


México.- Una hora después de terminar el mitin que coronó la marcha pacífica en solidaridad con los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, la noche del jueves, cientos de granaderos traspasaron las vallas que protegen al Palacio Nacional y desalojaron a cientos de manifestantes que permanecían en el Zócalo capitalino, lesionando a decenas.
Lo anterior ocurrió tiempo después de que un grupo de jóvenes encapuchados, aglutinados detrás de las vallas, lanzó cocteles molotov y cohetones contra integrantes del Estado Mayor Presidencial (EMP) y policías. En respuesta, los uniformados rociaron a los inconformes con extintores.
Mientras tanto, columnas de granaderos rodeaban el edificio, en espera de la consigna de intervenir. Algunos manifestantes, quienes observaban desde lejos las provocaciones de los jóvenes a los granaderos y de los granaderos a los jóvenes, chiflaban y reclamaban a los oficiales.
De repente surgieron policías de las calles aledañas al Palacio Nacional, entre ellas la de Corregidora, quienes lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, a pesar de la indignación y los insultos que de ella
emanaban.
En varias ocasiones, decenas de personas de todas edades se plantaron frente a los escudos que empuñaban los granaderos, y urgieron a éstos a no reprimir la manifestación. Pero no impidieron las bruscas y sucesivas avanzadas de los policías hacia los ocupantes de la plaza.
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