- En el quirófano
Ruth Rodríguez
Columnista
La luna de miel que el gobierno federal mantuvo con la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) casi termina en divorcio, por los conflictos que tuvo con el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi).
Y es que el organismo internacional tardó para concretar los contratos con las farmacéuticas y obtener las medicinas y material de curación necesarios a fin de cubrir el desabasto que aqueja a los hospitales del sector salud.
El no conocer el mercado mexicano farmacéutico y el proceso tan lento de revisión de cada competidor provocó que la UNOPS se viera rebasada en tiempos; por lo que quien tuvo que salir al rescate fue el Instituto Mexicano del Seguro Social, que, al final, ideó un Plan B y terminó haciendo las compras de 950 claves de medicamentos y material de curación.
Es decir, al final, el organismo que dirige Zoé Robledo se hizo cargo de casi la mitad de las dos mil 34 claves médicas, entre medicinas y materiales de curación, que se requieren cada año en los hospitales de la Secretaría de Salud, IMSS, ISSSTE, Pemex, Sedena, Marina y los 32 estados del país.
En 37 días, el gobierno federal, a través de seis mesas de trabajo donde participaron 116 servidores públicos de 11 dependencias, logró adquirir lo que a la UNOPS le tomó diez meses conseguir, que fue mil 38 claves entre medicinas y material de curación, de las cuales ha formalizado 995 claves.
Como ocurría en el pasado, en las anteriores administraciones, el IMSS volvió a tomar el mando de las compras consolidadas que este gobierno borró. Lo irónico del caso es que, en la práctica, ayer se dio por muerta a la Comisión Coordinadora para la Negociación de Precios de Medicamentos y otros Insumos para la Salud, que se encargaba de este procedimiento, al publicarse en el Diario Oficial de la Federación la derogación del acuerdo presidencial que le daba sustento.
Y digo irónico porque, al final, aunque con un nombre y formas distintas, el IMSS volvió para resolver el problema de desabasto de medicinas que no se agudizó aún más gracias a la pandemia por el covid-19, que dejó a millones de pacientes lejos de los hospitales y, por ende, lejos de sus medicinas.
Me imagino que, a estas alturas, el gobierno federal ya se dio cuenta de que se pudo ahorrar muchos dolores de cabeza si, en lugar de haberle pedido a la UNOPS ayuda, ellos mismos hubieran entrado a la mesa para la negociación de precios, pues bastaba con corregir el proceso de licitaciones para que todos pudieran jugar al mismo tiempo y cortar los cotos de poder y de monopolio que se crearon durante años.
ABATELENGUAS
A simple vista, uno diría que la UNOPS no tuvo la capacidad para comprar los dos mil 624 millones de piezas de medicinas y materiales de curación que se necesitan en los hospitales cada año, en donde el gobierno destinó 76 mil 969 millones de pesos.
A este organismo internacional incorruptible, en aras de su transparencia, le ganó el tiempo y, por si fuera poco, se enfrentó a un equipo encabezado por el Insabi que, me dicen, tenía cero experiencia en compras de medicinas y, además, con funcionarios con muy mal trato.
Lejos quedaron las risas y los abrazos que a finales de julio del 2020 se daban Juan Antonio Ferrer, director general del Insabi, y Giuseppe Mancinelli, director regional adjunto para América Latina y el Caribe de la UNOPS, por la firma de este convenio, que tenía como objetivo asegurar el abasto oportuno de medicamentos y materiales de curación.
BAJO EL MICROSCOPIO
Con los resultados de estas compras, y al ver las cifras, no se ganó nada para los millones de pacientes que están esperando sus medicinas.
Si bien sí rompieron el monopolio de las medicinas y fue una compra justa y equitativa, en donde la industria establecida en México y extranjera con operación en el país se llevó más del 95% de las adjudicaciones y hubo ahorros, lo cierto es que sólo han llegado 25.8 millones de piezas de medicamentos y materiales de curación y 170.7 millones están en tránsito compradas por la UNOPS. Mientras que las medicinas que compró el IMSS estarán llegando cada mes. El desabasto tardará en atenderse.
