Nogales.- Desde hace seis años, entre ocho y 10 familias se asentaron irregularmente en las viviendas que se encuentran en la ribera del Río Chiquito, las que abandonaron sus propietarios tras el desbordamiento del afluente en el 2003 que les dejó graves daños.
Entrevistado al respecto, el presidente de la Junta de Mejoras del Ayuntamiento, Marcelo Bonilla Arriaga, refirió que después de la contingencia que arruinó las viviendas de varias personas, el lugar se acordonó por el peligro que representaba para las personas.
Dijo que durante mucho tiempo el sitio estuvo abandonado, pero posteriormente llegaron algunas familias y ocuparon los inmuebles ilegalmente, “les pedimos que los abandonen pero hacen caso omiso a las recomendaciones oficiales”.
Mencionó que quienes perdieron su patrimonio, los reubicaron a una unidad habitacional que se construyó especialmente para ellos, se vieron en la necesidad de abandonar sus hogares en donde llevaban mucho tiempo de vivir; algunos de los inmuebles pasaron a ser propiedad municipal.
Aseguró que los permisos de construcción de casas en la ribera del río están prohibidos, el mismo Ayuntamiento no puede ni debe otorgar tal autorización, debido al alto riesgo que existe, sobre todo en temporada de lluvias, porque al tratarse de un afluente de respuesta rápida, se vuelve muy caudaloso y por consiguiente peligroso.