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GOLPEADOR EN LA MIRA

Superiberia

Por: Andrés Timoteo / columnista

Sobresalto a mitad de semana para el alcalde de Fortín de las Flores, Armel Cid de León, a quien se le apareció el demonio… azul. El Gobierno Estatal solicitó ayer al Congreso Local –por medio del fiscal general, Jorge Winclker- abrir un juicio de procedencia para desaforar al Edil “priista” –entre comillas, porque en el Revolucionario Institucional aseguran que nunca fue militante- y someterlo a un tribunal para que responda por el delito de violencia familiar equiparada.

Lo anterior porque la noche del  22 de enero de 2015 golpeó salvajemente a una mujer con la cual sostenía una relación extramarital. Como se recordará, la agresión ocurrió sobre la carretera federal Fortín-Huatusco, pues Cid de León viajaba con la dama, a la cual comenzó a golpear  a puñetazos en el interior del vehículo y después de detenerlo y bajarla con violencia a orillas de esa vía, continuó azotándola a gusto.

El escándalo se desató cuando la prensa dio cuenta de los hechos, entre ellos esta casa editorial, ventilando la denuncia penal interpuesta por la víctima, asentada en la averiguación previa 243/2015. Presionado mediáticamente, el pasado Gobierno Estatal presentó ante el mismo Congreso Local una primera petición de desafuero, el 3 de marzo de ese año, por medio del fiscal Luis Ángel Bravo. En tanto, el 25 de marzo, Armel Cid solicitó licencia temporal a la Alcaldía.

Todo parecía que terminaría en prisión. Sin embargo, el ‘súper-suegro’ entró al rescate y obligó al Gobierno Estatal a reinstalar al yerno. Domingo Muguira le cobró el favor a Duarte de Ochoa, pues siempre fue uno de los financiadores de las campañas priistas durante los doce años de la fidelidad y la presión funcionó: se soltó la pinza judicial para darle impunidad al yerno Cid de León, quien a principios de mayo regresó triunfante al Ayuntamiento.

Antes, el Congreso Local recurrió a un pretexto irrisorio para devolverle la solicitud de desafuero a la Fiscalía: un error ortográfico al escribir que el Edil acusado era del municipio de “Fortín de las Flores”, cuando oficialmente era sólo “Fortín”. Al no existir oficialmente el municipio de “Fortín de las Flores” no existía motivo de persecución ni tampoco el delito cometido. Todo un vericueto legaloide para proteger al golpeador de damiselas.

Parece que finalmente levantarán el manto de impunidad al Edil fortinense, pues el fiscal Winckler asegura que hay elementos suficientes para enjuiciarlo y por ello reingresó la petición para que los Diputados le retiren el fuero constitucional. Vaya balde de agua que no vieron venir ni Armel Cid ni su ‘súper-suegro’, Domingo Muguira, quien –ahora sí- no tiene asidera para negociar impunidad de nueva cuenta con un Gobierno opositor al tricolor. 

Todavía el fin de semana pasado, Cid de León acudió a la reunión de Seguridad Pública que Yunes Linares realizó en las instalaciones del C-4 en Fortín de las Flores y se tomó, sonriente, la fotografía a su lado. Desde ayer se le desdibujó la sonrisa y seguramente tendrá que volver a llamar a su costoso abogado, el chiapaneco Mariano Herrán Salvatti. Moraleja: El yerno y el suegro sabrán lo que es amar a Dios en tierra… no priista.

 

LAS DOS BESTIAS

Además de la anterior hay otra buena noticia a celebrar: se suspendió el embalse de toros en las Fiestas de la Virgen de La Candelaria en Tlacotalpan, mismas que empezaron ayer. Y la cancelación del espectáculo cavernícola de perseguir y golpear a los astados fue por la advertencia de la Fiscalía General para castigar judicialmente a quienes maltraten a los animales, pero también a quienes promuevan dicho maltrato. Es decir, a los organizadores del festejo porque violentan la Ley de Protección Animal.

El secretario de Turismo, Leopoldo Domínguez, confirmó  la cancelación del embalse taurino que se realizaría hoy miércoles. Es un segundo logro, pues el pasado 29 de enero, también en el municipio de Teocelo fue suspendida la llamada “vaquillada” –sueltan terneras en las calles- durante  las fiestas patronales por la misma advertencia judicial. Con eso, no sólo se da cumplimiento a la Ley sino que también se responde al clamor que durante muchos años han hecho organizaciones defensoras de los animales: terminar con ese ritual sangriento de torturar a los toros como diversión.

En este espacio siempre se ha dicho que no se puede  escudar el maltrato animal con argumentos insolentes como que son una  tradición popular, una expresión cultural o peor: un acto religioso. En el caso de Tlacoltalpan, la Virgen de las Candelas no necesita que una turba de personas alcoholizadas y seguramente drogadas, persiga, golpee, escupa, lacere, arrastre, mutile la cola o los genitales a los semovientes que no pueden defenderse.

Es un acto completo de sadismo, pues antes de entregarlos a la turbamulta, los toros son pasados a nado por el río Papaloapan donde el agua se les introduce por el ano –este tipo de animales no controla del todo sus esfínteres, sobre todo en situaciones de estrés-  y entonces al llegar a tierra tienen los intestinos llenos, posiblemente sufren dolor y no pueden reaccionar a las agresiones ni correr demasiado ni defenderse. Los debilitan para ser torturados por las bestias de dos patas. Todo un acto criminal.

Por otro lado, está el contexto social que es suficiente para exigir la cancelación definitiva de ese ritual grotesco, pues Veracruz desde hace años registra un ‘baño de sangre’ por la violencia que generan las bandas del narcotráfico, la gente está sometida a la tortura y a actos de extrema crueldad y es imposible que esa misma violencia la reproduzcan contra animales inofensivos.

También siempre se ha dicho que ante la negativa de las autoridades municipales de suspender esos grotescos rituales, se emparejara el terreno al usar toros de lidia y no semovientes de corral. De hacerlo, entonces los muertos serían las bestias de dos patas y no las de cuatro.

Por eso, más vale –y se aplaude-  la cancelación del embalse de toros en Tlacotalpan y las “vaquilladas” en otros lugares. Ni Dios ni la Virgen María ni cualquier otro santo se enojarán por eso, como alegan los defensores del espectáculo. Recuerden la canción que todavía enseñan a los niños  en el catecismo católico: “Todos los toritos son de Dios/ y los animales de la Creación”.

 

TAL PALO, TAL ASTILLA

Hablando de otros animales, pero más dañinos y ponzoñosos, ha trascendido que uno de los hijos del impresentable exgobernante estatal sería el dueño de la empresa Lidmed, S. A. de C. V., que está a cargo del Centro de Mezclas Oncológicas que operaba en Xalapa, donde se preparaban las dosis de fármacos a pacientes enfermos de cáncer y donde se habría colocado agua destilada en lugar de medicamentos a estos pacientes. El pasado 23 de enero el propio Gobernador dio la primera pista, al afirmar que a una persona “más que cercana” al innombrable estaría ligada a ese centro de mezclas.

Al inicio se especuló que sería su esposa, Rosa Borunda, a quien también se le ha relacionado con la empresa Finamed, con la cual el Gobierno del innombrable celebró un contrato amañado para el arrendamiento de equipo hospitalario y por el cual le entregaron 5 mil 549 millones de pesos del presupuesto de la Secretaría de Salud, y por lo tanto sobre ella recaía la sospecha de ser propietaria del Centro de Mezclas.

Sin embargo, el liado a ese fraude no sería la chihuahuense  Borunda sino alguno de sus dos hijos, Fidel o Javier Herrera Borunda, según lo develó el Alcalde de Boca del Río, al condenar la  desfachatez del innombrable que pretende negar  su responsabilidad en el crimen de lesa humanidad y soltó la segunda pista: “Se habla de que su hijo (del innombrable) es el dueño de la empresa que hacía las mezclas falsas”. ¿Cuál (de los dos)?, le preguntaron los reporteros. “De alguno de ellos, pero dicen que es de él y de otra persona”, respondió sin precisar un nombre.

Claro, no porque no lo sepa sino porque en la integración de los expedientes penales se debe ser cuidadoso para no adelantar datos que puedan dar paso a apelar una futura orden de arresto. ¿Cuál de los dos será el propietario de la empresa Lidmed, S. A. de C. V., que es la que opera el Centro de Mezclas Oncológicas? Uno, Javier, es diputado federal por el PVEM y lo pretenden imponer como candidato al Senado en el 2018 y el otro, Fidel, es el primogénito que porta el mismo nombre del innombrable, es cónsul para negocios en Canadá, un cargo obtenido con tráfico de influencias, además de carecer de experiencia diplomática, según documentó el portal Aristegui Noticias.

Ubicado en la colonia Aguacatal de Xalapa, a un costado del Cecan, el Centro de Mezclas Oncológicas tiene una licencia sanitaria vigente, otorgada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) con el 30087140001 que le otorgaron desde el 24 de octubre de 2012. Dicho permiso es para realizar “mezclas nutricionales y mezclas medicamentosas que contengan antibiótico: betalactámicos, cefalosporínicos, y mezclas medicamentosas que contengan oncológicos”. En términos simples, en dicho laboratorio llegaban los lotes de medicamentos comprados por los Servicios de Salud, se abrían las ampolletas o frascos y se preparaban las dosis prescritas por los galenos a los pacientes en tratamiento, pero lo que ocurrió es que no sólo se preparaban las dosis prescritas sino también se habría manejado el negocio de falsificar los medicamentos, o sea de dar agua destilada en lugar de medicinas a los convalecientes. El “Centro de Mezclas de la fidelidad” es el punto medular de la investigación sobre el fraude de medicamentos falsos y la responsabilidad por la muerte de enfermos, niños y adultos, a los que se les suministró placebos en lugar de fármacos.

Otra punta de madeja sobre las empresas presumiblemente de los juniors Herrera Borunda la dio el portal de noticias Animal Político al ubicar a Lidmed, S.A., entre las firmas que simulaban competencias entre sí para ganar licitaciones del Gobierno Estatal.  En la investigación periodística, Lidmed S. A., al igual que  Suministros Maxbec, Grupo Empresarial Heberen, Oncopharma, Sociedad Comercializadora Especialidades Médicas y Labbsa, no fueron localizadas en los domicilios fiscales declarados y los vecinos de los mismos dicen desconocer que allí operaran las mismas.

 Lidmed de los Herrera Borunda es una empresa ‘fantasma’ más, a la que no sólo le otorgaron contratos millonarios como proveedor de la Administración Estatal, sino  que le dieron el manejo de un laboratorio para hacer negocios sucios con la vida de personas que padecían enfermedades  cancerígenas. Asesinaron a gente con tal de robarse el dinero público. Vaya que honran al progenitor, pues de tal palo, tal es la astilla. Bien lo dijo el alcalde Yunes Márquez al referirse a los Herrera, padre e hijos: ¡“Tienen poca ma…”!

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