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Legítima defensa: un derecho moral

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Orizaba.- La legítima defensa es un derecho moral al actuar para proteger al más vulnerable, así lo manifestó el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez, luego de que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos interpusiera una acción de inconstitucionalidad contra la reforma en la materia aprobada por unanimidad en el Congreso del Estado.

“Cuando no haya la oportunidad de recurrir a las autoridades competentes de Seguridad, así como al proceso penal o jurídico pertinente, y que sea urgente que se realice el acto en ese momento al tratarse de un ataque inminente, no se esperaría en llamar a la Policía por el tiempo que tarda en llegar.  Son circunstancias que se deben de explicitar en este tipo de leyes y no sólo expresar el derecho”, opinó.

La iniciativa indica que es legítima defensa inclusive quitar la vida a alguien que se encuentre dentro de la vivienda o intente ingresar; por lo que personal de la CNDH opinó que esto se da porque no hay garantías de seguridad en el Estado y por ello se busca regular para permitir lesiones o privación de la vida; sin embargo, se resaltó que esta no es la manera de hacerlo.

También se dice que es inconstitucional porque se encuentra en revisión por parte de la Suprema Corte de Justicia, al igual que tres leyes o modificaciones más. Ante ello, el sacerdote explicó que este derecho “está regulado en otros países, sin que vivan una realidad como la que nosotros vivimos”.

Resaltó que de acuerdo al Catecismo de la Iglesia Católica, tercera parte, segunda sección en su artículo quinto, habla del tema en el apartado 2263 y manifiesta “que no es una  excepción a la prohibición de la muerte del inocente que constituye el homicidio voluntario. “La acción de defenderse puede entrañar un doble efecto: uno es la conservación de la propia vida; el otro, la muerte del agresor”.

Esto de acuerdo a Santo Tomás de Aquino, quien también menciona que  “nada impide que un solo acto tenga dos efectos, de los que uno sólo es querido; sin embargo, el otro está más allá de la intención”.

Enríquez Báez, comentó que el tema “no sólo es solo legislativo, también moral. En algunas circunstancias un padre de familia, una madre de familia, un amigo puede actuar en legítima defensa para proteger a alguien más vulnerable… El riesgo es que a veces se confunde con un acto desproporcionado o de venganza como reacción. Yo creo que las instituciones legislativas deben de regular todas estas situaciones”.

Mencionó que es mejor que se respete la Ley previamente regulada para alcanzar todas las realidades posibles, dando cumplimiento al respeto de la vida fundamental de la sociedad y no que se deje al libre albedrío y que se actúe por propia mano.

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