Atoyac.- Muchos son los rumores sobre su existencia, dicen que baja de los cerros, en forma de bolas de fuego, que deja chupetones en el cuerpo.
Otros dicen que hipnotiza a jovencitas que son bonitas y hermosas para robarle su juventud, otros más que se las roba para convertirlas en sus esposas.
En varios pueblos se cuenta que lo han atrapado, pero que al amanecer de una u otra forma se escapa, dice quien lo ha visto que es un hombre feo y anciano.
“La verdad yo lo he visto, quiso llevarse a mi nieto y lo salí persiguiendo”. Cuenta un anciano, “hace tiempo vivió en el pueblo pero muchos empezaron a notar cosas raras, no envejecía y no trabajaba, poco salía de día”.
“Hasta que un día empezaron a desaparecer jovencitas y bebés recién nacidos, por lo que muchos sospecharon de él”.
“Así fue que una noche todos fuimos a su casa, pero ya no se encontraba nadie, sólo encontramos las ropas de las jóvenes y los niños, de él no volvimos a saber nunca nada”.
“Hoy en día cuentan que vive entre los cerros, que es un brujo ermitaño y baja sólo cuando se hace viejo, a llevarse niños o jovencitas para volverse joven de nuevo”.
Enzzo Omar Sosa
El Buen Tono
