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Crisis en Tulum: Playas privatizadas, turismo en caída y autoridades que miran hacia otro lado

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AGENCIA

Quintana Roo.- Tulum atraviesa una crisis que amenaza con borrar su imagen de paraíso turístico. A pesar de las advertencias de hoteleros, comerciantes y turistas sobre los abusos en los precios, la inseguridad y las restricciones de acceso a las playas, las autoridades locales y federales han actuado tarde y con tibieza.

La presidenta Claudia Sheinbaum reconoció este jueves que su gobierno ya revisa las irregularidades cometidas por hoteleros en Tulum, quienes bloquean el acceso a las playas públicas o lo condicionan al consumo en establecimientos privados. Durante su conferencia matutina, Sheinbaum confirmó que pidió a la secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez Zamora, atender el caso, luego de que el alcalde de Tulum, Diego Castañón, declarara que los visitantes pueden acceder al mar, pero sin ingresar alimentos, bebidas ni sombrillas.

Según Castañón, la medida busca “impulsar la economía local”, pero en realidad refuerza el control privado sobre espacios públicos. Con esta disposición, las familias mexicanas que deseen disfrutar de las playas sin pagar los precios excesivos de los clubes y hoteles quedan prácticamente excluidas.

El argumento del alcalde ha sido duramente criticado por turistas y residentes. En redes sociales, se viralizaron videos que muestran playas vacías, negocios cerrados y comerciantes disculpándose con el turismo nacional “por haberlo tratado mal durante años”. Los usuarios denunciaron discriminación, cobros abusivos y un deterioro generalizado en el trato al visitante mexicano, factores que han contribuido a la caída del turismo.

De acuerdo con el Sistema de Información Turística de Quintana Roo, la ocupación hotelera en Tulum se desplomó de 62.6 por ciento (%) en julio a 49.2% en la primera semana de octubre, un descenso alarmante para un destino que hace pocos años era considerado la joya del Caribe mexicano.

Mientras tanto, el gobierno federal parece reaccionar con lentitud. Aunque la presidenta Sheinbaum reconoció que existen prácticas ilegales al impedir el libre acceso a las playas, se limitó a señalar que el tema “ya se está atendiendo” y que tanto la Secretaría de Turismo como la gobernadora Mara Lezama revisarán la situación. Sin embargo, los habitantes y empresarios locales denuncian que las inspecciones y sanciones brillan por su ausencia.

La situación se agrava con la reducción del espacio público por la creación del Parque del Jaguar, proyecto federal que protege la zona arqueológica pero que, según testimonios, ha limitado aún más el acceso a las playas.

Medios nacionales y locales, como La Crónica de Hoy y Newsday Caribe, han documentado el colapso turístico de Tulum: Negocios cerrados, trabajadores emigrando y un ambiente de desconfianza. En los testimonios, turistas relatan precios fuera de control: Refrescos a 200 pesos, botellas de agua a 250 y platillos sencillos que superan los 700 pesos.

Tulum, que alguna vez fue símbolo del turismo sustentable y del contacto con la naturaleza, se enfrenta hoy a un panorama de exclusión y abuso. Ni el gobierno municipal ni el federal han sido capaces de detener la privatización de sus playas ni de recuperar la confianza del visitante nacional.

Mientras las autoridades se reparten responsabilidades, la economía local se hunde, y el “paraíso del Caribe mexicano” se convierte cada día más en un escenario de desigualdad, descontrol y abandono oficial.

Sheinbaum dice que su Gobierno ya revisa la ilegalidad de hoteleros y del Alcalde de Tulum en acceso a playas, pero se sabe que no pasará nada.

¡Qué risa dan los políticos! Favoreciendo a unos cuántos, pero cuando necesitan de los votos andan como prometiendo pura todo al pueblo.

¡Quisieron hacerse ricos en una semana! A ver si ese dinero les alcanza para sobrevivir, mínimo un año.

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