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El minutero: El Tepeyac en París

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EL TEPEYAC EN PARÍS

 

Ayer fue tarde invernal en la Ciudad Luz, cuando formalmente todavía no llega la estación – el invierno comenzará el próximo 21 de diciembre- pues hubo un grado de temperatura y por la noche, como en el último par, aparecieron las primeras escarchas de hielo que anticipan intensas nevadas. Sin embargo, el intenso frio no amedrentó a los mexicanos radicados en estas tierras que se apoderaron de la catedral de Notredame de París ( Nuestra Señora de París) para cantarle Las Mañanitas a María de Guadalupe.

La milagrosa señora tiene desde hace tiempo una capilla en el templo católico más  importante de Francia y también acumula el mayor número de veladoras encendidas que el resto de los nichos. Más de cien de ellas dan luz y calor a la Morena del Tepeyac. En el centro de la capilla fue colocada una bandera mexicana y todo el día se pudo ver a los fieles, arrodillados o de pie, haciendo oración ante la réplica del ayate que se venera en México.

La misa en honor a María de Guadalupe regresó a Notredame pues el año pasado tuvo que realizarse en el templo de La Madeleine (La Magdalena) debido a que el 12 de diciembre se realizó una ceremonia especial por el jubileo de los 850 años de la catedral parisina. Ahora, la misa guadalupana tuvo lugar en  la capilla principal donde el altar mayor lo enmarca la escultura de La Piedad –María abrazando el cadáver de Jesús luego de que éste fue descendido de la cruz- y al frente se instaló un estandarte de la guadalupana. Cerca de la imagen en tela, el Mariachi Sol que musicalizó la ceremonia.

Al termino de la misa, la explanada frente a la catedral se convirtió en una romería con las melodías del mariachi que despertaron la nostalgia y hasta las lagrimas en muchos mexicanos que radican en París. El Rey, Volver-Volver, El Son de la Negra, El Mariachi Loco y Guadalajara pusieron a cantar e incluso a bailar a los asistentes. Los turistas, ajenos al día festivo para los guadalupanos, se arremolinaban para enterarse del motivo de la algarabía. La noche en honor a la Virgen de Guadalupe en Notredame se adornó a lo alto  con una esplendorosa luna llena y sobre la plazoleta, con el enorme árbol navideño arropado con miles de luces y coronado con la Étoile de Noël (Estrella de Navidad).

No solo los mexicanos celebran en París a la Señora del Tepeyac en París sino también franceses, belgas, alemanes, españoles e italianos que cada año acuden a la misa guadalupana además de los feligreses de otros países latinoamericanos. Guardando las proporciones y lejos del real colorido mexicano, Notredame y su explanada ayer se convirtieron en el Tepeyac parisino, y claro, eso sirvió para llenar el corazón, muchas veces estrujado por la distancia y las penurias, de los que ven en María de Guadalupe la madre que siempre da protección.

Hace más de cinco siglos la Señora le dijo al indio Juan Diego, al que llamó el más pequeño, lo siguiente: “¿No estoy yo aquí que soy tu madre?… ¿No soy yo tu salud?…¿no estás acaso bajo mi regazo..¿qué más necesitas?”. Y así, bajo esa declaración maternal que sirve de consuelo y esperanza, ya sea en México, en Europa o en cualquier parte del mundo, los guadalupanos voltean la mirada al Tepeyac cada vez que necesitan de esa protección y esa sedación, y por supuesto le hacen fiesta a la Morenita cada 12 de diciembre.

 

LAS PATRONAS

 

Mujeres valientes y comprometidas que desafiaron la ley para hacer el bien – en México brindar refugio o ayuda a los indocumentados es delito pues se tipifica el tráfico de personas-, las integrantes de la agrupación Las Patronas de Amatlán de los Reyes fueron reconocidas con el Premio Nacional de Derechos Humanos y aprovecharon para denunciar frente al copetón Enrique Peña Nieto y a la nación entera la dramática situación de los migrantes centro y sudamericanos en México.  La representante de Las Patronas, Norma Romero Vázquez hizo la descripción quizás más exacta de lo que son aquellos que sin documentos tienen que transitar por territorio mexicano: una mercancía.

“Los migrantes no son considerados como personas sino como mercancías que pueden ser negociadas, cambiadas o eliminadas sin consideración”, dijo. Sin importar que sean jóvenes, adultos, mujeres o niños, todos caben en esa descripción porque todos son atacados en las zonas del país por donde fluye la migración centro y sudamericana. Allí, el crimen organizado coludido con policías estatales, federales y municipales así como con funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) pone trampas mortales para extorsionarlos,  secuestrarlos, violarlos sexualmente, golpearlos, robarlos, llevárselos a realizar trabajos forzados o ejecutan. Veracruz es parte de ese corredor de muerte que inicia desde la frontera sur y conduce hasta la frontera norte.

La Bestia, el ferrocarril que es el transporte en el que se mueven los migrantes, marca el mapa migratorio pero también la ruta de muerte. El territorio nacional está lleno de fosas clandestinas donde son sepultados los migrantes que caen en manos de la delincuencia y no pueden pagar las cuotas de peaje exigidas, el monto de rescates o se niegan a los trabajos forzados. . Veracruz es uno de los puntos rojos de esa senda de muerte y de acuerdo con los activistas junto con Tamaulipas son los dos grandes cementerios de migrantes.

En medio de toda esta tragedia, Las Patronas en Amatlán de los Reyes –concretamente en el poblado La Guadalupe al que los lugareños llaman desde siempre La Patrona y que dio el nombre a esa organización de  mujeres piadosas- son la versión terrestre de María de Guadalupe que consuela, ayuda y alimenta a sus hijos más pequeños, en este caso los migrantes indocumentados, los más desamparados de todos. Los pobres entre los pobres, los últimos, “las hojas, los desechos, las escalerillas”, como Juan Diego se auto-describió ante la Virgen aparecida en el Tepeyac. Enhorabuena por todas esas mujeres guadalupanas que son un orgullo para Veracruz y para el mundo.

 

LOS VENDE-PATRIA

 

También ayer mientras el país se volcaba en fervor –y en distracción- por el festejo guadalupano, los pillos hicieron de las suyas. Diputados federales del PRI, PAN, PVEM y PANAL aprobaron las reformas constitucionales para desmantelar Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y entregar el patrimonio energético a los hombres del dinero tanto nacionales como extranjeros. Aprovecharon la fiesta. Apenas el miércoles los legisladores de esos mismos partidos aprobaron la reforma energética en el Senado de la República y un día después, sin analizar, sino adicional, sin debatir a fondo, lo avalaron los ocupantes de la Cámara de Diputados.

De poco sirvieron las protestas, las movilizaciones y los reclamos. Los traidores se las arreglaron para dar la tarascada “haiga sido como haiga sido”. Sin embargo, la memoria colectiva no debe olvidar a esos vende-patria –ni los diputados ni sus partidos-. Los cordobeses Leticia López Landero, y el orizabeño Juan del Bosque así como el zongoliqueño –en apariencia porque nunca ha vivido en la zona serrana- Tomás López y el huatusqueño Víctor Serralde – o como se llame en realidad este señor- ya pasaron a la historia, junto con el resto de sus iguales, como  traicioneros y entreguistas. Son una vergüenza y nadie debe olvidarlos para cuando llegue el momento de que el pueblo les dé el castigo que merecen.

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