Efraín Hernández
El Buen Tono
Aunque Fortín ya no ostenta el título de “de las Flores”, su tradición en la producción de plantas continúa, pero en el abandono. La actual administración de Gerardo Rosales Victoria ha dejado de lado a quienes se dedican a este oficio, sin brindarles apoyo ni recursos. Estos cultivadores enfrentan una dura realidad: deben cubrir sus propios gastos y muchas veces pasan jornadas sin clientes, lo que pone en riesgo la continuidad de sus negocios.
Un claro ejemplo es Silvia Martínez Rodríguez, quien durante casi tres décadas ha trabajado en la siembra y comercialización de diversas especies en Vivero Lili, establecimiento ubicado en el Parque de los Viveros, a un costado de la carretera federal Fortín–Huatusco. Desde este punto, sostiene viva una práctica que identifica al municipio, pese a la falta de respaldo oficial.
En el vivero se pueden encontrar plantas para sol y sombra, desde crisantemos, geranios y gálateos hasta cuernos de alce, cola de mono y una amplia variedad de cactus, muchas de ellas cultivadas y reproducidas en el mismo sitio para asegurar su calidad y adaptación al clima local.
Los precios accesibles que ofrece Vivero Lili contrastan con los altos costos que se encuentran en otros lugares, ya que aquí la planta se multiplica y se cuida con esmero, lo que beneficia a los clientes y garantiza su durabilidad.
