Por: Andrés Timoteo / columnista
El precio de una prueba genética para obtener la identidad de un cadáver o, en su caso, de restos humanos -cabello o huesos- oscila entre los 400 y mil dólares, o sea entre 8 mil y 20 mil pesos. El costo se puede elevar si la identificación del material genético va respaldada por un acompañamiento forense integral, sobre todo si se recurre a instituciones científicas de otros países.
¿Cuántos tests genéticos se realizarían con 5 millones de pesos? Unos 250, la cifra aproximada de los restos humanos que, hasta la fecha, han sido extraídos de la fosa clandestina de Colinas de Santa Fe, al norte de la ciudad de Veracruz. Por supuesto que esa cantidad de dinero no alcanza para todo el trabajo de búsqueda, exhumación y procesamiento legal y científico de las personas desaparecidas en la entidad.
Es una “bagatela”, dirían algunas integrantes de los Colectivos que buscan a los ausentes, pero también es un principio presupuestal del cual se carecía. Los 5 millones de pesos que eran para la recompensa por información sobre el paradero del exfiscal veracruzano, desde ayer fueron integrados a lo que fue llamado Fondo de Búsqueda de Personas Desaparecidas.
Así se especifica en acuerdo firmado por el gobernador, para transferir el dinero a lo que será la Comisión Local de Búsqueda de Personas la cual está en proceso de integrarse. Este recurso se ejercerá en lo que resta del año y para el 2019, según se ha dicho, el Congreso Local deberá asignar un monto propio y suficiente a dicha comisión para cubrir los gastos que requiere el trabajo de localización de personas ausentes y en su caso, la identificación de los restos que se encuentren.
EL FAUNITO
El rancho “El Faunito” de Fortín de las Flores no será la sede del Museo de la Corrupción para exhibir los excesos del matrimonio formado por Javier Duarte y Karime Macías, pero sí tendrá un uso más honorable pues fue cedido en comodato al Instituto de Ecología (Inecol) para que en sus instalaciones desarrolle proyectos de investigación sobre agroecología, cafeticultura, gestión y conservación ambiental, así como educación ecológica.
“El Faunito” será también un jardín botánico y laboratorio para el rescate y la preservación y exhibición de especies vegetales endémicas de las altas montañas, especialmente del bosque de niebla, como son orquídeas, bromelias, zamias y tilladnsias. Ahí, los fortinenses, cordobeses, orizabeños y los habitantes de los demás municipios de la zona centro tendrán un lugar para cultivar el conocimiento y el cuidado de la naturaleza.
Ayer en el Congreso Local se aprobó la autorización de comodato por veinte años de esa finca que decomisada al exgobernador Javier Duarte, una de tantas que de las que se hizo y avitualló pues planeaba darse la gran vida luego de concluir su sexenio. Recuerden que allí también se localizaron obras de arte -pinturas, esculturas, libros y facsímiles- cuyo destino aun no se ha precisado, al menos de todo.
Esto porque la efigie de un caballo del escultor Gustavo Aceves -la cual Duarte instaló en los jardines del que pretendía para rancho de descanso-, fue donada a la Unión Ganadera de la Zona Centro y desde mediados del mes de mayo se exhibe en las instalaciones de la Feria Ylang-Ylang de Boca del Río. La escultura forma pate de la colección Lapidarium que ha sido montada en varias ciudades de Europa y Estados Unidos, y sus piezas son de alto valor estético y, por supuesto, económico.
Las esculturas de Lapidarium no se elaboran en México sino en talleres de Pietrasanta y Florencia, Italia. Además, otro asunto pertinente es también que el actual ayuntamiento de Fortín de las Flores no hizo ninguna gestión para acceder a “El Faunito” o a parte de sus obras de arte en el entendido que podrían servir como piezas iniciales de un museo en la ciudad. Ni la pasada ni la actual administración municipal gestionaron para que sus ciudadanos se beneficien de esos bienes rescatados.
Y vaya que urge tener espacios de difusión cultural y de promoción turística en esa ciudad pues si se ha dicho hasta el cansancio que Córdoba quedó estancada como un “pueblo grandote” -claro, sin demeritar a los pueblos- durante las ultimas cuatro administraciones municipales, ya no se diga de Fortín de las Flores que en décadas no ha tenido un gobernante decente ni visionario para dignificar la urbe. Con “El Faunito” tenían una oportunidad, pero la dejaron ir.
RECICLAJE EFECTIVO
A diferencia de Córdoba y Fortín de las Flores, en Orizaba se cuenta otra historia y actualmente causa sensación la medida adoptada por el ayuntamiento para que los ciudadanos puedan cubrir el impuesto predial por medio del reciclaje de basura, es decir, dividiendo sus residuos y rescatando todo aquello que se pueda reciclar -madera, papel, cartón, botellas de plástico (PET) y aluminio- para entregarlo como pago en especie.
La disposición tiene ya una década de vigencia, pero ahora saltó al tendedero mediático porque el ayuntamiento orizabeño acaba de recibir el premio “Escoba de Plata 2018” otorgado en el contexto de la Feria del Internacional de Urbanismo y Medio Ambiente TECMA 2018, efectuada en Madrid, España. No es algo nuevo, se insiste, pues en diversas ciudades del mundo se aplican medidas similares.
En algunas urbes europeas incluso hay tarjetas electrónicas para acumular puntajes que después -al inicio de cada año presupuestal- se pueden canjear por cifras de dinero virtual para pagar cualquier servicio público: catastro, agua potable, electricidad y hasta la obtención de documentos oficiales. Reciclar es el objetivo y de la basura, con ingenio y dedicación, se puede obtener dinero y a la vez participar en el cuidado ambiental.
