in

LOS SOÑADORES

Superiberia

 Por: Andrés Timoteo  /  columnista

El mundo está convulso. Ahora a los ‘soñadores’ -dreamers, según la palabra en inglés- en Estados Unidos les alcanzó la pesadilla que es el Gobierno de Donald Trump y miles de ellos podrían ser deportados a México. Ayer, el presidente norteamericano anunció la extinción del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), que protegía a quienes llegaron de pequeños y en forma indocumentada a los Estados Unidos porque fueron llevados por sus padres o familiares.

Promulgado en el 2012 durante el Gobierno de Barack Obama, el DACA daba protección a esos niños -ahora muchos de ellos ya adolescentes o jóvenes- al impedir su deportación y otorgarles seguridad social, permisos para trabajos temporales, licencia de conducir y la posibilidad de realizar estudios básicos y superiores. El término “soñador” (dreamer) fue tomado de la frase icono “El Sueño Americano” que encierra esa idea de la cultura norteamericana de que en suelo gringo se puede alcanzar el éxito y la prosperidad económica.

Así, los “dreamers” representaban esa posibilidad institucionalizada con el DACA, hasta ayer. El tema pareciera lejano, pero no lo es, porque si bien eso sucede en un país extranjero, afecta directamente a casi todos los mexicanos. ¿Quién no tiene actualmente un pariente, amigo, vecino o conocido que está radicando en Estados Unidos, que emigró de forma indocumentada y que se llevó a sus hijos pequeños que ahora son “dreamers”? Entonces, ¿quién no tiene un familiar o conocido que es “soñador” y que va a sufrir las consecuencias de la política racista de Trump?

En los cálculos más recientes se indica que son poco más de 2 millones de “soñadores” latinoamericanos los que se verán afectados con la desaparición del DACA, y de ellos, la tercera parte son mexicanos. Una vez concretada la desaparición de dicho programa que los protegía, al menos 800 mil jóvenes mexicanos podrán ser sujetos a deportación como ya se hace con los adultos que están radicando de forma indocumentada -redadas en centros de trabajo o estudio, cateos de viviendas, detenciones en plena vía o transporte públicos-.

En el menor de los casos, a los “dreamers” se les despojaría de los derechos a seguridad social -léase asistencia médica-, a un trabajo digno y a la posibilidad de estudiar. Es decir, volverían a la calidad de “parias” como están muchos de los connacionales y así, como se dijo líneas arriba, el “Sueño Americano” que perseguían se vuelve una pesadilla con Trump. Y esa pesadilla aumenta con la posibilidad de que sean regresados a México donde se carece de la infraestructura, programas y voluntad política -no de dinero, porque dinero sí hay, pero se lo roban- para atenderlos y ofrecerles una alternativa de progreso.

Los funcionarios del Gobierno Federal se llenan la boca prometiendo apoyo a los “dreamers” deportados, pero todos saben que es demagogia. De ser devueltos, aquí les espera la indiferencia gubernamental, los trámites eternos y burocráticos, y un destino que seguramente los llevará al desempleo, al comercio ilegal, la delincuencia y claro, a la pobreza endémica que padece la mayoría de los jóvenes mexicanos. Ese es el drama de los “dreamers”, aunque suene a cacofonía.

 

EL FRENTE EN VERACRUZ

En sus respectivos consejos nacionales, celebrados en días pasados, los partidos de la Revolución Democrática (PRD) y Acción Nacional (PAN) avalaron la conformación del llamado Frente Amplio Democrático (FAD) para ir en alianza en los comicios presidenciales del 2018. A ese frente se sumará el Partido Movimiento Ciudadano (PMC) que lidera el exgobernador veracruzano, Dante Delgado Rannauro. Es decir, las tres fuerzas políticas  arroparán a un solo candidato para disputar Los Pinos.

Y en la réplica de esa coalición tripartita que se dará en las elecciones estatales, también a realizarse el año entrante, tal proyecto resultará inusitado en Veracruz por varias razones. Si bien no es sorprendente  que el blanquiazul y el Sol Azteca se coaliguen, pues ya lo hicieron en los procesos electorales del 2016 y de este año, teniendo buenos  resultados -ganaron la Gubernatura y la mayoría de diputaciones locales y  alcaldías-, lo inédito recaerá en la figura de Delgado Rannauro.

El exGobernador tendrá mano y voz privilegiada en la mesa de negociación para presentar candidaturas que deban ser apoyadas por las tres fuerzas políticas. En segundo lugar, el mismo Delgado podría decidir competir para algún cargo de elección popular, incluyendo la Gubernatura -aunque se ve muy difícil, pues ya está más que cantada la postulación del alcalde boqueño, Miguel Ángel Yunes Márquez- o primera fórmula al Senado.

De ser esto último, el
exMandatario desbarataría los sueños de varios que ya se sienten con la postulación en la bolsa, entre ellos Julen Rementería, actual secretario de Infraestructura y Obra Pública, y la diputada local Yazmin Copete Zapot. Sin embargo, en el altiplano se mencionan dos escenarios para Dante Degado en un futuro próximo, que son un escaño plurinominal en el Senado o, en su caso, un cargo en el Gabinete Federal si es que la alianza termina en una victoria por el cargo presidencial.

Aun así, en Veracruz el proyecto del FAD beneficiará a los que contiendan por las diputaciones federales y locales así como al Senado, porque si éstos se hacen acompañar de Delgado Rannauro en sus campañas aprovecharán parte de esa aceptación que aún mantiene el exGobernador entre la población. No hay que olvidar que en las dos últimas elecciones estatales en las que participó, en el 2004 y el 2010, recaudó 780 mil y 400 mil votos, respectivamente.

Pero lo insólito será ver si Dante Delgado hace campaña al lado de Yunes Márquez, y en su caso, al lado del propio gobernador Miguel Ángel Yunes Linares -cuando ocupe sus horarios no laborales para respaldar a su hijo-, dado que a él se le atribuye su detención y encarcelamiento en 1996 cuando se desempeñaba como secretario general de Gobierno en el sexenio de Patricio Chirinos Calero.

No se cree que Dante Delgado tenga algún resquemor con Yunes Márquez, pero no así con el padre. Empero, en el quehacer político todo es remontable, hasta los desacuerdos más añejos. Y sobre todo, si el proyecto es de largo alcance y para el beneficio colectivo. Cuando en Sudáfrica, al terminar el Apartheid -la discriminación racial respaldada legalmente- nadie concebía que blancos y negros se sentaran a dialogar para buscar la paz colectiva. Entonces, el obispo anglicano Desmond Tutu, quien encabezó la Comisión de la Verdad y la Reconciliación dijo: “La paz no se negocia con los amigos, porque con ellos ya se tiene,  sino con los enemigos”. Entonces, guardado las distancias, en breve se verá cual es la estatura política de Delgado y Yunes. De darse, vaya que se retorcerían muchos de los que hoy esperan una confrontación abierta que debilite el proyecto electoral del año próximo.

 

SE VA EL BURRO

En Veracruz también está por darse un hecho inédito en el tema legislativo, pues en los próximos días -se dice que viernes- la fracción parlamentaria del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) asumirá la presidencia de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), algo que los panistas buscaron afanosamente impedir. Y no es copa pequeña tal asunto, pues quien preside el Jucopo controla el dinero del Congreso Local.

La llegada de Morena a ese órgano de Gobierno en el Poder Legislativo, el  cual presidiría el sureño Amado Cruz Malpica, sería un respiro en medio de la polvareda, pues el panista Sergio Hernández ha sido desastroso en ese cargo. Hernández es un analfabeta supino -entiéndase: burro orejón- y entregado a las pasiones carnales y las aficiones tóxicas costeadas por las arcas legislativas, Hernández no le ha servido ni a su bancada ni al Gobernador en turno, ni mucho menos al pueblo veracruzano.

Cruz Malpica sin duda haría un papel más decoroso, aunque en eso de la transparencia tampoco es garantía de pulcritud, pues en semanas pasadas fue exhibido por el manejo discrecional de las prerrogativas para su bancada, las cuales son usadas para costear operadores electorales y giras de Andrés Manuel López Obrador. Entonces, que esté Morena o el PAN en la cúpula parlamentaria es lo mismo. Sólo cambiará el discurso y los destinatarios de los beneficios presupuestales. Eso sí, será el cargo más importante que Morena haya ejercido en Veracruz, por eso es inédito.

CANAL OFICIAL

“México a favor de los “dreamers”. 

El País entero se halla en crisis