Córdoba.- El asesinato de Luis Sáinz, se suma a una larga lista de ciudadanos que han pagado con su vida el costo de una autoridad cobarde y displiscente, indolente y apática ante el clamor de seguridad que se extiende ya por todas las colonias, por todos los rumbos de nuestra ciudad.
Para orquestar la presencia de estos recursos y apoyos de las dependencias federales o estatales, primero hay que querer hacerlo, y esto es precisamente lo que en Córdoba está faltando, ganas de servir, voluntad de trabajo, de decisión y de acción.
En Córdoba el fracaso es evidente, como puede serlo también en otras regiones y otras ciudades de nuestro estado y nuestro país por la cantidad de delitos que se cometen, la mayoría de ellos todavía en investigación y sin culpables. Sin embargo, Córdoba se distingue de aquellas otras por contar con un Presidente Municipal que ha demostrado no sólo ineptitud y falta de carácter para dirigir los destinos inmediatos de nuestro Municipio, pero también miedo.
A Tomás Ríos el tema de Seguridad, simplemente no le interesa. Evita hablar del tema por temor y por supuesto, el querer evadir la responsabilidad no lo exime de ser precisamente el primer responsable de lo que en Córdoba sucede.
El Buen Tono