


DE LA REDACCIÓN
EL BUEN TONO
Atoyac.- El miedo se apoderó de los habitantes de la congregación Villa General Miguel Alemán – Potrero Nuevo la tarde del jueves, cuando una violenta balacera se desató en el trayecto entre la cabecera municipal y esta comunidad, poniendo en riesgo a decenas de civiles que se resguardaron como pudieron ante la falta de una respuesta oportuna de las autoridades.
Según testimonios de vecinos, el ataque armado ocurrió en plena tarde, cuando varias familias se encontraban en sus actividades cotidianas. En la iglesia del nuevo templo de Cristo Rey, feligreses que asistían a misa tuvieron que tirarse “pecho tierra” al escuchar los disparos, mientras que en el campo deportivo, donde se jugaba un partido de fútbol, padres de familia y niños corrieron en busca de refugio ante el sonido de las detonaciones.
Pero lo más preocupante fue que, según testigos, al menos seis balazos fueron disparados frente al Palacio Municipal, en un acto que evidenció la falta de vigilancia en un lugar que debería ser prioritario para la seguridad. Afortunadamente, no se reportaron heridos, pero solo porque el edificio estaba vacío a esa hora.
Vecinos cuestionaron la falta de presencia policial y operativos preventivos en la zona, pues aunque este no es el primer incidente violento en la región, las autoridades municipales y estatales no han implementado estrategias efectivas para frenar la ola de inseguridad.
Después de la balacera se dió a conocer que habia un masculino ejecutado, más tarde sus familiares lo identificaron como KEVIN de 16 años, quien murió tras impactos de bala, hasta el momento no se ha esclarecido los hechos, por lo que en ese municipio nadie esta seguro, argumentan los vecinos.
“Nos sentimos abandonados. ¿Dónde están los policías? ¿Por qué no patrullan más seguido aquí? Hoy no pasó a mayores, pero mañana podríamos no tener la misma suerte”, denunció un habitante de Potrero Nuevo.
Ante la ola de violencia, la ciudadanía exige a las autoridades, encabezadas por el alcalde Carlos Alberto Ventura de la Paz, que refuercen la seguridad en la zona y no minimicen estos hechos. “No queremos más discursos, queremos seguridad”, exigió otra residente.


