Cuitláhuac.- El derribe de un árbol de la especie nacaxtle, de más de 400 años, en Puente Quebrado, provocó controversia, luego de que era considerado un ícono, debido a que ahí se celebraba misa y diversas reuniones.
Se conoció que quienes autorizaron la acción omitieron solicitar el permiso ante la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
La planta fue testigo de diversos eventos políticos y religiosos, luego de que pobladores lo consideraban como el punto de reunión cuando carecían de un lugar adecuado, por lo que varios expresaron su rechazo tras ser talado y otros aprueban su derribe.
Los residentes acusaron que el subagente municipal, Fidel Aguilar Garfias, aprobó que el árbol fuera derribado, situación que autorizó también Protección Civil tras un dictamen de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat); aunque la propietaria del predio donde se encontraba manifestó que sólo fue por el permiso que otorgó Protección Civil Municipal.
Algunas personas recordaron que en este lugar recibieron al gobernador, Miguel Alemán; así como que tenía la bendición de un sacerdote, puesto que sirvió para reunirse y celebrar la Eucaristía, entre otras historias.
Los ciudadanos a favor de que fuera talado, indicaron que era necesario debido a que representaba un peligro para la población porque ya no estaba en condiciones y en cualquier momento podría caerse, aunque el centro no se observó dañado.
La propietaria del predio, Blanca Díaz, expresó que “era un riesgo porque podría haberse caído en mi casa y la de unos vecinos, así también afectado el salón de usos múltiples”.
La especie se redujo a tablones, luego de ser un nacaxtle de dos metros de diámetro y 20 de altura, del que sólo quedaron recuerdos.
