


Córdoba.- Karla Elizeth Andrade Ruiz trae la tradición torera en el alma por haber nacido en la ciudad de Aguascalientes, aunque mujer pequeña es valiente entre los valientes, ya que se dedica al arte de la tauromaquia, como parte del espectáculo de los enanitos toreros.
“Empecé desde muy joven en la artisteada. Me gustó mucho el trabajo por estar rodeada de varias personas pequeñas como yo”, expresó.
Al igual que muchos de sus amigos de talla baja. como ella, Karla dice que su infancia fue difícil porque la mayoría de los niños la ofendían y la golpeaban por el simple hecho de ser enanita.
“Yo, al igual que muchos amigos míos de baja estatura como yo, coincidimos en que no nos sentimos cómodos al estar cerca de los niños, ya que todavía no superamos el daño que a muchos de nosotros nos hicieron en la
infancia”, relató.
“Los niños son muy persistentes en lo que dicen y quieren, por lo que cuándo me salen con la clásica pregunta ‘¿porqué naciste así?’ al explicarles no termino de resolver sus dudas y siempre tienen más preguntas”, externó.
Al cuestionarla de por qué si no se siente a gusto con niños, trabaja para entretenerlos?, respondió:
“Con el paso del tiempo te das cuanta de que no importa lo que piensen los demás. Debes realizar las cosas que te gustan más y eso es lo que hago, a mí me gusta torear e imitar artistas, por lo que hago a un lado mi temor y me enfoco en lo que sé hacer y
amo”, expuso.
Entre las anécdotas que comentó Karla, mencionó que en una de las tantas ocasiones en las que tuvo percances con los becerros de lidia que torea, uno de ellos le pegó en la cara dejándole sus
labios rotos.
“Fue intenso, peligroso y tuve miedo, pero eso no me impidió continuar en el toreo. Cuándo me recuperé de las 16 puntadas que me dieron, pise nuevamente el ruedo para enfrentar mi miedo y vencerlo”, dijo con aplomo.
Karla Romero, cómo artísticamente la conocen, finalizó la entrevista diciendo que nada es imposible, que todo se puede, cuando uno se lo propone y que si se cierran las puertas en “trabajos normales”, no quiere decir que uno se debe dar
por vencido.
Debe seguir un destino fuera del camino, ya que, aunque el mundo se rige de reglas, el medio artístico se rige de oportunidades y destrezas,
puntualizó.
MARTHA MUÑOZ ASCENCIO
EL BUEN TONO


