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Fiesta por San Rafael Guízar y Valencia

Superiberia

Orizaba.- La Iglesia Católica celebró ayer al primer obispo mexicano e hispanoamericano, San Rafael Guízar y Valencia, quien fuera beatificado en 1995 por San Juan Pablo II y canonizado por Benedicto XVI, en 2006.

San Rafael Guízar, quien nació el 26 de abril de 1878, en Cotija de la Paz, Michoacán, tuvo 11 hermanos, algunos de ellos también dedicados a actividades religiosas; a los 9 años de edad quedó huérfano de madre.

Inició sus estudios en la escuela parroquial y más tarde en un colegio dirigido por Jesuitas, ingresó al Seminario de la Diócesis de Zamora, en 1894, siendo ordenado sacerdote en junio de 1901, con sólo 23 años de edad.

Durante su acción misionera en la que predicaba en todo momento: “Yo daría mi vida, por la salvación de las almas”, la enseñanza del catecismo y las misiones populares, fueron los polos sobre los que centró su actividad.

A fin de ejercer su ministerio durante las batallas de la Revolución, San Rafael se disfrazaba de vendedor, músico y hasta médico homeópata, ayudando a los soldados moribundos, además de permitirle visitar a los enfermos, en ocasiones.

En 1937, sufrió un ataque cardiaco que lo mantuvo en cama, a pesar de ello, aún podía dirigir la Diócesis; finalmente, Monseñor partió a la casa del Padre el 6 de junio de 1938, en la ahora Ciudad de México.

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