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MIÉRCOLES DE CONSPIRACIÓN

Superiberia

 Por: Andrés Timoteo / columnista

Hace dos mil años -como hoy también- había dos grandes grupos que dominaban el escenario político de Judea, los Fariseos y los Saduceos. Los primeros eran, en su mayoría, sacerdotes, la élite del clero de aquella época y los segundos, intelectuales y acaudalados. Ellos controlaban el Sanedrín de Jerusalén, el más influyente de todo el judaísmo en antiguo Oriente Medio.

El espejo histórico de la dualidad política en los centros del poder es sorprendente. Antes eran Fariseos y Saduceos, luego fueron conservadores y liberales, y hoy republicanos y demócratas, conservadores y laboristas, populares y socialistas o la versión mexicana, priistas y panistas. Todas esas facciones, las de antes y las actuales, están llenas de inmundicia. “Sepulcros blanqueados”, les espetó Jesús a los más antiguos. Pues bien, hace dos milenios fue un miércoles cuando se concretó la conspiración para detener y ejecutar al Profeta.

Judas, el apóstol traidor, fue comprado por el Sanedrín, un consejo de notables que ejercía la función de legislar e impartir justicia -ésta última potestad supeditada al Imperio Romano a través de su gobernador provincial-. Eran 71 integrantes del Sanedrín -bueno, en realidad 70 y un asiento vacío porque el lugar 71 lo ocupaba Dios mismo, de ahí que sus fallos eran infalibles-, pero en esa ocasión sesionó urgentemente con sólo 23 integrantes, la cúpula, para pagar la delación de Judas.

El felón cobró 30 tetradracmas, monedas acuñadas en plata en talleres de la ciudad de Tiro, el único dinero que podía atesorarse en las arcas del Templo de Jerusalén, porque Roma impedía que el gobierno local acuñara monedas en metales preciosos, sólo en cobre y el tesoro sagrado no podía nutrirse de metales innobles. Así, al traidor le pagaron con dinero bendito para entregar a su maestro.  El valor monetario de la traición equivalía a seis meses de sueldo para un funcionario bien pagado.

Y la conjura fue obviamente política. Jesús no sólo había denunciado los negocios con la fe sino cuestionó la decadencia de la alta jerarquía clerical de Judea. En ese Miércoles Santo se decidió su suerte como reo político. De hecho, la acusación que los sumos sacerdotes hicieron ante las cortes de Herodes Antipas y Poncio Pilato fue que el Profeta se pregonaba como Rey, como gobernante en ciernes y entonces era un sedicioso que amenazaba a los gobiernos vigentes: el Reino de Judea y el Imperio Romano.

Los tiempos litúrgicos marcan al Miércoles Santo como final de la Cuaresma y el comienzo la Pascua, es decir, el proceso de la depuración carnal del Profeta, cuando se decide que lo ajusticiarán. Es, por supuesto, un miércoles que recuerda la conspiración política contra quien amenaza el sistema de cosas. Uno de los capítulos históricos más citados de cuando la religión junto las élites económicas y políticas se confabulan para eliminar a quien los cuestionan. Algo que sigue repitiéndose.

 

MARTES PROFÉTICO

Ayer fue Martes Santo. Fue un martes, no el jueves -como lo acostumbran litúrgicamente- cuando el profeta Jesús cenó por última vez con sus seguidores. Eran 12 y dos de ellos iban a ser probados en las próximas horas. Uno, el exrecaudador de impuestos, Judas Iscariote, lo traicionó por algunas monedas de plata -dicen que fueron 30- pagadas por el Sanedrín para delatarlo. Otro, Pedro, el pescador, lo negó tres veces en una sola noche. Tal fue lo que predijo el Nazareno en ese martes y que, según los textos canónicos, se cumplió a cabalidad.

De ahí la mala fama de Judas, el felón y suicida. Un apóstol gris que no es mencionado previamente por los evangelistas hasta que guía a los guardias sacerdotales para detener al Nazareno, al que identifica, entre todos los que estaban allí, besándolo en la mejilla. La figura de Judas es controversial y sigue siendo tema polémico. El islam, por ejemplo, no satanizan a Judas sino lo identifican como el sustituto del Nazareno en el calvario.

En el Corán se niega que Jesús haya sido crucificado, pues Alá no lo permitiría en aquel tiempo -para el islam hay varios portavoces de Dios a lo largo de la historia, Mahoma fue otro que vino 600 años después- fuera deshonrado. La sura -versículo- 4:157 dice: “Ellos (los judíos) se enorgullecían diciendo: ‘Nosotros matamos al Ungido, el hijo de María, el Mensajero de Alá’, pero no lo mataron, ni le crucificaron, sino así se hizo que pareciera ante ellos. Ciertamente no le mataron. No, Alá le levantó a Sí, elevándolo a los cielos. Poderoso y sabio es Alá”.

Previamente, el Martes Santo de la última cena, la cual habría sido servida por ángeles y sus platillos contenían manjares divinos de acuerdo con los textos coránicos, Jesús habría dicho: “A uno de ustedes lo castigaré como a nadie en este mundo”. Tal es la referencia de Judas en el Corán, quien habría ocupado el lugar de Profeta en el Gólgota, algo controversial, debido a que pone de cabeza las profecías antiquísimas y los relatos evangélicos.

Judas tiene un lugar en la historia y por supuesto, en la política, en la economía y en la religión de hoy en día. Es sinónimo de traición y codicia. Los Judas actuales son los que venden proyectos y pueblos a cambio de dinero. Los que traicionan dando el famoso ‘Beso de Judas’. La política mexicana está llena de ellos y el pueblo los sufre a diario. Un Judas, en nuestro contexto, es un político que endulza el odio y con besos envenenados entrega a sus representados.

Pero el conspirador bíblico tiene un alter ego en frente, otro hombre que negó a Jesús cuando estaba preso y estaba en curso la cacería de sus seguidores. La negación para muchos es sinónimo de traición y Pedro la hizo tres veces en una sola noche, antes del amanecer, la hora en que cantan los gallos. Pero no fue castigado, porque el propósito no fue desconocer al líder sino salvar el proyecto.

Pedro fue uno de los apóstoles más queridos del Profeta, al que le dirige personalmente muchas palabras a lo largo de los relatos bíblicos y su negación fue estratégica. Si eran capturados los apóstoles, no habría futuro para difundir las enseñanzas y el proyecto hubiera terminado en la crucifixión de todos los difusores. Pedro, cuyo nombre real era Simón, fue comparado por Jesús con esa piedra imperfecta que rechazan los arquitectos y con la cual se construiría el proyecto que vino a anunciar. Él mismo lo llamó Pedro.

Fue el primer pontífice de la Iglesia Católica, al Vaticano, la sede, le llaman el ‘Trono de Pedro’. A él se le representa con una llave en la mano, porque es un acceso al cielo, ya que le fue dada la potestad de unir lo mundano con lo divino. “Lo que ate o desate tus manos acá en la tierra, seguirá atado o desatado en el cielo”, le prometió el Profeta. Así, Martes Santo es día de profecías sobre traiciones. Por eso también el martes es considerado un día de augurios funestos desde tiempos milenarios. De ahí la recomendación popular: “En martes ni te cases ni te embarques”. El matrimonio como los viajes realizados ese día puede terminar en traiciones, fracasos y calvarios, aunque haya besos de por medio. Un Judas se les puede aparecer.

 

LOS JUDAS

Hablando de Judas, vaya que la política está plagada de ellos, como se dijo líneas arriba y pululan en esta coyuntura electoral. La traición más reciente que se comenta en los merenderos políticos de la entidad es la del ex procurador Amadeo Flores Espinosa, quien ha sido de todo en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), desde Alcalde de Cotaxtla hasta diputado y funcionario de primer nivel en la entidad. Sólo le faltó llegar al Senado y a la gubernatura, pero eso se compensó con la fortuna personal que acumuló al amparo del poder.

Pues bien, pese a todos los beneficios obtenidos en el régimen priista, Flores Espinosa y su organización política denominada “Vía Veracruzana” -la conocen como “Viagra Veracruzana”, porque casi todos sus integrantes ya son de la tercera edad- ya habría cambiado de color, se pintó de azul. El dirigente en turno de ese organismo, Mario Tejeda, quien un tiempo fue tesorero del PRI estatal, lo filtró a la prensa: se van con el PAN.

Días antes, Amadeo Flores Villalba, hijo de Flores Espinosa y a quien el exgobernador Javier Duarte hizo magistrado, posteó en las redes sociales una fotografía posando sonriente con el candidato del frente PAN-PRD-MC, Miguel Ángel Yunes Márquez, con una leyenda en la que se refrendaba como su “amigo de toda la vida”. ¿Cuántas monedas se llevó esta vez Judas-Amadeo por traicionar al candidato priísta José Yunes Zorrilla?

Y no es el único que vende al peroteño -aunque éste no tenga las virtudes del Profeta y la única semejanza es que pretende revivir al PRI muerto como Jesús lo hizo con Lázaro de Betania- pues los integrantes de otra organización de adultos mayores llamada Alianza Generacional que encabeza Héctor Yunes Landa, ya están trabajando para el Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Por ejemplo, Fernando Ruz Bravo, priísta de toda la vida y uno de los personajes más allegados a Yunes Landa, busca ser candidato a la diputación local en el Puerto de Veracruz arropado por el partido de Andrés Manuel López Obrador.

Se ha publicado en algunos espacios periodísticos que la Alianza Generacional operará para Morena en varios puntos de la Entidad, a petición del propio Yunes Landa. Vaya y eso que al senador y perdedor de las elecciones de 2016 lo premiaron con una Diputación Federal por la vía plurinominal y otras curules plurinominales para su hija, Andrea Yunes y socio, Jorge Moreno Salinas en el congreso local. Yunes Landa sí que es un Judas de cola y cuernos.

Por cierto, en Omealca los lugareños padecen su propio Judas: Pedro Montalvo Gómez, quien no cumple ni siquiera los tres meses como alcalde y ya dejó botado el cargo para irse a buscar la diputación federal por el distrito de Zongolica. El lunes pasado el congreso local le otorgó al Judas Montalvo la licencia para dejar temporalmente la alcaldía. Si pierde la contienda no hay problema pues regresará a seguir medrando del ayuntamiento. Si regresa, entonces la recomendación para los omealquenses es que le apliquen el escarmiento tradicional para los Judas: que lo quemen en una pira pública.

 

SEGUNDA LLAMADA

Mañana jueves por la noche inicia el teatro popular en Tomatlán: La Pasión de Cristo, puesta en escena en el Centro del municipio. Comenzará con las representaciones de la Última Cena, la oración en el huerto de Getsemaní y la detención de Jesús y el pregón de Juan ‘El Bautista’. Y el viernes se escenificará el juicio del Profeta, tanto en el palacio de Herodes como en la corte de Pilato, el castigo por azotes y el viacrucis hacia el Gólgota.

El camino del calvario se realiza por las calles del poblado y culmina con la crucifixión cuyo escenario se montará en la entrada del cementerio. Este año, Jesús será representado por el joven Efrén Prado Fitta, bajo la dirección del maestro Joel Vázquez Bañuelos y del diseñador Gustavo Prado García, organizadores del teatro popular. La invitación está hecha para que todos acudan a Tomatlán donde se ofrece un atractivo cultural y religioso para estos días de asueto.

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