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La barba de Javier Duarte

Ubica tu Casilla Ubica tu Casilla

 

 

El Gobernador de Veracruz sorprendió a todos cuando apareció hace unos meses con una barba crecida. El cambio de imagen del mandatario es para algunos expertos algo más que un cambio estético: es la estrategia de una administración que se siente en crisis y que busca congratularse con el Presidente

 

En pocas personas una nueva barba puede tener tantos significados como los que tiene en un Gobernador. Para un político la decisión de dejarse crecer el vello facial no es casual, como sería en una persona normal. En el mundo de la política todo tiene una intención.

Para la reconocida diseñadora de imagen, Jazmín Zúñiga Estrada, egresada de la escuela Gestalt, la barba con la que aparece el gobernador Javier Duarte de Ochoa desde agosto es una estrategia para transmitir un mensaje: es una persona madura capaz de gobernar.

El politólogo Carlos Ernesto Ronzón Verónica coincide que el nuevo “look” del Mandatario fue diseñado para darle una apariencia de madurez, característica que desde la perspectiva del también académico ha estado ausente en la gestión de Duarte de Ochoa.

La barba crecida, los nuevos anteojos, los trajes con un corte distinto e, incluso, la forma de expresarse en público, buscan cambiar la apreciación que los veracruzanos tienen de su gobernador, expone el politólogo tras hacer un análisis.

Ronzón Verónica explica que la urgencia de cambiar la percepción de Duarte de Ochoa obedece a un único motivo: su administración está en crisis, su nombre no tiene credibilidad y es un lastre para el gobierno de Enrique Peña Nieto.

La única alternativa del cordobés es agradar a los suyos para así agradar al presidente, añade el politólogo.

 

MADURO PERO JUVENIL

 

Zúñiga Estrada está convencida que hay un equipo completo detrás de la nueva imagen del Gobernador.

En el mundo de la política un cambio de esa naturaleza no puede pensarse si no hay un objetivo de por medio, asegura la coordinadora de la licenciatura en Diseño de Imagen y Relaciones Públicas de la escuela de diseño más prestigiosa del Puerto de Veracruz.

“La imagen física que presentaba el Gobernador anteriormente no era tan cuidada, no estaba bien calculada para lograr algunos fines en específico, que me imagino son los que buscan con esta nueva imagen”, dice la académica.

Los diseñadores de imagen recomiendan usar barba a quienes quieren transmitir mensajes como autoridad, madurez, sabiduría, virilidad, seguridad o valentía, conceptos que cualquier político quiere comunicar.

“El hecho de agregarle a su imagen una barba lo ayuda de dos formas, tanto en lo estético como en lo conceptual. Como posee un rostro redondo la barba le hace un contorno a su cara que hace que sus facciones se vean angulosas, mientras que en lo conceptual le ayuda a plasmar la idea de autoridad”, dice Zúñiga Estrada.

Los anteojos de pasta oscura también ayudan a que el centro de atención sea el rostro del mandatario y no su cuerpo. Al mismo tiempo, esos accesorios permiten contrastar la impresión de madurez de la barba con un toque juvenil.

“Creo que su imagen es apropiada y podría transmitir esos mensajes, pero ahora todo depende de él, porque debe cuidar todas sus acciones y su forma de expresarse, porque con esa imagen podría también mandar otros mensajes como autoritarismo”, explica la experta.

 

AGRADAR AL PRESIDENTE

 

Ronzón Verónica considera que la mayor preocupación de Duarte de Ochoa es estar congratulado con el presidente Enrique Peña Nieto, quien, desde su percepción, está castigando al gobierno del cordobés por el costo político que han significado sus equivocaciones.

“Peña Nieto está castigando a Duarte, lo está castigando por el tema de las maletas de dinero durante su campaña, por el tema de los videos que casi le costaron el Pacto por México, le está cobrando todos sus errores”.

“¿Cómo? Hay que ver que en Veracruz este año no hubo obra pública federal, toda la obra pública fue pasada para el 2014. Al Estado no han bajado los programas federales, no ha bajado la Cruzada Contra el Hambre, el dinero del Fonden baja a cuentagotas”, señala Ronzón Verónica.

El daño que han causado los errores de Duarte de Ochoa a la credibilidad del nuevo gobierno priista es tal que Ronzón Verónica no descarta que el mandatario estatal pueda ser invitado al gabinete peñista en cuanto termine el proceso de aprobación de las reformas estructurales.

“En el fondo Duarte sabe que se va, por eso también su actitud de enojo. El presidente le va a dar una salida digna, se verá como el regreso del PRI autoritario, pero en este caso remover a un gobernador como Duarte sería un saldo positivo para el Presidente”, apunta el especialista.

Una de las evidencias de que Duarte de Ochoa quiere congraciarse con el gobierno peñista es que el gobierno de Veracruz fue el único que adoptó la imagen institucional del nuevo gobierno priista, incluso los atriles que los mandatarios usan para dar sus discursos son idénticos.

Zúñiga Estrada comenta que cuando un organismo de menor rango adopta la imagen institucional de uno de mayor rango, comúnmente quiere darse mensajes como unidad o afinidad entre ambos.

Desde la perspectiva política, el gobierno de Duarte de Ochoa quiere expresar que está alineado a los mandatos del Gobierno federal para así agradar al superior jerárquico, apunta Ronzón Verónica.

 

UN GOBIERNO EN CRISIS

 

Ronzón Verónica expone que la estrategia de Duarte es equivocada, pues en lugar de corregir la raíz de los problemas de su gobierno, intenta tomar las riendas de su administración y, de paso, ganar la simpatía de sus gobernados mediante un cambio en su imagen pública.

Para el politólogo, el principal defecto de la administración duartista son los colaboradores de los que se ha rodeado. La mayoría son de la misma generación a la que pertenece el mandatario y, como él, tienen la desventaja de ser jóvenes de poca experiencia tanto en la política como en la administración pública.

“El Gobierno del Estado camina por inercia, no hay control político y cuando llegan los problemas, lejos de atenderlos, los reprimen. Duarte no está rodeado de personas capaces de dialogar, son personas que en menos de seis años han hecho carrera política y no tienen experiencia en nada”, expone el especialista.

El politólogo plantea que además de los problemas políticos y sociales que han caracterizado los primeros tres años como gobernador de Duarte de Ochoa, no existen evidencias de obra pública o de la llegada de inversiones importantes. Hay muchos anuncios pero poca acción, enfatiza Ronzón Verónica.

“No sirve de nada que cambies tu imagen si sigue quedando el descontento por el ejercicio de gobierno que estás haciendo. Si el Gobernador en verdad quisiera cambiar tendría que hacer una renovación de la gente de su gabinete. No puede haber cambios si no los haces”, enfatiza.

 

PERDER VERACRUZ

 

El principal daño que la gestión de Duarte podría causar al presidente y a su partido es que el descontento generalizado lleve a la derrota del PRI en la sucesión de la gubernatura que tendrá lugar a mediados de 2016, opina Ronzón Verónica.

 

 

“Al paso que van es indiscutible que van a sufrir un voto de castigo muy duro en el 2016, hay un sentimiento de antipriismo muy generalizado. Sin embargo, todavía pueden rescatar el estado y creo que una forma que es más factible de lo que se cree es remover al gobernador, por eso la urgencia de querer cambiar la percepción del gobierno”, apunta el politólogo.

La proyección de Ronzón Verónica pinta un panorama en el que Duarte de Ochoa sale de la gubernatura para integrarse al gabinete. Héctor Yunes Landa toma el control del estado e inicia el posicionamiento de José Yunes Zorrilla rumbo a la elección del 2016.

“Les pesa mucho Duarte. El altiplano le da la espalda, los senadores José Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa ya se desmarcaron del Gobernador. Duarte se está quedando muy solo, se está debilitando”, reflexiona Ronzón Verónica.

Zúñiga añade al final de su entrevista que un cambio de imagen tan drástico como el de Duarte de Ochoa no sólo puede ser ocupado por un político que quiere mandar un mensaje de control.

“Una de las reglas de la imagen pública dice que no sólo podemos vestirnos de la forma en que queremos que nos vean sino también como lo que queremos ser. Cuando alguien hace un cambio de ese tipo también puede ser que aspire a un nuevo cargo y que se está comportando como tal”, añade la diseñadora.

 

*Originario de Coatzacoalcos. Estudió Periodismo en la Universidad Veracruzana. Quería contar historias de ficción hasta que comprendió que contar las reales era más importante, por eso se dedica al periodismo. Actualmente escribe en el periódico Imagen de Veracruz.

 

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