in

El minutero

Superiberia

LA VOZ DE LOS SIN VOZ

 La anécdota es la siguiente: hace años, cuando estaba recién consagrado como sacerdote y ejercía una vicaría en la catedral de la Inmaculada Concepción, Julián Verónica Fernández, fue buscado por un grupo de activistas de la zona cafetalera porque necesitaban ayuda para conocer la situación física de un grupo de campesinos que fueron detenidos violentamente y encarcelados en el reclusorio de Córdoba, localizado en ese tiempo, en un anexo del palacio municipal. Era la misma historia de siempre, los labriegos fueron acusados de invasores por unos caciquillos adinerados y con la complicidad de funcionarios del Ministerio Público y jueces corruptos, los desalojaron de las tierras que reclamaban y los encarcelaron.

Estaban incomunicados y se habían cerrado las puertas para confirmar las versiones de que habían sido golpeados salvajemente. El joven párroco prestó oído a la petición de los defensores de derechos humanos y acudió al reclusorio a buscar a los detenidos, bajo el pretexto de que iba a confesar y a dar la comunión a algunos de ellos, según relatan los testigos.  Es más, logró introducir a una de las activistas, haciéndola pasar como su asistente, para que pudiera hablar y constatar la situación de los campesinos.  Tiempo después algunos quedaron libres, luego de pagar con esfuerzos la fianza pero otros siguieron encarcelados varios años purgando una condena injusta.

Sin embargo, el apoyo del religioso fue valioso para quienes abogaban por los detenidos y esos fueron los primeros pasos de Verónica Fernández en la diócesis cordobesa -en ese tiempo al parecer todavía no estaba separada de Xalapa- a favor de los desprotegidos. Claro, desde el seminario ya se le conocía por su activismo y desde entonces, de acuerdo al testimonio de sus compañeros de estudios, no se le auguraba el futuro de un padrecito tradicional, rezandero y timorato sino al contrario, se le vislumbraba como un pastor de su pueblo. Un guía que en la  zona centro hizo mancuerna con otro pilar de la llamada Iglesia de los Pobres, de esas aves raras en el clero católico, el sacerdote Rafael Santos, párroco emérito de Peñuela. Ambos fueron impulsores de muchos movimientos, especialmente en la defensa de los obreros, campesinos y migrantes.

Los dos contribuyeron a consolidar el grupo de mujeres conocido ahora internacionalmente como Las Patronas, dedicadas a alimentar y ofrecer  asistencia humanitaria a los migrantes centro y sudamericanos que viajan en el “lomo de la bestia”, es decir, sobre el ferrocarril que pasa por la comunidad de Nuestra Señora de Guadalupe, conocida popularmente como La Patrona, en el municipio de Amatlán de los Reyes. Y el recuento viene al caso porque Julián Verónica fue nombrado por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) como coordinador provincial de la Pastoral de la Movilidad Humana.

El nombramiento es parte de esas buenas noticias en un Veracruz que se convirtió en una trampa mortal para los indocumentados, un gran cementerio clandestino para todos aquellos que son secuestrados y asesinados en territorio jarocho, un camino de oscuridad donde la delincuencia retoza con los policías y agentes migratorios para agredir, extorsionar, plagiar, violar y en su caso, asesinar a quienes se ven forzados a cruzar el territorio veracruzano, pues huyen de la miseria en sus países de origen. Ellos son verdaderamente los pobres entre los pobres, los que menos tienen voz y ahora, desde esta nueva encomienda pastoral, Verónica Fernández podrá abogar por ellos. 

Son de esas buenas nuevas que da gusto compartir. Enhorabuena pues y a seguir cumpliendo la mística que se demanda a los profetas: anunciar y denunciar. Y el dato curioso -para que no digan que todo el texto es meloso- un hermano del sacerdote de nombre Javier es actual regidor en el ayuntamiento de Coatepec, de donde son originarios, aunque a su favor puede argumentar que es del PRD y no del PRI ni del PAN. Aún así, tener parentela metida en la política sucede hasta en las mejores familias. ¿No creen?

 

PREMIOS DE LOTERÍA

 Hace un par de días, el Instituto Electoral Veracruzano (IEV) distribuyó las curules de representación proporcional a los partidos políticos que intervinieron en los comicios del 7 de julio y así, otorgó oficialmente los premios de lotería a veinte individuos que no hicieron campañas, que no fueron votados por los ciudadanos y que aún así, cobrarán tres años en la nómina legislativa: entre 95 mil y 110 mil pesos dependiendo de la participación en comisiones. Es decir, 3 mil 160 y 3 mil 660 pesos diariamente, acudan o no al recinto parlamentario, más aguinaldos, compensaciones extraordinarias y el bono de marcha y sin contar los privilegios como pago de asesores, gasolina, celulares, vehículos y gastos para abrir casas de atención ciudadana, que en realidad son fachadas para quedarse con ese dinero.

 Ellos se llaman diputados plurinominales y si la distribución del IEV no sufre alteraciones en caso de que prosperen las impugnaciones que seguramente harán los desfavorecidos ante los tribunales, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) acomodará a ocho plurinominales, Acción Nacional (PAN) a seis, dos al Partido de la Revolución Democrática (PRD) y para los partidos del Trabajo (PT), Movimiento Ciudadano (PMC), Verde Ecologista de México (PVEM) y Alternativa Fidelista, digo,  Veracruzana (AVE) tendrá uno respectivamente.

Chiflando en la loma se quedaron Nueva Alianza (Panal) pese a que participó en la coalición con el tricolor así como el Partido Cardenista cuyo dueño, el cordobés Antonio Luna se quedó con las ganas de echarse a la bolsa aproximadamente 5 millones de pesos que, como mínimo, ganaría en los tres años de la legislatura local, aunque ya anunció que movilizará a sus huestes para presionar al IEV y a los tribunales con el fin de que recompongan la lista y no lo dejen fuera de la nómina parlamentaria.

En la lista de los que se ganaron la lotería veracruzana sin comprar el boleto hay verdaderas perlas, dignas del museo de lo insólito. El PRI lleva dos panistas arrepentidos, Rafael García Bringas, ex diputado federal por Coatzacoalcos, y José Ramón Gutiérrez de Velasco, ex alcalde de Veracruz, quien por cierto es considerado junto con los priistas Efrén López Meza y Jon Rementería Sempé como los peores munícipes en la historia del puerto jarocho, al grado que a Gutiérrez de Velasco la voz popular lo bautizó como “José Ratón”. Ahora que se pasó al tricolor, este partido ya puede presumir que hizo su tercia histórica de los peores roedores López Meza-Rementería y Gutiérrez de Velasco, la cual pronto será cuarteto pues se sumará la actual edil porteña, Carolina Gudiño. Será el dream-team de la cleptomanía.

Y hablando de Gudiño Corro, su hermano Gustavo Gudiño será diputado plurinominal y su papá, Manuel Gudiño Rendón quien es suplente del hijo. Ambos, padre e hijo se turnarán la gestión parlamentaria, mitad y mitad de periodo para que los dos saboreen las mieles de la curul. ¡Vaya tipos!, por cierto apadrinados por la calamidad de Veracruz, el ex gobernante estatal.  Otras joyas en la lista priista son Minerva Salcedo Baca y Marco Antonio del Ángel Arroyo. La primera es esposa del dirigente de Antorcha Campesina en el estado, Samuel Aguirre Ochoa. El matrimonio son los zares de las invasiones y de los negocios con las reservas territoriales con los que han amasado fortunas inmensas. Basta ver los excesos y barbaridades que cometen en Córdoba para corroborar el modo de operar de estos tipos.

El segundo es el hijo del líder del Movimiento de los 400 Pueblos, César del Ángel, que manda a los campesinos a bailar desnudos en las calles mientras él reposa en lujosos hoteles y come en caros restaurantes. Del Ángel es un vividor a costa de los indígenas a los que toma como carne de cañón para perseguir enemigos políticos de los gobiernos en turno por lo cual recibe compensaciones monetarias que hoy lo ubican como uno de los hombres más ricos del norte veracruzano.

Al listado se suma también  Antonio Baxin Mata, líder de los trabajadores de Limpia Pública del Ayuntamiento de Veracruz, conocido como “El Rey de la Basura”, y Juan Nicolás Callejas Arroyo, ex dirigente de la Sección 32 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) -misma que actualmente dirige su hijo, Juan Nicolás Callejas Roldan- y el cacique local del gremio magisterial. Callejas Arroyo se perfila para convertirse en el presidente de la mesa directiva en la próxima Legislatura.

Mientras tanto en el PAN no cantan mal las rancheras pues llevan a puro billete de baja denominación -entiéndase: morralla- y de los seis plurinominales los más conocidos son María del Carmen Pontón Villa que ya fue diputada local pero que nadie recuerda algo bueno que haya hecho, el ex alcalde de Jáltipan, Domingo Martínez Corbalá y el ex alcalde de Veracruz, Julen Rementería, también ex funcionario de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Muchos en el blanquiazul y muchísimos más en el tricolor y en el gobierno estatal, están bailando de felicidad porque finalmente no llegó a la curul plurinominal, Miguel Ángel Yunes Linares.

En los comicios internos del PAN, Yunes Linares quedó en el lugar número ocho -de ahí que sus malquerientes lo apodaron “El Chavo del 8- pues los mismos panistas maniobraron para dejarlo fuera del Congreso local donde se convertiría en un dolor de cabeza para todos, azules, tricolores y gobiernistas, además de que usaría la tribuna para su carrera personal por el 2016 pues pretende volver a competir por la candidatura al gobierno estatal como lo hizo en el 2010. El cierre del acceso al Poder Legislativo fue el primer triunfo de la llamada Muralla Azul, integrada por las corrientes panistas que encabezan el dirigente Enrique Cambranis, el propio Julen Rementería y el cordobés, Juan Bueno Torio.

Por el PRD, de los dos legisladores plurinominales, la única conocida -no por su trabajo político sino porque su nombre es referencia a los excesos- es Ana María Condado Escamilla, hermana del ex subprocurador regional de Justicia en la zona sur y fallido candidato del PRI a la alcaldía de Acayucan, Nagazakin Condado, quien por cierto también es esposo de la actual diputada perredista, Abigail Reyes. Esto significa que Ana María Condado heredará la silla de su cuñada.

En la próxima Legislatura también se encontrarán los hermanos gemelos Cuauhtémoc y Tonatiuh Pola Estrada. El primero fue dirigente estatal del PMC y aunque perdió la diputación en el distrito Veracruz Rural, entrará como plurinominal mientras que Tonatiuh, ex conductor del noticiero matutino de Telever, ganó la curul en el distrito de Veracruz Urbano. Por el PT y el PVEM, llegarán al Congreso sus dirigentes estatales Fidel Robles Guadarrama -quien fue perredista- y Juan Eduardo Robles Castellanos. Robles tiene experiencia en el debate, y junto con Cuauhtémoc Pola podrían ser las voces de oposición en la Legislatura que comenzará la primera semana de noviembre.

CANAL OFICIAL

¿Usted qué Opina? Adicciones

Olla de grillos