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EN LAS ISLAS FEROE SORVAGSVATN

Superiberia

Pocos paisajes te parecerán más desconcertantes que el que rodea al lago Sorvágsvatn, un lugar que no te puedes perder si vas a viajar a las Islas Feroe. Imagina un lago por encima del nivel del mar que se asoma a éste por unos acantilados y que, al otro lado, acaba en una cascada sobre ese mismo mar, el océano Atlántico. Dicho así parece imposible, el fruto de una imaginación desbordante. Cuando lo ves en persona, sigues creyendo que es imposible y piensas que estás ante uno de los dibujos fantasmagóricos de Escher.

El juego de colores verdes, azules, turquesas, grises, blancos se complementa con el de formas montes, acantilados, casas de madera.

Llegará un momento en que te tengas que pellizcar para confirmar que es real, que existe y que, lo mejor, de verdad estás allí delante.

Rodear el lago es una misión demasiado ambiciosa para unas vacaciones, con lo que la idea es dirigirse hacia la zona más espectacular y mágica. Para eso llegamos hasta Miovágur, a menos de 10 minutos en coche del aeropuerto. Las indicaciones para la ruta de senderismo que aparecen en la guía de senderos de las Islas Feroe se dan desde el sentido contrario de la carretera, desde Sandavágur. Hay que girar a la izquierda en la primera calle después de la iglesia del pueblo, justo en el cruce hay un aparcamiento donde dejar el coche y continuar derecho unos 250 metros. Desde ahí ya te encontrarás con las señalizaciones: hay que girar a la derecha y pasar la puerta que da inicio al camino.

Desde el “puerto” lacustre de Vatnsoyrar zarpa un pequeño barco turístico que hace el recorrido por el lago hasta llegar a su extremo Sur, junto a la cascada Bosdalafossur. Una vez en tierra, además de asomarse al acantilado, se puede disfrutar de la maravillosa vista.

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