Un grupo de aproximadamente 200 migrantes deportados por Estados Unidos protagonizó una protesta ante el Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez (Chihuahua), para evitar ser trasladados en camiones hasta Chiapas, en la frontera sur de México.
Los migrantes denunciaron que fueron engañados por las autoridades estadounidenses, quienes los ataron con corbatas de plástico bajo la falsa promesa de llevarlos a otro albergue en El Paso, Texas. En cambio, fueron expulsados a México por el puente Zaragoza-Ysleta de Ciudad Juárez.
Manuel Ángel Morales Montemayor, un migrante venezolano, exigió que en lugar de ser llevados a Chiapas, sean entregados a la embajada de su país en México. Denunció las precarias condiciones en las que se encontraban en un albergue, donde estaban encerrados, sin poder salir, bañarse solo dos veces al día y alimentándose de manera deficiente.
Por su parte, Jaider Manuel Zambrano Torres lamentó los engaños de las autoridades estadounidenses, quienes les prometieron ser trasladados a otro albergue y en su lugar los entregaron a las autoridades mexicanas.
Estas protestas se suman a la tensión generada por los nuevos estándares para solicitar asilo en Estados Unidos y los operativos para frenar a los migrantes por parte de las autoridades mexicanas, en un contexto de colaboración entre los gobiernos de Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador para reducir los cruces fronterizos irregulares.