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De la China con amor

Superiberia

Aquellos atardeceres en Shangai, o la inmensidad de la Muralla China, o bien la majestuosidad de la Ciudad Prohibida en Beijing.

Todo eso y más es China. Un país imponente.

Recién estuvo esta semana el presidente chino Xi Jinping en México. Su visita de Estado fue de enorme calidez y elocuencia.

No sólo estuvo plagada de honores militares y de todo tipo. Su duración y características permiten pensar que nuestra apuesta es fuerte.

El líder de los casi 1,400 millones de chinos pareció que se sintió cómodo en nuestro país.

“La relación México y China es como el tequila añejo” comentó en el Senado el mandatario. “La Ciudad de México me inspira” dijo en el Salón de Cabildos del Antiguo Palacio del Ayuntamiento. Sin duda, estaba cómodo y relajado.

Aunque algunos se preguntan cómo es que no fue a Teotihuacán, pero sí fue su esposa a los foros de Televisa, lo cierto es que fue a petición de ella.

Al Presidente se le dieron las llaves de la Ciudad de México, se dirigió al Congreso de la Union, se entrevistó con líderes de los partidos políticos, comió con empresarios, cenó con la clase política y cerró con broche de oro en la octava maravilla del mundo y cuna de la civilización maya: Chichen Itzá.

¿Qué ganamos, qué perdemos? ¿De qué catadura es el bicho que tenemos enfrente?

De China, con amor.

Aperitivo: Tremendísima disciplina militar

¿Han visto a los soldados chinos marchar? No se les mueve un sólo pelo. En las calles existe orden y el gobierno mantiene un absoluto control de la situación.

¿Qué pasaría si de pronto, en cualquier país de América Latina hubiese la necesidad de mantener en orden a una población de casi mil 400 millones de chinos? El caos.

Nomás vean a Brasil, con 200 millones de habitantes. Apenas y puede con las favelas de Río, en donde han proliferado narcos y ladrones. De México, con 112 millones, ni les cuento.

En China, puedes dejar tu iPad en la calle con el coche abierto, y no pasa nada. ¿Qué pasa, qué no hay crimen allá? Sin duda hay, no obstante hay un razonable control para tantos millones de habitantes. 

Para entender a China, basta pensar en las proporciones. Nomás piense en los sindicatos. Aquí el mayor sindicato de toda América Latina tiene un millón de agremiados y es el de maestros : el SNTE . ¡Y mira nada más como traen a la autoridad!

Allá, el sindicato más grande es el del sector costurero. ¡44 millones de agremiados! y ahí andan, discretitos y tal.

El mayor partido político de este planeta es el Partido Comunista Chino. Nomás tiene 66 millones de militantes.

Aquí el partido que más tiene es el que está en el poder y tendrá máximo unos siete u ocho millones de militantes.

¿Se imaginan al PRI, PAN o PRD con 66 millones de militantes? ¡Se devoran!

Así pues,para pensar en China, hay que dar primero cuenta de las proporciones.

De China, con amor

Plattoforte : China y México

Desde luego que los chinos no son hermanitas de la caridad. Son feroces negociadores, y la nueva relación que tengamos no será gratuita.

¿Qué buscan y qué buscamos?

En términos generales, buscamos nivelar la balanza comercial. Es decir, venderles más, ya que les compramos mucho más de lo que les vendemos.

Nos hubiese gustado un TLC con ellos. No llegamos hasta ahí, pero avanzamos un paso.

¿Cuál es esta dinámica? Pongámosla de manera sencilla. Tras la aprobación de las reformas estructurales de Deng Xiaoping, China se convirtió en la fábrica del mundo hace de 25 a 30 años.

China creció geométricamente a tasas de dos dígitos, de manera sostenida.

Al mismo ritmo, comenzó a crecer una clase media, dispuesta a consumir de todo. Y con ello se activó la economía. Sacaron de la pobreza a 400 millones de personas.

Y así creció, hasta llegar a ser la segunda economía del planeta, desplazando a Reino Unido, Alemania y Japón .

Todo mundo piensa que China es un mercado de 1,350 millones de personas. No es así, ya que todavía la mayoría de chinos no pueden comprar casi nada.

De hecho, Estados Unidos es la primera economía del mundo porque sus 300 millones compran todo lo que se les venda. Consumen seis veces más que ¡La India y China juntas!

No obstante, hoy China tiene unos 150 millones de consumidores que pueden comprar cualquier cosa que se les venda. Y esta bolsa poblacional crece a velocidad vertiginosa.

Y en el momento que superen a la de Estados Unidos, serán la potencia económica número uno del planeta. Las grandes consultoras calculan que eso se dará a partir del 2040… o antes.

Y México tiene que estar ahí, para multiplicar nuestras ventas de casi cualquier cosa y generar empleo.

China por su parte, está en posición de buscar una punta de lanza en América Latina que sea un destino seguro para sus inversiones. Aunque tiene otros socios en Sudamérica como Brasil, la mejor apuesta es en el territorio que más cerca esté del mayor mercado del mundo que es Estados Unidos.

Y ése es México.

Huelga decir que los chinos están especialmente interesados en invertir en energía, ya que nuestro país presenta en ese rubro un enorme potencialidad.

De la China , con amor.

Y el café, sin pudor.

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