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Energía para crecer

Superiberia

Llegó el momento de tomar juntos las decisiones que necesita el país. El futuro nos alcanzó y el tiempo se agotó.

Como sostiene el analista Roberto Blum, las dos pistas para que cualquier nación pueda despegar son la de la energía y la de la información. Con la información se abren las puertas a la sociedad del conocimiento y la tecnología. Con la energía un país produce y se vuelve más competitivo.

México hoy enfrenta un reto enorme respecto a su futuro energético. A pesar de ser un país rico en energía podemos, en pocos años, volvernos dependientes del extranjero, importadores netos.

Como en otros campos de la vida nacional, en el ámbito energético, el discurso público está repleto de mitos y arengas que pueden llenar plazas, pero que impiden ver la realidad. Aunado a ello, la corrupción y los intereses políticos impiden modernizar a  Pemex, de la que depende buena parte del gasto en educación, salud e infraestructura.

Los diagnósticos coinciden: Petróleos Mexicanos no puede seguir por el camino que va. La producción de petróleo crudo es de alrededor de 2.6 millones de barriles diarios, cuando hace unos años era de 3.4 millones. Las reservas petroleras están disminuyendo aceleradamente: 43 mil millones de barriles y sólo un tercio son reservas probadas. De seguir así, Pemex tendrá que recortar sus exportaciones en 400 mil barriles diarios con los costos sociales que ello acarrearía. Sumado a esto, en 2010, los pasivos de Pemex fueron mayores a los activos totales y el déficit de pensiones ronda los 50 mil millones de dólares.

La urgencia de la reforma deriva de varios aspectos. En primer lugar, habrá un aumento en la demanda de energía que se requiere para impulsar el desarrollo comercial e industrial. Dos: Pemex necesita una urgente reingeniería  antes de llegar a un escenario de quiebra, al que se está encaminando. Tres: es necesario aprovechar la mayor rentabilidad del petróleo, antes de que otro tipo de energías comiencen a sustituirlo de una forma más amplia. Cuatro: es el momento de aprovechar las ganancias de Pemex en la etapa de «bono demográfico» que vive México, si no, enfrentaremos un «inverno demográfico» catastrófico.

Por esto el PAN ha anunciado la presentación de su propuesta de reforma energética este próximo miércoles 31 de agosto, la cual se basará en los siguientes principios: 1) la propiedad de los hidrocarburos naturales es de la nación. 2) La renta petrolera es de todos los mexicanos. 3) El Estado debe encontrar los mecanismos para maximizar la ganancia y traducirla en beneficios concretos para los mexicanos. 4) Pemex seguirá siendo una empresa propiedad del Estado mexicano, no se privatizará, pero sí se fortalecerá.

Junto a ello, es necesario tomar diversas acciones para funcionar con mayor racionalidad económica. Se requiere eliminar el ineficiente monopolio público y abrir a la competencia distintos procesos como la operación, refinación, petroquímica y transporte.

Los beneficios de una reforma integral son muchos: aumento de producción petrolera y de Shale Gas, costos de energía más bajos, impulso a energías renovables, creación de miles de empleos, así como crecimiento adicional de 1 a 2% del PIB anual.

Cabe señalar que cualquier reforma energética requiere una reforma fiscal integral que libere a Pemex de una parte de sus obligaciones para que pueda reinvertir recursos y convertirse en una empresa más competitiva. Aunado a ello, ambas reformas se inscriben en un marco más amplio de control del gasto gubernamental; la renta petrolera no puede despilfarrarse más.

Con la responsabilidad política que caracteriza al PAN, estamos dispuestos a colaborar con el gobierno de la República para impulsar una reforma energética de fondo. Junto con los mexicanos queremos definir el porvenir de Pemex, bajo un debate informado, no ideologizado. Llegó el momento de tomar las mejores decisiones para México.

 

Politóloga. Senadora de la República.

www.laurarojas.mx

Twitter: @Laura_Rojas_

 

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