in

CONDOLENCIA

Superiberia

 Por: Andrés Timoteo  /  columnista

Desde este espacio va un abrazo solidario  para las hermanas Juana María y María Teresa Toriz Javier por el fallecimiento de su padre, Manuel Toriz Lara, sucedido la madrugada de ayer en Córdoba. Para ellas así como para los otros integrantes de la familia y sus amigos, la solidaridad y el deseo de que el tiempo ayude a aliviar el dolor de la ausencia. Descanse en paz Don Manuel Toriz Lara.

PEDIR PERDÓN

Mañana jueves el senador priista José Yunes Zorrilla dará su quinto informe de gestiones como integrante de la Cámara Alta. No será un evento multitudinario sino acorde a la realidad del Partido Revolucionario Institucional (PRI): virtual, frío, casi a escondidas. El peroteño informará por medio de las redes sociales y eso debe preocupar a sus seguidores, pues si algo ha caracterizado al tricolor en las vísperas de los procesos electorales es la exhibición de maremagnos.

El aspirante más aventajado para la Gubernatura no tiene recursos para costear el evento o no tiene la multitud suficiente para pavonearse como lo han hecho siempre los tricolores. No es un tema trivial, pues el priismo siempre se mueve con su ortodoxia y cuando se rompe esa práctica es que algo no encaja, algo no anda bien. La forma es el fondo, lo dijo precisamente uno de los ideólogos del viejo partido, el tuxpeño Jesús Reyes Heroles.

Pero más allá de la forma, hay que ocuparse del fondo. Yunes Zorrilla va a informar sobre lo que ha hecho en cinco años como Senador, y aquí está el asunto interesante: el 80 por ciento de su tiempo legislativo coincidió con el Gobierno estatal de Javier Duarte de Ochoa y en ningún momento, ni por equivocación, se le escuchó levantar la voz ante las tropelías que el cordobés cometía contra el pueblo veracruzano.

Al contrario, Yunes Zorrilla gestionaba recursos ante la Federación y cuando éstos llegaban a la Secretaría de Sefiplan se los robaban, sin importarle que estuvieran “etiquetados”, es decir, que fueron destinados a una obra o un programa específico desde el altiplano. Hay un sinnúmero de obras que gestionó el peroteño y que nunca se realizaron porque los funcionarios duartistas se embolsaron el dinero gestionado por el Senador. ¿Y qué hizo Yunes Zorrilla? Calló.

También guardó silencio cuando saqueaban el tesoro estatal por medio de las empresas “fantasma”, cuando los jubilados se quedaban sin sus pensiones y eran apaleados al momento de protestar, cuando a los estudiantes les quitaron las becas, cuando se robaron el dinero para combatir la pobreza, cuando se paralizaron obras y servicios, y cuando a la Universidad Veracruzana le retuvieron las ministraciones que por Ley le correspondían. Yunes Zorrilla no dijo nada ante toda la cascada de robos.

Tampoco habló cuando las corporaciones policiacas, los agentes del Ministerio Público, los subprocuradores y los jueces fueron puestos al servicio del crimen organizado. Nunca tuvo una palabra para los desaparecidos ni sus familiares que los buscaban. Es más, ni siquiera por sus paisanos en Perote, asolados por la “ola” criminal, alzó la voz. Para el Senador nada pasaba con Duarte de Ochoa. Nunca le hizo un reproche. Nunca vio el baño de sangre en el que tenía a Veracruz.

Eso sí, se distanció un poco en el 2016 cuando quería ser candidato a la gubernatura por el tricolor y Duarte le puso obstáculos, pero no fue ruptura total sino espectáculo mediático. No hay que olvidar que semanas antes de que Duarte huyera, todavía Yunes Zorrilla se tomó la fotografía con el exgobernante, sonriente, como si la Entidad estuviera floreciendo y Duarte fuera un prohombre.

No hubo un solo momento en el que el Senador tuviera los tamaños suficientes para alzarse como verdadera oposición y criticarle abiertamente lo que pasaba en Veracruz. Balbuceaba si acaso,  pero eran más los silencios que las palabras. Se escudaba en eso que le han hecho creer sus voceros, de que es un “caballero de la política”, aunque más bien es fue un caballerango de Duarte y la fidelidad.

Pues bien, el día 7 de diciembre Yunes Zorrilla informará sobre sus cinco años como Legislador. ¿Qué se espera? Una retahíla de datos numéricos, aunque lo que debería hacer, si es que tiene un poco de pudor, es ofrecer una disculpa pública a los veracruzanos y demandarles el perdón por haber sido cómplice silencioso de Javier Duarte. También debería pedir perdón por haber traicionado a los veracruzanos en el Senado al aprobar Leyes dañinas para todos.

El peroteño avaló desde la Reforma Laboral hasta la Energética que privatizó el patrimonio petrolero, institucionalizó los ‘gasolinazos’ y llevó al País a un contexto similar de la época porfiriana. Peor aún, no se irá del Senado sin asentar otra puñalada con el aval a la Ley de Seguridad Interior que en estos días será votada en la Cámara Alta  y con la cual se institucionalizará la militarización del País y se restringirán las garantías constitucionales de la sociedad.

En fin, la incógnita es si el Senador y precandidato a la Gubernatura de Veracruz, José Yunes Zorrilla, pedirá perdón a los veracruzanos o seguirá con la simulación, como si no tuviera sobre su espalda pecados políticos, sociales, éticos y humanitarios por su complicidad con la fidelidad que tanto dañó a Veracruz.

 

INCONGRUENCIA MORTAL

Pero no sólo hay incongruencias en los priistas más mustios como Yunes Zorrilla, sino también entre los panistas que actualmente integran el Gobierno Estatal. Hay un caso inhumano e indignante que involucra a dos funcionarios de la Secretaría de Salud, la subdirectora administrativa, Laura Elena Gómez Juárez  y el subdirector de Recursos Humanos, Ricardo Fernando Moreno Rodríguez.

El viernes 01 de diciembre, un joven empleado de la Jurisdicción Sanitaria de San Andrés Tuxtla acudió a tramitar un préstamo a las oficinas administrativas de la dependencia en Xalapa. Debido al estrés, el trabajador sufrió un derrame cerebral cuando estaba en las mismas y pese a que se convulsionaba, nadie acudió en su ayuda, ¡¡y eso que estaban en un lugar donde velan por la salud!!

Durante media hora, el joven identificado como Carlos Alberto Espejo Santos, estuvo tirado en el suelo sin que nadie lo auxiliara. Gómez Juárez y Moreno Rodríguez estaban allí, vieron al empleado colapsar y ni se inmutaron, según cuentan los mismos trabajadores de la dependencia. Sólo treinta minutos más tarde autorizaron que se llamara a una ambulancia y fue canalizado a un hospital, donde pereció.

Fuentes de la Secretaría de Salud aseguran que si se le hubiera brindado atención médica inmediata y lo hubieran estabilizado, Espejo Santos hubiera podido sobrevivir. Seguramente los burócratas Laura Elena Gómez Juárez  y Ricardo Fernando Moreno Rodríguez no lo atendieron para no autorizarle el préstamo que solicitaba, ironizan con humor negro los mismos empleados, quienes acusan de negligencia a ambos funcionarios.

La muerte del empleado de 32 años fue lamentada por la Sección 71 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSS) en una publicación en Feisbuk en la que también se adosó  una fotografía del finado. Hasta el momento, y pese a la evidente negligencia y falta de auxilio a un trabajador enfermo, ni la Secretaría de Salud ni la Fiscalía General del Estado han abierto una investigación al respecto. ¿Sabrá de esto el gobernador Miguel Ángel Yunes? ¿Lo permitirá? ¿Se quedará sin castigo esa muerte?

 

¿PERDONAR AL “H”?

El  exabrupto del virtual candidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador, al anunciar que buscará dar amnistía a los capos del crimen organizado, se convirtió en una vorágine de críticas no sólo de sus malquerientes políticos sino de muchos líderes de opinión y analistas que ven la propuesta como descabellada. Aún así, los enajenados seguidores del tabasqueño repiten como pericos lo que dice y sin medir las consecuencias.

Una de ellas es la diputada federal Rocío Nahle, quien buscará la Senaduría en el 2018, y que  lanzó un perlario verbal indignante con tal de secundar al tabasqueño. Sin tapujos, la zacatecana dijo que no sólo los del Gobierno Federal deben sentarse a negociar con los capos del narcotráfico sino también los mandatarios estatales. “Tenemos que entablar un diálogo para entablar amnistía, quienes tienen incendiado este País, los grupos delincuenciales se pueden sentar con los gobernadores (sic)”, aseveró.

Vaya pragmatismo repugnante de la diputada de Morena por Coatzacoalcos, un distrito martirizado por el crimen, quien seguramente pretenderá que los sureños exculpen al famoso narco de su tierra de nombre Hernán Martínez Zavala y apodado “El Comandante H”, capturado recientemente y a quien le atribuyen decenas de asesinatos -incluidos los de cuatro niños de 3, 4, 5 y 6 años de edad en la colonia Nueva Calzada de esa ciudad-, secuestros, extorsiones y desapariciones.

¿Quién votará por Nahle, la que quiere perdonar al “H”?, y ¿Cuitláhuac García, el que quiere ser Gobernador postulado por Morena,  se sentará a negociar con los narcos como recomienda su colega? ¿Alguien en su sano juicio votará por él si abraza la propuesta de pactar con los narcos? Vaya que la ‘Paz Narca’ ya se vivió en Veracruz durante los últimos doce años con los gobiernos del innombrable y de Duarte, que pactaron con los cárteles del narcotráfico -aunque eso no disminuyó el baño de sangre- y ahora Morena quiere reinstaurarla.

CANAL OFICIAL

Dante apoya a Anaya

Resumen Meteorológico 06 de Diciembre 2017