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AGENDA DE SEGURIDAD

Superiberia

 Por: Andrés Timoteo  / columnista

Comenzó la segunda de las nueve semanas de campaña que realizarán los aspirantes a la Gubernatura. La agenda de la primera fue marcada por el candidato de la alianza “Por Veracruz al Frente”, Miguel Ángel Yunes Márquez, específicamente en el tema de Seguridad Pública, pues su propuesta, emitida el lunes pasado, dominó en la prensa para bien o para mal. Los otros competidores se limitaron a reaccionar a la misma.

Como dicen en los jaripeos, Yunes Márquez les ganó el brinco al abordar ese tópico que no sólo es de alta prioridad para Veracruz, sino que además es un lastre en la Administración que encabeza su padre, el gobernante en funciones. Así, al encarar el tema con propuestas específicas se adelantó a los ataques que sin duda le seguirán lanzando sus competidores.

O sea, tomó ‘al toro por los cuernos’ antes de que lo embistiera -como también se dice en los jaripeos-, pues los índices de inseguridad en los 17 meses de la actual Administración que encabeza su padre, Miguel Ángel Yunes Linares, son una bandera que usan para descalificarlo. Entonces, la agenda de la primera semana de campaña la impuso el panista y los otros contendientes la siguieron.

El candidato de la coalición PRI-PVEM, José Yunes Zorrilla, acusó que el boqueño recicló una propuesta del tricolor de hace algunos años, la del famoso Mando Único Policiaco, mientras que su vocero oficial y sus portavoces sin cartera se dedicaron a descalificar el anuncio de que contratará los servicios de consultoría y asesoramiento del exalcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani.

Cuitláhuac García Jiménez de Morena-PT-PES no se molestó en alimentar la polémica con una contrapropuesta, simplemente la descalificó repitiendo lo de siempre: “Si el padre no pudo, el bodoque menos”. Un razonamiento divertido y propio para la guasa, pero insuficiente para convencer al elector informado -y obviamente preocupado- de la inseguridad pública. El morenista no ha planteado nada serio sobre el tema.

Ha dicho algunas acciones ambiguas y ancladas en las propuestas generales que hace el candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, como que dará becas a los jóvenes, aumentará sueldos a policías y que habrá coordinación entre fuerzas federales y estatales, pero de ahí no ha planteado algo específico para el contexto veracruzano. Lo dicho por García Jiménez es a largo plazo, que ya se ha hecho -como en el caso de la coordinación entre fuerzas federales y locales- o que raya en la utopía.

No obstante, el candidato de Morena tiene ésta y siete semanas más para elaborar y presentar una propuesta seria en Seguridad Pública. Los planteamientos de Yunes Márquez y García Jiménez, respecto al tema, son los que la ciudadanía deberá analizar cuidadosamente porque entre esos dos contendientes está el próximo Gobernador, algo que ya se ha dicho. Lo que digan los otros dos candidatos, José Yunes Zorrilla y Miriam Judith González Sheridan del PAN, será simplemente anecdótico, ya que ninguno tiene posibilidad de ganar el 1 de julio venidero.

 

EL SíNDROME DE ESTOCOLMO

También habrá que ver qué depara la segunda semana de proselitismo. Por lo pronto se anuncia que el candidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador, realice dos giras más por el Norte de la Entidad y la región tuxtleca para apoyar al candidato estatal, Cuitláhuac García. El primer recorrido lo hará el jueves 10 de mayo en Pánuco, Tantoyuca y Tuxpan de la huasteca veracruzana.

En el Norte veracruzano la presencia de Morena es escasa y por eso se incluyó en las primeras giras del tabasqueño durante el período formal de campaña por la Gubernatura. Lo mismo que en el segundo recorrido que hará tres días después, el 13 de mayo, en San Andrés Tuxtla, Cosamaloapan y Huatusco, donde la presencia de Morena es incipiente.

Y en este último municipio será importante observar el mitin de López Obrador con detenimiento porque es el terruño de uno de sus nuevos aliados, el exsenador gordillista, Rafael Ochoa Guzmán, exsecretario del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), quien opera las llamadas Redes Progresistas, una estructura con maestros sentitas para promover el voto y cuidar casillas el día de la elección.

El tamaño sí importa, diría el clásico, y se verá si los Ochoa logran armarle una reunión multitudinaria en Huatusco al candidato de Morena. Es lo menos que se espera, dado lo que están cobrando por adherirse al tabasqueño. Ochoa Guzmán, el patriarca del clan, va como candidato plurinominal a San Lázaro, mientras que su hija, la exalcaldesa de Huatusco y exfuncionaria duartista, Zaira Ochoa Valdivia, es candidata plurinominal a una Diputación Local.

Por cierto, hablando de nuevos e impresentables aliados de Morena, en días pasados López Obrador recibió con los brazos abiertos al exdirigente nacional del PAN, Manuel Espino Barrientos, uno de sus acérrimos críticos y atacantes en los comicios del 2006 y quien ayudó a Felipe Calderón a robarse la elección. Espino ya está perdonado por la gracia de López Obrador, quien lo nombró coordinador de Organizaciones Sociales y Civiles de su campaña.

No cabe duda de que al tabasqueño le aqueja el Síndrome de Estocolmo, porque se enamora de sus verdugos. Manuel Espino es uno de los mercenarios de la clase política, ultraderechista, reaccionario y que se vende al mejor postor. ¿Qué pensará la escritora Elena Poniatowska de tal nombramiento cuando en el 2006 fue atacada ferozmente por Espino por apoyar a López Obrador? Lo que hace el pragmático tabasqueño para tratar de ganar, abrazando y besando a los endemoniados.

Regresando al tema de la campaña local, el candidato de Morena a nivel Local, Cuitláhuac García, después de los actos masivos de Orizaba, Córdoba y Zongolica con López Obrador, recorrió en solitario los municipios de Comapa, Sochiapa e Ixhuatlán del Café, de la zona Centro, donde prefirió hacer visitas de casa en casa que convocar a un mitin formal, pues no llena una plaza de pueblo por su cuenta.

El Diputado Federal con licencia es inocuo por sí mismo y necesita estar colgado de las valencianas del tabasqueño para que la convocatoria funcione. Y de esos recorridos nadie se enteró. Fueron unos cuantos medios informativos de la zona los que se ocuparon de cubrir al candidato en su periplo solitario. Entiéndase pues: el competidor en Veracruz también es López Obrador, no Cuitláhuac García.

 

APELLIDO MUTILADO

Aunque se ha dicho que su participación en la contienda por la Gubernatura es anecdótica porque no ganará los comicios, es interesante ver las maniobras infructuosas que realiza el candidato del partido más añejo, el PRI, José Yunes Zorrilla. Ahora decidió quitarse el apellido paterno en su publicidad.  En los promocionales ahora aparece simplemente como “Pepe” sin el “Yunes”.

Lo anterior tal vez para distanciarse de los Yunes azules –el que gobierna, Yunes Linares y su hijo, Yunes Márquez, quien es su contrincante en la disputa electoral-, a pesar de que no es pariente de ellos ni tampoco de su homólogo, el senador priista Héctor Yunes Landa. El peroteño busca, dicen algunos de sus cercanos, posicionar su nombre y su historial personal.

Lo malo es que no puede borrar el nombre y el logo del PRI, que ese es el que le acarrea mala fama y el motivo por el cual los veracruzanos no votarán por él. Pero no es el primer Yunes que se avergüenza de su apellido. Hay que recordar que hace tiempo hizo lo mismo el fortinense, Oliver Aguilar Yunes, hermano del actual diputado federal por Córdoba, Marco Antonio Aguilar Yunes.

Oliver Aguilar fue varias veces candidato a Diputado por el PRI, en la era de la fidelidad cuando el innombrable odiaba a los Yunes y prometía que ninguno que llevara ese apellido iba a gobernar Veracruz. Pues para darle gusto, Aguilar Yunes en su propaganda se quitó el apellido materno e intentó promocionarse solamente como “Oliver Aguilar”, aunque ni así ganó nunca.

Vaya, lo que son las cosas, para unos, el apellido Yunes es una marca y le apuestan a ella para allegarse votos. Es más, actualmente el candidato de la alianza PAN-PRD-MC utiliza una canción de campaña en la que lo promocionan como “ChiquiYunes” explotándolo electoralmente. Para personajes como Aguilar Yunes y Yunes Zorrilla, el apellido es una losa que les pesa y prefieren mutilárselo.

Por cierto, ayer el periódico El Universal dio a conocer que el consultor español, Aleix Sanmartín, experto en la llamada “propaganda negra” y “guerra sucia”, y que ha asesorado a candidatos de varios países de América Latina -entre ellos panistas y perredistas de México- es el asesor estrella de José Yunes Zorrilla. ¿Habrá sido este señor quien le aconsejó al peroteño mocharse el apellido?

El publicista Sanmartín también asesora a la candidata presidencial “independiente”, Margarita Zavala de Calderón, quien el fin de semana estuvo de gira en la conurbación Veracruz-Boca del Río, donde pasó sin pena ni gloria. La esposa del expresidente Felipe Calderón ni reúne ni entusiasma a las masas. Todos los que anticipaban que a su salida del PAN se llevaría a la militancia, mintieron.

Para concluir el tema electoral, el sábado también estuvo en Veracruz el candidato presidencial del PRI, José Antonio Meade. En Poza Rica se reunió con trabadores petroleros a los que prometió prosperidad y seguridad, pero lo sorprendente es que Meade quiere promoverse como un candidato ciudadano, del cambio y la decencia, pero otra vez se hizo acompañar por el corruptísimo líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps.

Peor aún, el propio Romero Deschamps dijo en su discurso que “la casa (PRI) está sucia”, pero para limpiarla no se necesita derrumbarla, nada más “corregir lo que nos duele e incomoda”. Es lo inaudito, el sucio hablando de suciedad. Vaya, y así Yunes Zorrilla quiere que voten por él y por su Partido. No le alcanzará ni cercenándose el apellido.

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