

Las noticias sobre el enfrentamiento pos-electoral entre el gobernante saliente y el entrante, así como los escándalos por la corrupción galopante de la clase Política local están rebasadas por la nota roja. En las últimas dos semanas los hechos criminales han roto récords en la entidad y acaparan los espacios informativos pues, como ya se había dicho en una columna anterior, Veracruz vive días aciagos similares a los registrados en la peor época de la fidelidad, cuando al crimen organizado se le dio permiso de operar libremente.
En días recientes todos han sido testigos de las expresiones más pavorosas para exterminar a la gente, entre ellas la mutilación –y exhibición- de los cuerpos de las víctimas o el allanamiento de edificios públicos para asesinar a quienes son blanco de la mafia. En el puerto de Veracruz -ya se citó con anterioridad- un grupo de sicarios ingresó al hospital de la Cruz Roja para rematar a un joven al que habían perseguido a balazos por la ciudad.
También en la conurbación Veracruz-Boca del Río, otro joven fue asesinado y su cadáver cortado en pedazos para ser introducido en una maleta que fue arrojada en las escolleras. Pero la violencia ha subido de nivel pues el viernes pasado sucedió algo que no se veía más que en Estados como Guerrero, Michoacán y Coahuila: el viernes pasado un grupo armado allanó los poblados El Limón, La Báscula y Ojital, del municipio de Alto Lucero, saqueando viviendas y secuestrando a una veintena de personas, en su mayoría pequeños productores de queso y campesinos.
Ocho de ellos fueron asesinados en un paraje de la comunidad Mesa 24. Fue una ejecución sumaria. Las autoridades afirman que son las únicas víctimas y que algunos delincuentes ya fueron detenidos, según lo anunciado ayer por el gobernador en funciones, Javier Duarte de Ochoa, quien ofreció una declaración de prensa en el hangar del aeropuerto El Lencero. No obstante, las versiones paralelas hablan de una cosa peor, de una venganza masiva contra los lugareños que se habían quejado por la presencia de hombres armados en la zona y habían solicitado el ingreso de los cuerpos de Seguridad Pública.
El reporte oficial es de siete detenidos pero los lugareños hablan de que eran como sesenta sicarios los que allanaron los poblados. También se dijo que son ocho personas las asesinadas pero la versión extraoficial habla de entre 15 y 17 así como varios plagiados que siguen sin aparecer. La agresión tiene los rasgos de una “vendetta” contra comunidades locales, lo que hace recordar la masacre de Allende, en Coahuila, donde los pobladores fueron literalmente exterminados por un Cártel de la droga como venganza contra uno de sus capos que tenía familiares allí y que traicionó a la organización.
En Veracruz, el vacío de poder también conduce a la sicosis colectiva. En vísperas del inicio del año escolar, previsto para hoy lunes, cuando regresan miles de estudiantes y maestros a las actividades académicas -tan sólo en el nivel básico son 1.6 millones de niños y 90 mil docentes- se difundieron, en las redes sociales, mensajes de advertencia sobre posibles ataques de la delincuencia contra centros escolares y mentores. En esos mismos mensajes se sugiere a los padres de familia no llevar a los niños a los colegios por el riesgo que implica.
Las autoridades estatales sostienen que son advertencias falsas y aviesas, sin embargo ¿quién le cree a los funcionarios?, Nadie, y tal es el pánico colectivo que las dirigencias de los sindicatos magisteriales ya solicitaron el resguardo de los centros educativos por parte de la Secretaría de Seguridad Pública –a buen árbol se arriman- sobre todo en zonas urbanas y ciudades catalogadas con alto incidencia del crimen organizado. Las regiones son, obviamente, los municipios que están bajo fuego y a lo que los gobiernos Estatal y Federal dejaron a su suerte.
De los 212 municipios, los estudiosos deducen que al menos 50 de ellos están bajo el dominio de cárteles de la droga y cinco son los más catastróficos, al grado de que figuran en las estadísticas nacionales de regiones por la violencia imparable. También ya se había expuesto en este espacio que de acuerdo a un análisis de académicos, las cinco ciudades más violentas de la entidad son, en ese orden por estadísticas de criminalidad, Coatzacoalcos, Poza Rica, Córdoba, Veracruz y Jalapa.
Los estudiosos del tema también afirman que la “ola” de violencia obedece a la disputa del territorio por parte de, al menos, tres cárteles de la droga y el ‘reacomodo’ que se debe de dar por el cambio de Gobierno Estatal. Es factible pero también esa ráfaga criminal es consecuencia de la inexistencia de autoridad, del Estado fallido y de una Policía –en todos sus niveles- que no combate sino complace.
La nota roja es, pues, la que mancha los días de todos los veracruzanos, y lo peor es que no hay para cuando pare. Por eso no se equivocan los que piden que el Gobierno Federal intervenga con urgencia en Veracruz nombrando un comisionado especial en Seguridad Pública o un interventor para recuperar la gobernabilidad.
MISIÓN CUMPLIDA: RÍOS
La administración municipal de Córdoba que encabeza el “panista” Tomás Ríos Bernal está rindiendo buenas cuentas… pero al tricolor porque el fin de semana fue ratificado el triunfo del candidato priista a la diputación por el Distrito 19, Juan Manuel del Castillo. Es del conocimiento popular que la panista María de los Ángeles Sahagún fue una candidata de paja para allanarle el camino al priista y que el Ayuntamiento cordobés operó en contra del mismo blanquiazul.
No sólo porque las acciones fueron encaminadas a arropar el proselitismo del expanista Juan Bueno Torio en lugar de que lo hicieran para favorecer al candidato de Acción Nacional a la gubernatura sino porque el mal Gobierno municipal de Ríos Bernal ofreció las condiciones para que los ciudadanos rechazaran a la abanderada panista. Al final de cuentas ese era el objetivo y Tomás Ríos cumplió la misión encomendada: entrega el distrito al priismo y ahora seguramente va por la alcaldía.
De la parte de Juan Manuel del Castillo, el fallo de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), es un respiro momentáneo pues es evidente que si el órgano jurisdiccional no le quitó la curul, tampoco durará mucho tiempo en la misma, ya que una de las promesas que ha hecho el Gobernador electo, Miguel Ángel Yunes es iniciar juicios de procedencia contra los colaboradores del gabinete actual que están señalados del daño financiero a la entidad.
Del Castillo fue subsecretario de Administración y Finanzas de la Sefiplan y figura en las denuncias abiertas a nivel Federal y Local por desvío del erario público, simulación en las devoluciones de las ministraciones Federales y evasión Fiscal. Tal vez dure unas semanas o unos meses en la Diputación, pero el beneficiado a largo plazo –también ya se ha dicho- es su suplente, el engominado Sergio de la Llave.
Una situación parecida se da en el Distrito de San Andrés Tuxtla con el exoficial mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), Vicente Benítez González, abanderado del Partido Nueva Alianza –léase: del PRI- y quien fue ratificado como ganador por el Tribunal Electoral de Veracruz (TEV), aunque el fallo fue impugnado y será la Sala Regional del TEPJF la que finalmente valide o revoque su diputación. Vicente Benítez, quien también fue Tesorero Estatal, aparece en pesquisas judiciales por desvío de fondos públicos y enriquecimiento ilícito.
Es más, hay una investigación en curso por el Gobierno de Costa Rica –de donde es originaria su esposa- por ‘lavado de dinero’ por medio de compras inmobiliarias y apertura de negocios en ese país centroamericano. De llegar a la curul, Benítez tampoco durará mucho tiempo allí pues será sujeto a juicio de procedencia. En este caso, el ganador será una vez más el suplente del exfuncionario. Vaya, antes los políticos tenían el grito de batalla: “Suplente, ni de Dios” pero de un tiempo para acá esta posición se convirtió en un negocio seguro. ¿O no?
VEINTE DÍAS DESPUÉS
Y al otro lado del océano también sigue la zozobra para algunos veracruzanos pues en París, Francia, ya se cumplen veinte días de la desaparición del profesor universitario José Luis Zamora Valdez cuyo paradero se desconoce desde el pasado 3 de agosto. Un hermano del catedrático, de nombre Alberto, ya se encuentra en la capital gala apoyando en la búsqueda, sin embargo, hasta el momento la Prefectura de la Policía francesa no lo ha recibido para darle información sobre la búsqueda.
Lo anterior pese a que existe una denuncia formal abierta en la misma e incluso la Interpol emitió una ficha de búsqueda. A la fecha –al menos hasta anoche- Zamora seguía como desaparecido y no se conocía nada sobre el avance de la pesquisa. Los familiares del catedrático se quejan de la falta de información por parte de las autoridades francesas. “Seguimos en la oscuridad y sin ninguna pista”, postearon en la comunidad abierta en las redes sociales con el nombre “Busco a Pepe”.
El sitio web de noticias Mediapart ironiza sobre el caso: “Ahora los mexicanos desaparecen en París. Pensándose que hay seguridad en Europa y que las desapariciones (sólo) son frecuentes en su país (México), este profesor desxapareció hace ya tres semanas y su familia se consume sin noticias”. No solo por la ciudad se han pegado carteles con la fotografía y los datos del catedrático desaparecido sino que a diario, a las 15:00 horas, se reúnen algunos de la comunidad mexicana en París para hacer oración comunitaria por su pronta localización.
