley. Para los terrenales valió la pena esperar pues aunque haya sido pactada la entrega a las autoridades, el exgobernador Javier Duarte  ya está en una jaula y exhibido en su esencia, como un criminal.

Duerme sobre piedra, rodeado de otros malvivientes, los cuales ya lo identificaron y le gritan improperios.  Además come lo mismo que los demás internos en Panajachel. Lo esculcan, lo esposan y lo exhiben descalzo y tirado en un vehículo. No es el único que agravió a los veracruzanos que debe estar encarcelado, pero por algo se empieza. Ya caerán los otros malhechores, hay que esperar.

El miércoles lo llevaron ante un juez guatemalteco y le leyeron –parte de- sus fechorías. Ver a Duarte con las manos atadas y escoltado por policías despierta un peculiar placer –quizás un poco indebido pero humanamente justificable -, a pesar de que le dan un mejor trato que ese que él mismo ordenó para la periodista Marijose Gamboa a la que torturaron y aterrorizaron durante su secuestro penitenciario.

También tiene un mejor destino que el que decidió –por complicidad directa u omisión- para miles de veracruzanos asesinados y desaparecidos, entre ellos 24 periodistas. El agravio también tolerado a esta casa editorial, El Buen Tono, incendiada por manos criminales en noviembre del 2011, y cuyos autores materiales e intelectuales fueron protegidos por su Gobierno.

El destino o la justicia divina lo alcanzaron, y así lo querían ver los veracruzanos: preso y maniatado. Duarte, su impresentable antecesor y el resto de sus cómplices no tuvieron piedad con los que despojaron y condenaron a una suerte fatídica. Entonces, tampoco hay porqué allegarles misericordia. “Mía es la venganza”, dice el Señor. Sí, que la tome, es de él, no de los hombres, pero eso no impedirá el regocijo de todos los mortales al verlo enjaulado. Suculento deleite es ver caer a los tiranos.

Por cierto, en la comparecencia de Duarte de Ochoa ante el tribunal guatemalteco del pasado miércoles y que rompió récord de audiencia pues hoy en día es la noticia más vendida en México, se ventilaron algunas perlas contenidas en el expediente judicial de la PGR, especialmente las delaciones de los amigos, socios y prestanombres del exgobernador. Los que eran sus protegidos lo traicionaron y ‘cantaron’ –como se dice en el argot judicial- revelando la maraña de chanchullos.

Lo más procaz, aunque no sorprendente, fueron las confesiones –más bien acusaciones- del exsecretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez, hoy preso en el penal de Pacho Viejo, en Coatepec, quien dio una lista de negocios, transas en el manejo del presupuesto y propiedades inmobiliarias de Duarte de Ochoa. En la cárcel se le acabó el amor  por su exjefe, quien se desvivía por él. Vaya, el mismo Duarte decía, a quienes le preguntaban sobre las exigencias para despedirlo, que antes de correr a Bermúdez del gabinete echaba a su esposa o él mismo se iba. De ese tamaño era la bienquerencia, hoy traicionada.

En la misma audiencia judicial, se soltaron pistas que no tienen desperdicio. Fue exhibida, por ejemplo, Karime Macías, la esposa del exgobernador, como directamente implicada en la trama para robarse el dinero público, y quien hasta la fecha sospechosamente no está imputada judicialmente. También salió embarrado el diputado local por Córdoba, Juan Manuel del Castillo y el legislador Federal, Tarek Abdalá, extesorero del Gobierno duartista.

Por cierto, ayer se supo que Karime Macías junto con sus tres hijos y padres salieron rumbo a Londres, Inglaterra. En las redes sociales se difundieron fotografías de ellos en la sala de espera del aeropuerto de Gautemala. Es la huida al extranjero con la complacencia de las autoridades. Dejan ir a Karime, el cerebro tras el  hurto, la que escribía sin cesar: “si merezco abundancia” mientras se robaba el dinero de los veracruzanos.

También se había especulado que el cordobés Juan Manuel del Castillo había huido aunque después declaró a la prensa que no lo hizo ni lo pretende hacer. Claro, el tipo tiene fuero constitucional por ser Legislador aunque éste le durará hasta el 2018 o antes, si es que se animan a iniciarle un juicio de desafuero. Otra versión apunta a que Del Castillo ya negoció a nivel local la impunidad a cambio de proporcionar información sobre el latrocinio y devolver parte de lo que se robó, el famoso “vomito negro”.

Y el que de plano ya se fugó en silencio es el innombrable, el exgobernante titiritero de Duarte. Las versiones indican que desde el momento que se supo de la detención del cordobés en Guatemala, el impresentable personaje hizo maletas y se subió a un avión privado con rumbo a Vancouver, Canadá, donde su primogénito Fidel Herrera Borunda es cónsul comercial de México. El innombrable es el padre de todos los criminales de la
fidelidad, a ese deben atrapar y meterlo en una jaula. Algo que no debe perderse de vista, es que en Canadá es dificultoso el trámite de extradición y que el expediente judicial contra el innombrable lo llevan las autoridades veracruzanas, no la Federación. He ahí el detalle.

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