
El próximo miércoles 7 de mayo de 2025, comenzará en la Capilla Sixtina uno de los procesos más solemnes e históricos de la Iglesia católica: el cónclave para elegir al nuevo Papa, tras el fallecimiento de Francisco el pasado 21 de abril a los 88 años.
Un total de 133 cardenales menores de 80 años están convocados a esta elección, donde deberán alcanzar una mayoría de dos tercios de los votos para nombrar al próximo líder de la Iglesia.
🔄 ¿Qué ocurre si no hay acuerdo?
Los cardenales votan cuatro veces al día (dos por la mañana y dos por la tarde). Si no hay consenso, el humo negro de las papeletas quemadas anunciará que el mundo católico debe seguir esperando.
Este proceso puede repetirse hasta 33 o 34 votaciones, es decir, alrededor de nueve días. Si después de este tiempo no se ha elegido un Papa, se activa un mecanismo excepcional previsto en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis: los cardenales pueden cambiar el método de elección.
En ese caso, la opción más frecuente es reducir la votación a los dos candidatos más votados y permitir que la decisión final se tome por mayoría simple, con tal de evitar un estancamiento prolongado como los que se vivieron en siglos pasados.
🔐 Cónclave bajo estrictas normas de secreto
Durante todo el proceso, rige un estricto protocolo para preservar la confidencialidad y la integridad del cónclave:
- Los cardenales no pueden salir del Vaticano ni tener contacto con el exterior.
- Se prohíbe cualquier tipo de presión política o influencia externa.
- Todos deben juramentar absoluto secreto sobre lo que ocurre durante las deliberaciones.
La elección del nuevo Papa no solo es un momento clave para la Iglesia, sino también para el escenario político y espiritual mundial. Con el fallecimiento de Francisco, se cierra un ciclo y se abre una nueva era cuya figura central está a punto de definirse.
📌 ¿Será un pontífice reformista, conservador o un puente entre generaciones? El mundo observa atento el humo que saldrá de la chimenea vaticana.
