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EL MINUTERO

Superiberia

Por Andrés Timoteo / Columnista

TERCER ENCIERRO

Lo que quiso evitar, llegó: Francia inició desde el sábado pasado el tercer confinamiento de su población ante la imposibilidad de detener la cuarta ola pandémica a pesar de que ya está en curso la vacunación contra el SARS-CoV-2. Durante las próximas tres o cuatro semanas, dependiendo de la valuación de los expertos, los galos tendrán que permanecer en sus domicilios, también continuará el toque de queda nocturno, la limitación a moverse en un radio de 10 kilómetros a la redonda y la orden de no viajar de ciudad en ciudad ni de provincia en provincia.

El comercio no esencial estará cerrado lo mismo que restaurantes, bares, cafeterías, cines y demás centros de ocio, se prohíben bodas, los sepelios tendrá aforo reducido al máximo, y la medida más destacable es que todas las escuelas, desde las guarderías hasta las universidades, estarán cerradas preconizando la enseñanza telemática. ¿Por qué tales restricciones si se había logrado ‘domar’ la curva de muertes e infecciones en la tercera ola, tras las navidades? La respuesta, la mutación del virus, la variante británica que ya se extendió como incendio por  todo el territorio nacional.

Lo anterior ha llevado a la saturación de los hospitales tanto públicos como privados que están al borde del colapso. El reporte oficial es que hasta ayer domingo había 5 mil 341 personas hospitalizadas por el COVID-19 y podría rebasarse la ‘cresta’ del 10 de abril de 2020, que fue de 7 mil 019 pacientes en reanimación. Así, la cepa británica -que no sólo es un 70 por ciento más contagiosa sino que hay estimaciones que podría ser un 60 por ciento más mortífera- agudizó el riesgo de fracturar todo el sistema sanitario francés y por eso el tercer encierro para tratar de detenerla.

Desde hace dos semanas, el Consejo Científico de Francia había alertado a las autoridades de que si no enviaban a la población nuevamente al confinamiento en abril “todo chocaría contra la pared”, fue la metáfora usada por Gilles Pialoux, médico en jefe del Hospital Tenon. “La gente que va a requerir intubación y la que va a morir ya está infectada en este momento”, decía hace dos semanas. El gobierno maniobró para retardar el confinamiento, pero al final tuvo que ceder a las advertencias de los científicos y mandó a todos a encerrarse a su casa.  El país está a punto de llegar a los 100 mil muertos.

Medidas similares se han adoptado en Alemania e Italia y en menor grado -más ligeras- en España donde la variante británica del Coronavirus también amenaza con rebasar los centros médicos. En el continente americano hay igualmente alarma por las nuevas cepas del virus. En Chile, uno de los países que más han avanzado en la vacunación, se decidió cerrar las fronteras a partir de hoy lunes y durante un mes para tratar de frenar la llegada de personas infectadas con la variante amazónica o brasileña.

En Brasil donde apareció esa mutación del Coronavirus la situación es hecatómbica  porque ya suman 330 mil muertos y más de 12 millones infectados. El primero de abril fue un día de espanto, pues se contabilizaron 3 mil 769 fallecimientos o sea casi tres muertos por minuto. Es el resultado de un gobierno negacionista, indolente e irresponsable como el del derechista Jair Bolsonaro. ¿Y México? Ahí la pachanga por Semana Santa está en todo su esplendor, las autoridades la permiten y la fomentan como si ya no hubiera pandemia. 

El gobierno federal y los estatales, también negacionistas, indolentes e irresponsables, difunden un discurso perverso sobre la superación de la peste y una falsa seguridad en torno a la vacunación, la cual apenas ha alcanzado el uno por ciento de la población, y el resultado también espanta: 204 mil muertos y 2.4 millones de infectados…y subiendo. Las playas, balnearios, ríos y otros destinos turísticos así como restaurantes, centros comerciales y hasta cantinas están ‘a reventar’.

Los cibernautas difundieron un ‘meme’ de humor negro, pero muy apropiado para interpretar la ocasión recomendando a los vacacionistas y fiesteros tomarse una “foto muy chida” para que la coloquen en las ofrendas de muertos del 2 de noviembre, ya que muchos de los que hoy se dan al relajo y al valemadrismo’ estarán bajo tierra en poco tiempo. Ni como rebatirlos.

EL SEXTO Y CONTANDO

Mal empiezan las campañas en Veracruz para las diputaciones federales. El fin de semana se confirmó que una de las personas asesinadas y cuyo cuerpo destazado fue arrojado en una carretera de la sierra de Zongolica era Elías Zopiyactle Colohua, ex presidente municipal de Mixtla de Altamirano, cuya esposa, Francisca Morales, se perfila para ser la candidata del PRI a la alcaldía mixtleca. El asunto se pone más oscuro porque junto a los restos del ex edil, colocaron un mensaje de amenaza a varios políticos de la zona, entre ellos el alcalde con licencia de Zongolica, Juan Carlos Mezhua Campos.

Mezhua es un actor de incidencia en la región serrana no sólo porque ocupó el ayuntamiento zongoliqueño sino que está en un afán de mantener el control del poder municipal y distrital al lograr que su hijo  Irineo Mexhua Amador y su hermano, Leobardo Mexhua, fueran inscritos en la fórmula por la alcaldía -como titular y suplente- por el PRD. Además, su hermana Lidia Mexhua, exalcaldesa del lugar, está como precandidata a una diputación local. En pocas palabras, los Mezhua están borrachos de poder.

Empero, el mayor problema no es el descaro de esta familia para acaparar los cargos de representación popular sino que hay un actor del proceso electoral al que no le gusta tal cosa: el crimen organizado que ya sumó un sexto atentado en el templete comicial. El crimen de Elías Zopiyactle se contabiliza en el listado de asesinatos con sesgo político electoral al que se sumó la semana pasada Guadalupe Reyes Raygoza, exlideresa municipal del PAN y excandidata a la alcaldía de Astacinga en el 2017.

También la ex alcaldesa de Cosoleacaque, Gladys Merlín, su hija Karla Enríquez Merlín quien era precandidata de Morena en ese municipio -ahora la nominación la llevará su hermano, Emigdio Enríquez-, el ex alcalde de la Perla, Melquiades Vázquez Lucas, precandidato nuevamente por el ayuntamiento serrano y que fue acribillado a balazos el 4 de marzo y Gilberto Ortiz Parra, precandidato de Morena en Úrsulo Galván atacado el 11 de febrero. En resumen, la delincuencia organizada está metida de lleno en el proceso electoral de Veracruz y los maleantes siguen carcajeándose del “Acuerdo por la Democracia” pregonado por el gobernante local.

Y algo que demuestra que dicho pacto es una faramalla son las recientes declaraciones de Cuitláhuac García quien acaba de señalar que el resguardo e los candidatos corresponde a los alcaldes y no a la administración estatal. También se ‘amarró el dedo’ al asegurar que los partidos políticos que postulen a “jefes de plaza” -del crimen organizado- serán los responsables de sus muertos. “Después no nos quieran echar la culpa a nosotros”, dijo socarrón la semana pasada. Entonces, ¿en qué quedó el acuerdo firmado en el que se comprometió -él mismo y su gobierno- a impedir que  los maleantes impusieran a candidatos? Pura vacilada.

PACTO TRONADO

Otro pacto desvencijado se dio en Xalapa donde las dirigencias del tricolor, Acción Nacional y del Sol Azteca alcanzaron un acuerdo para ir en alianza por la presidencia municipal. Lo hicieron ya casi por cerrarse el plazo para registrar el convenio de coalición ante las autoridades electorales y así se concretó uno de los mayores temores del gobierno estatal y su partido Morena porque la competencia de ese frente opositor es de pronóstico reservado.

Frente el desastre que tiene el actual alcalde morenista, Hipólito Rodríguez y el descrédito del gobierno estatal que encabeza García Jiménez es muy probable que los jalapeños ejerzan el llamado ‘voto de castigo’ y es posible que pierda el senador con licencia y también exalcalde del lugar, Ricardo Ahued Bardahuil, el abanderado marrón. El competidor de este propietario de tiendas de artículos de plástico es otro empresario y también exalcalde de la ciudad, David Velasco Chedraui, emparentado con una de las familias más ricas de la entidad.

Velasco Chedraui será el candidato de la alianza “Veracruz Va” y se impuso al precandidato panista, Sergio Hernández, diputado local. Velasco no es un personaje de mucha valía ni de honestidad garantizada, pero frente a Hernández  no es que tenga mayores mayores atributos sino que tiene menos negativos. Hernández, ligado al yunismo, es un tipo cargado de señalamientos de corrupción y excesos. Ha sido acusado de desviar los recursos legislativos para gastarlos en droga, sexoservidoras y alcohol. 

Imagínense a Xalapa gobernada por este tipo. La ciudad iba a terminar como en el trienio del priista-fidelista, Reinaldo Escobar, convertida en un congal. Escobar como alcalde se hizo dueño de la mayoría de antros y moteles donde se vendía -y se vende- de todo. Sergio Hernández, de ser una carga-maletas de políticos panistas ahora ya es propietario de algunos bares y su riqueza sigue creciendo.  ¿Que no haría con los dineros municipales?

La consolidación de la alianza PAN-PRI-PRD en Xalapa no es cualquier cosa pues como capital de la entidad es considerada la ‘joya de la corona’, una plaza ícono que Morena conquistó en el 2017 y es la sede de los poderes estatales. Perderla o ganarla influye en el ánimo político de los protagonistas del quehacer político y, por supuesto, de la población. 

Otra cosa a reparar es que ese acuerdo aliancista logrado ‘in extr    emis’ es, asimismo, un revés para el dirigente estatal del PAN, Joaquín Guzmán Avilés, quien dejó correr las aspiraciones del diputado local Hernández, y que maniobrara su padrastro, Martín Espinoza Roldán, dirigente municipal del blanquiazul, a fin de bloquear la coalición “Veracruz Va” y postular a un candidato débil a gusto de palacio de gobierno.

No son un secreto los enjuagues del tantoyuqueño Guzmán Avilés con el secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros, quien el año pasado movilizó el aparato estatal para ayudarlo a hacerse con la dirigencia estatal del panismo y entre los acuerdos que hicieron estaba el de maniobrar para que Xalapa continuara bajo control de Morena. No se le hizo y no por falta de ganas ni operación sino porque desde la dirigencia nacional del PAN ordenaron destrabar las negociaciones y alcanzar el acuerdo aliancista. ¿Ahora qué cuentas le entregará el famoso “Chapito” al llamado “Bola 8”? En la capital veracruzana tronó el pacto entre esos dos impresentables.

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