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EL MINUTERO

Superiberia

Por Andrés Timoteo

EL MES DEL ZARANDEO
“En septiembre de temblores no te duermas en calzones”, reza el refrán que ya acuñó la sabiduría popular pues es un mes de terremotos o por lo menos esa es la experiencia en México y concretamente el día 19 tiene un sello de desgracia en la memoria reciente. Ayer hubo dos recordatorios para más de 40 mil víctimas mortales por los sismos que sucedieron el mismo día pero con tres décadas de distancia, 1985 y 2017.
El 19 de septiembre de 1985 un temblor de 8.1 grados en la Escala de Richter destruyó buena parte del Distrito Federal, hoy Ciudad de México, y provocó daños en varios estados. Fue el peor desastre telúrico en la historia moderna del país y hasta la fecha se desconoce el número exacto de fallecidos. El gobierno inepto del entonces presidente Miguel de la Madrid redujo la cifra a 2 mil 500 personas. Luego, con el paso del tiempo, se fue elevando hasta terminar en “más de 40 mil”, según los últimos datos.
Hay familias que a más de treinta años siguen buscando a sus desaparecidos en aquel terremoto. Así, las huellas de aquella desgracia siguen indelebles en la memoria colectiva sobre todo porque no hubo justicia para las víctimas pues su situación se agravó por la negligencia oficial. Y ayer se cumplieron 36 años de ese día aciago. También fue el cuarto aniversario del terremoto de 7.1 grados del 2017 que nuevamente afectó a la Ciudad de México y entidades como Morelos, Puebla -donde fue el epicentro-, Guerrero, Oaxaca, Tlaxcala, Hidalgo, Chiapas, Estado de México, Michoacán y Veracruz.
Ese sismo provocó la muerte a 369 personas y dañó a más de 180 mil viviendas y edificios públicos y privados. En la capital del país se concentró el mayor número de víctimas mortales, 228, así como inmuebles afectados, 25 mil. Sin embargo, hasta la fecha muchos damnificados siguen sin recibir la ayuda prometida pues al perjuicio material y humanitario se sumó la corrupción gubernamental.
El gobierno de Enrique Peña Nieto destinó 6 mil 844 millones de pesos para la reconstrucción de infraestructura dañada y al apoyo a damnificados pero la mayoría de ese dinero se fue al famoso ‘caño de la corrupción’. Se lo robaron, incluyendo más de 50 millones de dólares que donaron países y organizaciones internacionales. En la Ciudad de México, primero el gobierno perredista de Miguel Mancera y luego la morenista Claudia Sheinbaum también le dieron ‘vuelo a la hilacha’ de las corruptelas.
-Cuatro años después apenas se lleva un 64 por ciento de reconstrucción de los inmuebles dañadaos y miles de personas siguen sin hogar. ¿Dónde fue a parar el dinero público? Acertaron, al mismo caño. Un emblema del lucro con la desgracia fue el fideicomiso “Por los demás” creado por el partido Morena para supuestamente ayudar a los damnificados con la donación de una parte de las prerrogativas partidistas y se utilizó como propaganda electoral por el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador para los comicios del año siguiente, 2018.
Todo fue una farsa. Morena orquestó un fraude para disponer de más de 70 millones de pesos simulando que los entregó a los afectados pero tanto los donantes como los que retiraban el dinero en efectivo en diversas sucursales bancarias y casi al mismo tiempo -se esfumaron millones en días- fueron militantes y operadores electorales que lo desviaron para costear el proselitismo partidista. Violaron la ley sin ningún pudor.
A CORRUPCIÓN LOS MUEVE
Por ese motivo, el Instituto Nacional Electoral (INE) multó al partido con 197 millones de pesos. Es decir, el partido tuvo que pagar más de tres veces el monto usado para simular la ayuda a los damnificados. Así, Morena no solo engañó a los afectados sino los usó para allegarse recursos ilícitamente. El caso fue conocido como el “Morenagate”. ¿Adivinen quienes eran los que manejaban ese fideicomiso tramposo? Los muy cercanos al tabasqueño López Obrador.
Uno de ellos, Julio Scherer Ibarra quien acaba de dejar la Consejería Jurídica de la Presidencia. Otra es la escritora Laura Esquivel entonces diputada federal. También estaba Bernando Batiz sustituto de López Obrador en el gobierno de la Ciudad de México y actual integrante del Consejo de la Judicatura Federal. Así otros tantos morenistas que se sumaron al fraude con el pretexto de ayudar a los damnificados.
Entre ellos la zacatecana Rocío Nahle, actual secretaria de Energía y quien pretende ser candidata ‘cachirula’ a la gubernatura de Veracruz para el 2024. Ella “donó” -risas- un millón de pesos a ese fideicomiso que luego fue retirado por los mismos morenistas y así nunca llegó la ayuda a los necesitados. Imagínense, si la zacatecana se atrevió a robarse el dinero de los damnificados qué no hará con el presupuesto estatal si llega a palacio de gobierno.
Lo mismo Manuel Bartlett, actual director de la CFE, quien también simuló aportar 1.1 millones de pesos. La cereza en el pastel de los caradura la puso, para no variar, el mismo López Obrador que tras la sanción del INE tuiteó lo siguiente, ya como presidente electo: “La multa impuesta por INE a Morena por 197 millones es una vil venganza. No existe ningún acto inmoral con el fideicomiso a damnificados por el sismo. Nosotros no somos corruptos ni cometimos ilegalidad. Por el contrario, buscan enlodar una acción humanitaria. Acudiremos a tribunales”.
El Tribunal Electoral ratificó la sanción y quedó confirmado que tan corruptos fueron los gobernantes y líderes priístas en las tragedias provocadas por los terremotos como son los lopezobradoristas. Vaya que los marrones salieron buenos para los simulacros, pero no los que previenen sino los que simulan. Que a nadie se le olvide: la corrupción los mueve y son tan dañinos como los terremotos mismos.
Regresando al tema inicial, el pasado martes 7 sucedió otro sismo de 7.1 grados con epicentro en Guerrero que causó la muerte de tres personas y que volvió a espantar a todos los mexicanos pues coincidió en fecha con otro casi igual, de 8.2 grados en el 2017 y que dejó un saldo de 102 muertos en Chiapas, Oaxaca y Tabasco.
Con esta última sacudida septembrina queda legitimado el valioso consejo que los filósofos del pueblo dan a los lectores para que en “septiembre de temblores no se duerman en calzones” porque si tienen que salir corriendo debido al zarandeo además del susto van a pasar vergüenzas. El hilarante ingenio suaviza la pena.
OTRO ‘NARCO DIPLOMÁTICO’
¿Se acuerdan de aquel octubre del 2015 cuando buena parte de los españoles se escandalizaron porque el gobierno de México enviaron a un ‘narco-cónsul’ a Barcelona? Sí, era el innombrable que gobernó Veracruz quien fue premiado por el gobierno de Peña Nieto con un cargo diplomático sin importarle que con ello pusiera en entredicho la fama de la nación en el extranjero. Lo hizo con maña porque su designación no la aprobó el Senado sino que le nombró cónsul honorario para evadir la aduana legislativa.
Lo que sí no pudo evitar fue el escándalo barcelonés. El diario “El Periódico”, uno de los más influyentes de la ciudad condal recopiló la furia de las comunidades intelectuales y del activismo en derechos humanos por tal cónsul ligado al crimen organizado. “Barcelona tendrá un cónsul de México relacionado con el narco”, tituló en su nota al conocerse el nombramiento. Los bajantes fueron: “Fidel Herrera es calificado como una de las 10 personas más corruptas del país”, y “Peña Nieto nombra al exgobernador de Veracruz tras soslayar al Senado”.
“Der ser ciertas las afirmaciones de 14 testigos protegidos, las suposiciones de innumerables víctimas de secuestro y extorsión, las investigaciones a uno y otro lado del río Bravo, la calificación de la revista Forbes como una de las «10 personas más corruptas de México», o la propia convicción del pueblo veracruzano, que aún lo recuerda como ‘el Z-1’, o protector del cártel de Los Zetas, México envía a Barcelona como cónsul a un auténtico representante de lo que hoy es su Estado”, comenzaba la nota.
“Herrera dejó en el gran estado del Golfo de México una deuda pública de casi 600 millones de euros y se despidió de Veracruz amparado por una agencia ilegal que trató de lavar su imagen y atacar a sus enemigos en la televisión y las redes sociales. Pero en la memoria popular queda el rastro de sangre y el auge de los secuestros y extorsiones que perlaron su mandato, sobre todo en el puerto de igual nombre de ese estado oriental, punto estratégico en el tráfico de cocaína y drogas sintéticas a EEUU y Europa”.
Pero el innombrable solo duró menos de 15 meses en el palacete de Muley Afid pues el 22 de enero del 2017 fue obligado a renunciar por el escándalo de los medicamentos alterados con agua que le dieron a niños enfermos de cáncer durante su sexenio. Ahora, la historia se repite con el gobernador saliente de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, quien fue propuesto por el presidente López Obrador para ocupar la embajada de México en España.
Es un nombramiento igual de polémico tanto porque forma parte de la estrategia del lopezobradorismo para dividir a la oposición allegándose a un priísta, aunque eso no es lo grave, y porque el país tendrá nuevamente un ‘narco-diplomático’ en Europa. No es un secreto que Ordaz Coppel fue una pieza importante de la trama para el triunfo de Morena en su estado con ayuda del crimen organizado.
Es más, entregará la gubernatura a Rubén Rocha Moya, originario de Badiraguato, la cuna de la familia Guzmán, concretamente de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, fundador y líder del Cartel de Sinaloa. La administración quirinista permitió y ayudó a la operación de los delincuentes para el lopezobradorismo se hiciera de las plazas gubernamentales y de representación popular.
Tales señalamientos no son especulaciones sino están documentados. Los mismos forman parte del expediente de denuncia que los dirigentes de los partidos de oposición presentaron en Washington ante la Organización de Estados Americanos (OEA). Así, nuevamente México habilita a un impresentable, ligado al crimen organizado, para representar al país el exterior. Vergüenza internacional.

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