in

El reto de la izquierda

Superiberia

El cambio de poder en nuestro país, las condiciones políticas en estos momentos, pero sobre todo el futuro que queremos ofrecer a la población obliga a tener en la izquierda una profunda reflexión y es en el Distrito Federal donde debe gestarse esta propuesta, porque es el bastión de este proyecto.

Este es el momento para hacer un alto y debatir sobre nuestro proyecto político, analizar las propuestas exitosas de la izquierda a nivel internacional, que la izquierda mexicana se inserte en la discusión de ideas a nivel mundial, para poder propiciar el cambio.

Los partidos políticos en nuestro país han pospuesto su debate ideológico, la propuesta conceptual que los marca y hace distintos ante la población; politólogos y analistas han hablado de la crisis de partidos nacional, pero cada uno de ellos sólo ha bordeado esta problemática.

La representación de los partidos de izquierda en el Congreso de la Unión ha marcado diferencia en el debate nacional, ha puesto al descubierto abusos y excesos cometidos por el poder. La presencia desde la oposición ha sido crítica pero sobre todo cercana a los intereses de la población, de los más necesitados y profundamente nacionalista.

El ascenso al poder político y la forma en que poco a poco se fueron sumando triunfos político-electorales en diferentes entidades de la república vino a romper con una forma de hacer política, de esa visión patrimonialista con que se ha ejercido el poder en México, por un esquema sencillo: atender las necesidades de la población.

Esa fue a diferencia empezar a hacer gobierno con las cosas que verdaderamente le interesan a la gente; por eso el proyecto político de la izquierda en el DF ha tenido tanto arraigo, porque la población se identifica con él.

Desde que la izquierda gobierna la ciudad, en el Distrito Federal se volvió a hacer obra pública, la capital dejó de ser la entidad de la república más insegura del país; se abatieron los rezagos educativos y en servicios; se pudo construir la red de programas sociales más amplio de Latinoamérica; se atendió con justicia social a un sector abandonado, como son los adultos mayores.

La lista es larga, tan larga que los gobiernos locales del PRI y del PAN empezaron a replicar las propuestas que habían demostrado su éxito en el Distrito Federal, y también lo hicieron a nivel federal.

La efectividad del gobierno de izquierda está probado en una de las metrópolis más grandes del mundo, la ciudad de México. Pese al tamaño y la complejidad de los problemas orgullosamente podemos decir que estamos a la vanguardia en muchos aspectos, pero sobre todo en calidad de vida, en derechos y libertades.

Podríamos seguir en la comodidad de los éxitos alcanzados, comparar las marchas que se registran recientemente en París en contra de los matrimonios del mismo sexo, cuando en nuestra ciudad son parte de la normalidad del ejercicio de derechos.

Pero es momento de volvernos a empapar con los nuevos conceptos de la izquierda; que construyamos la comunidad que tiene intereses y proyectos comunes no sólo en la ciudad, sino en todo el país; renovarnos ideológica y generacionalmente; romper con los vicios de los grupos que hemos arrastrado por décadas y cansan tanto a la población.

Tenemos que hacer un ejercicio de autocrítica, estar abiertos a los cambios, a la renovación, al arribo de nuevas propuestas y figuras públicas. Seamos la izquierda que necesita nuestro país.

CANAL OFICIAL

Adiós Heydar Aliyev, hola bancas de Reforma

El minutero